El próximo 9 de mayo se estrena en nuestros cines ‘En Apatía: Secuelas del odio’, ópera prima del director mexicano Joel Arellanes Durán. Ganadora del Premio Mención Honorífica al Largometraje de Ficción internacional del Festival Internacional de Cine de Hermosillo (México) el pasado mes de noviembre, ha sido seleccionada como película participante en la Sección Competitiva de la 4ª Edición del Festival Internacional de Nunes de Barcelona.
La película cuenta la historia de Marcos (Álvaro Díaz), un joven indiferente a la vida que ha heredado de su padre una educación agnóstica y un legado de odio. Tras enfrentarse a la muerte, todo cambia, alguien toma su lugar ante la ley y paga por su culpa, lo que trastornará su apatía.
El reparto está compuesto por actores de distinto caché. Álvaro Díaz debuta en la gran pantalla dando vida a Marcos, un personaje nada fácil de interpretar. Sobre él se sostiene toda la línea argumental del film, y en numerosas ocasiones tiene que sacar su lado más dramático. Un gran reto, sin duda, para un actor que aún está tomando contacto con el mundo del cine. Marcos tiene como amigo a Víctor, interpretado por Christian Casas, al que ya hemos visto en series como ‘Abuela de verano’, ‘Aida’, ‘Hospital Central’, ‘El comisario’ y ‘Cuéntame cómo pasó’. Se trata de su segunda película tras ‘Promoción fantasma’ (2012). La entrañable madre de Víctor viene de la mano de Carme Juan, actriz y cantante que ha trabajado en numerosas obras de teatro y ha presentado varios programas de televisión en la desaparecida cadena regional Canal 9. Lucía Ramos da vida a Laura, amiga de los dos protagonistas. Quizás la cara más conocida del film, la hemos visto en series como ‘El comisario’, ‘El internado’ y ‘Física o Química’. Bárbara de Lema da vida a la madre de Marcos, y Antonio Espigares, a su padre. Este último personaje es tan interesante como controvertido, ya que puede tener varias lecturas.
El objetivo del film es plasmar la situación en la que se encuentran muchos jóvenes de hoy en día. Indiferencia, apatía y odio son los tres grandes pilares sobre los que se apoya el argumento. El espectador joven que se acerque a la película puede verse a sí mismo reflejado en Marcos, el protagonista, a pesar de ser un personaje muy complejo que experimenta una enorme evolución a lo largo del film. Víctor podría ser cualquier amigo nuestro y lo mismo ocurre con Laura.
Se trata de una película basada en hechos reales, no siendo una historia en conciso sino fragmentos de historias acontecidas en España. Su rodaje ha supuesto un gran reto para el director, que no sólo ha tenido que realizar un enorme trabajo de investigación para buscar estas historias, sino que además ha querido reflejar las costumbres de nuestro país, y lo consigue con éxito. La película está rodada entre Madrid y Serranillos (Ávila), un pequeño pueblo que cuenta con poco más de 300 habitantes. El director ha elegido este último lugar para representar una de nuestras costumbres españolas más arraigadas: la de “irse al pueblo”. Aunque nos parezca difícil de creer, esta costumbre llama mucho la atención a los extranjeros que vienen a nuestro país, y Joel ha querido representarla a través de las visitas que hace Marcos a su abuela, que vive en el pueblo. El resto de la película transcurre en Madrid, representada mediante sus símbolos más emblemáticos. La fotografía, de la mano del director, nos enseña lugares como Gran Vía, Plaza de España o la Fuente de Cibeles, que siempre son un regalo para todo amante de esta ciudad.
La excesiva carga moral que contiene la cinta puede ser un arma de doble filo. Marcos lleva una vida de excesos y tiene una actitud totalmente indiferente a las consecuencias de sus actos. En un momento determinado ocurrirá una desgracia que le hará cuestionarse su modo de vida. ¿Es correcto lo que está haciendo? ¿Qué pasaría si hoy fuera el último día de su vida? Si bien la idea de la película es acercarse a los jóvenes para que se planteen las mismas cuestiones, la pregunta es si lo harán. Hoy en día, el tema de la religión en España es bastante controvertido. Según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas, en 2013 un 73,1% de la población de España se considera católico. Es bastante, por supuesto, pero cerca de un 25% no practica ni sigue una religión determinada –obviando, claro está, el pequeño porcentaje de la población que practica otra religión distinta al Catolicismo-. En este contexto, ¿cómo será recibida la película? Sin duda, no se trata de una idea comercial, sino que está más enfocada a la reflexión. Y es por ello que ‘En apatía’ viene de la mano de una nueva productora, INTMED Films, de reciente creación en España y que se estrena con este film. La productora tiene a Joel Arellanes Durán como director, y quiere traer un cine nuevo y diferente.
Al espectador que apueste por ir a ver esta película al cine, decirle que va a ver algo distinto, nada comercial, y con un gran mensaje. Es cine español realizado por un director mexicano, una propuesta interesante y curiosa, desde luego. Está protagonizada por tres promesas de la interpretación que suenan cada vez más fuerte en el panorama cinematográfico de nuestro país. Además, hay un trocito de los personajes en cada uno de nosotros, y tiene a Madrid como telón de fondo. Que la disfrutéis.
– Aquí podéis ver las entrevistas a Álvaro Díaz y Joel Arellanes Durán.