La séptima entrega de ‘Fast and Furious’ es tan espectacular como siempre, pero con un toque de seriedad como no habíamos visto nunca. El homenaje a Paul Walker y las características del reparto sean quizá el motivo de que nos encontremos ante la más conseguida de las siete películas hechas hasta la fecha. La película dirigida por James Wan (‘Insidious: Capítulo 2‘) nos ofrece mucho más de lo que esperábamos alguna vez obtener de ‘Fast and Furious’. El largometraje, 2 horas y 17 minutos, es una avalancha de acción continua, si bien es cierto que tiene sus momentos «románticos» y algo empalagosos, sobre todo en las escenas de Mia y Brian, o aquellas de Dom y Letty, la acción supera con creces estos fugaces instantes, y eso, es algo que agradecemos, porque la realidad es, que quien va a ver esta película está esperando ver velocidad, coches lujosos como solo soñamos tener, y mucha, mucha acción bañada con tiros y explosiones.
Siempre que tengamos esto claro, no nos iremos de la sala del cine defraudados, porque ‘Fast and Furious’ es lo que es, la esencia de las películas rápidas, de diálogos insulsos, decorados de vez en cuando con un discurso algo más elaborado de Dominic Toretto (Vin Diesel), y con muchos, muchos comentarios y momentos ridículos de Roman, junto a puntos de risa claves, a su costa, por parte de Tej.
La entrega número siete continua fiel a su estilo, pero añade enormemente gracias a la presencia de Jason Statham. Lo que sigue igual es el elenco principal, Vin Diesel, Michelle Rodríguez y Paul Walker, aunque por desgracia este último no vaya a acompañarnos ya más, algo que la saga notará notablemente en la siguiente entrega. Defender a la familia de ataques variados viene siendo la tónica de las ultimas películas, y funciona genial, porque permite introducir además de incesantes y vertiginosas carreras por las calles de medio mundo (en este caso hemos disfrutado de Los Ángeles, Abu Dhabi, Atlanta o Tokio), unas escenas de pelea, que cada vez son más inverosímiles e increíbles. ‘Fast and Furious 7’ se corona en ese aspecto, y todo es gracias a Statham, en su papel de malo, Dwayne «La Roca» Johnson dando vida a Hobss y Vin Diesel encarnando a Toretto, tres portentos físicos o armarios empotrados, dependiendo de como quiera verse, que dejan al espectador dolorido solo de pensar por un segundo, que uno de esos golpes los podría estar recibiendo él.
Pero no sólo son digas de mención las luchas masculinas, la brutalidad no encuentra parangón en la escena de la muy lujosa habitación del rascacielos en pleno desierto, donde Letty recibe más de lo que da en su batalla personal contra la jefa de seguridad del príncipe. Mientras, el fallecido Paul Walker protagoniza una de las escenas más llamativas y vertiginosas de toda la película, y es además clave en el desarrollo de toda la trama, algo que pone de manifiesto escena tras escena, donde cada instante en pantalla es un tributo al actor y a su personaje, Brian O’Conner.
Nadie debería ir a verla si espera escenas de gravidez creíble, pero sí debería ir al cine, si lo que quiere es disfrutar de un inmejorable montaje de sonido, unos primeros planos rápidos y bien hilados, y una banda sonora pegadiza y a la última, porque en la saga ‘Fast and Furious’ la banda sonora es uno de los puntos clave. En esta séptima entrega no podía ser de otra forma, y la música que acompaña a cada escena es cuidada hasta el más mínimo detalle, un ejemplo de ello es la canción compuesta por Wiz Khalifa, quien repite poniendo ritmo a esta saga, junto a Charlie Puth esta vez con la canción titulada «See you Again», un claro tributo al fallecido Paul Walker en las escenas finales de la película.
https://www.youtube.com/watch?v=lzVqwbCrSsQ
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7.5/10
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8/10
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7/10
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8.5/10
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6/10
Resumen
Lo mejor: Es una de las más logradas y sentidas de toda la saga.
Lo peor: La despedida inevitable de Paul Walker.