Meses después de anunciar su retirada del cine, Kristin Scott Thomas reaparece en la gran pantalla con la película ‘Antes del frío invierno’. Con dos films en cartelera y otros tres por estrenar, esta actriz, protagonista femenina de ‘El paciente inglés’ (1996), se pone de nuevo a las órdenes del cineasta francés Philippe Claudel. Se trata del tercer largometraje del director, que repite con Scott Thomas tras ‘Hace mucho que te quiero’ (2008).
La película cuenta la historia de un matrimonio formado por el neurocirujano Paul (Daniel Auteuil) y su mujer Lucie (Kristin Scott Thomas). La pareja disfruta de una tranquila y apacible vida en compañía de sus hijos y nietos. Esta paz se ve perturbada cuando comienzan a recibir ramos de rosas con remitente anónimo, lo que coincide con la llegada de la joven Lou (Leila Behkti) a la vida de Paul. Lucie comenzará a sospechar de una infidelidad por parte de su marido, a la vez que éste y Lou entablarán una extraña amistad que les llevará a conocer sus más oscuros secretos.
Lo más atractivo de este film -que peca en algunas secuencias de un ritmo excesivamente lento que impide mantener el interés del espectador-, es el personaje al que interpreta Leila Behkti. Lou es una joven con una vida que no corresponde a la edad que tiene. Es una persona mayor atrapada en un cuerpo de 20 años, lo que le supone un gran lastre. Y quizás gracias a ello consigue conectar con Paul, que siente la necesidad de liberarse de su rutinaria vida contándole a Lou sus preocupaciones del día a día, para luego ser víctima de un aplastante silencio en la convivencia con su esposa. Como véis, el argumento no cuenta nada nuevo. Hombre casado conoce a joven con la que se desahoga, y ella ve en él una forma de escapar de su incompleta e insatisfactoria vida. Con su talento, la joven Leila Behkti aporta frescura al film, siendo su presencia, junto con la de Kristin Scott Thomas, un elemento determinante.
Con un acompañamiento de piano que enternece al espectador en las secuencias más optimistas, y una bonita fotografía que viene de la mano de Denis Lenoir ('Paris, je t'aime', 2006) esta película gustará quizás a los amantes de Kristin Scott Thomas, una actriz de elegancia incontestable y gracias a la cual el film supera el aprobado. El desenlace final, previsible para unos e inesperado para otros, no consigue salvar a la cinta, que acaba siendo un drama como tantos otros. Es bastante prescindible, y si finalmente decidís ir a verla, probablemente la olvidéis un par de días después.
