Sí, una comedia dramática firmada por Taika Waititi compartirá el mismo número de opciones de salir galardonada en la gran noche del cine que otras películas como ‘1917’, ‘Joker’, ‘Mujercitas’ o ‘Érase una vez en… Hollywood‘. ‘Jojo Rabbit’ es una de las candidatas en los Oscars 2020 a llevarse, entre otras estatuillas, la de Mejor Película. No es que no haya hueco para ellas… pero en ‘Jojo Rabbit’ todo apuntaba a pasar como una más, y sin embargo Taika Waititi y compañía han sabido crear un magnífico relato apoyándose a su vez en un grupo muy rico con una calidad en las interpretaciones que rozan el sobresaliente. Poniéndonos en situación: Jojo Betzler, un niño apuntado a las Juventudes Hitlerianas, ve como todo se vuelve patas arriba y como su tranquilidad cotidiana se altera al descubrir que su madre esconde en su casa una niña judía. Ahora es cuando la comedia entra, cuando su amigo imaginario, el mismísimo Adolf Hitler, le muestra como debe hacer frente a semejante situación por el bien de la raza aria y el devenir mundial.
Reírnos de lo imposible
Y es que en ‘Jojo Rabbit’ todo comienza con ese tono burlesco y comédico envolviendo la película. El ambiente principal, donde Taika Waititi nos da a conocer la situación global del momento, nos presenta a los personajes y nos sumerge en lo que realmente es el metraje de la cinta son sin duda la elegante forma que tiene el director de hacernos entender el ejercicio de irreverencia hacia las tropas hitlerianas y de arraigo por la sinrazón de la guerra que va a conllevar gran parte de la película.
El amor y la amistad
Es hilarante en el punto en el que coge un horror como la Segunda Guerra Mundial y el nazismo y lo esconde bajo el halo del amor y la amistad. Manido, sí, pero con unas habilidades para endulzar lo que ya de por si parece un cacho de pan duro enormes. El formato sátira puede encantarte o puedes detestarlo, pero la sinceridad de una película que baila tan maravillosamente al son de sus interpretaciones y de ese amor entre ellas te hace, como poco, valorarla en su medida real.
La madre, Scarlett Johansson, pelea contra la falta del padre y con el hecho de dejar a su hijo perseguir las que él mismo cree que son sus metas y el camino que quiere recorrer. No le combate, le enseña, y espera que él mismo se de cuenta. Eso es amor. Sam Rockwell haciendo de instructor termina siendo otra muestra de ese amor durante la película, e incluso el niño con su manera de hacer y deshacer termina mostrando amor. Es todo tan bonito en ciertos momentos como los abrazos de Roman Griffin Davis y Archie Yates, quien da vida a Yorki.
Y finalmente…
Y finalmente tenemos en ‘Jojo Rabbit’ una comedia divertidísima, satírica y desvergonzada. Una sucesión de escenas que, como mínimo, no borran la sonrisa de tu cara y que te enseñan que, si te dejas llevar por ellas y su delirio, harás un viaje entre el drama y la comedia que te dejará encantado y satisfecho.
El director Taika Waititi, responsable de entre otras ‘Thor: Ragnarok’, consigue que entres en su universo de comedia absurda y que te mantengas como en tu casa en todos y cada uno de los minutos de metraje. Por ejemplo, y OJO INICIO SPOILER, en la escena en la que los oficiales de la Gestapo entran en casa de Jojo y saludan con el Heil Hitler hasta más de 30 veces… OJO FIN SPOILER, es totalmente absurdo.
En definitiva, la calidez y calidad de sus interpretaciones son el punto álgido sobre el que sustenta todo lo demás, pero no caigamos en el error de maravillarnos únicamente con ello. La crítica es tan resolutiva y lo absurdo de su comedia tan delicioso, que tenemos una de las películas del año ante nosotros. Enorme Scarlett Johansson y un aplauso por ese jovencito Roman Griffin Davis.