‘Buscando a Nemo’ se ha convertido en uno de los clásicos más aclamados por la crítica y por la audiencia de la factoría Pixar. Además de ser una de las películas familiares más apreciadas por los espectadores. Curiosamente este film podría exponer una trama que encajaría perfectamente con un largometraje de thriller, misterio y acción. En síntesis la película nos cuenta la historia de un padre que tras el asesinato cruento de su esposa, debe hacerse cargo de su hijo que padece de una discapacidad física. Tristemente, el hijo es secuestrado y el padre hará todo lo posible por recuperarlo, siendo ayudado de una discapacitada mental, teniendo que superar varios peligros. En resumen, sí, se está hablando de ‘Buscando a Nemo’.
Pixar ha sabido unir los elementos propios de una película de animación pero lo suficientemente adulta como para que no solamente los niños sean capaces de disfrutar del film, sino también los no tan pequeños e incluso los adultos. Aunque es cierto que aquí no se aprecia totalmente el factor de empatía con todos los sentimientos haciendo un canto a la nostalgia o tocando la vena más sensible, sí vemos un acercamiento al público para tener una conexión constante en la que pueda el espectador empatizar con el público. El humor es uno de los puntos más fuerte del film, no dejando de lado en ningún momento el drama que se está viviendo, pero esto permite dar al espectador una bocanada de aire y tener una fluidez narrativa que hace que el largometraje transcurra con rapidez y dinamismo.
En cuanto a línea argumental, ya se ha mencionado antes, pero sigue una lógica y un atractivo que capta al espectador desde el minuto uno. Empezando por los padres, por ese sentimiento de compartir la preocupación que tiene Marlin como padre, que todos los padres sienten, además del hecho del miedo de ver crecer a sus vástagos y a veces la sobreprotección que se ejerce sobre ellos. También se ve que cuando un padre dice que es capaz de recorrer mar y tierra por encontrar a su hijo, no es mentira. Pixar no solamente ha realizado una definición gráfica del amor de padre, sino que ha creado una crítica constructiva sobre las relaciones paterno-filiales en la actualidad, donde la libertad con los hijos en muchas ocasiones se ve opacada por una falta de entendimiento entre padres e hijos.
Por otra parte, en la imagen de Nemo se ve el ansia de libertad que tienen los niños a la hora de crecer, la rebeldía por conocer más pero también el miedo al no tener la figura paterna cerca, como se puede ver en el film. Las figuras de los peces del acuario son imprescindibles para la creación del personaje de Nemo, ya que son la contraparte de su grupo de amigos del colegio. Se puede ver como las relaciones con los demás son imprescindibles, hay una formación por parte del entorno, mientras que en el acuario le enseñan a ser fuerte y superar las limitaciones que tiene, en el colegio se ve la inmadurez de descubrir y tentar a lo prohibido y peligroso. Pixar consigue crear un entorno marino e inexistente muy humano, perfectamente se podría llevar esta historia con personas reales. Sin duda, Pixar ha sabido acercar la historia de manera que no se vea como «unos peces que hablan».
Cabe hacer un gran reconocimiento al personaje de Dory, fundamental y que opaca totalmente a Marlin. Sorprendentemente es uno de los personajes secundarios más queridos por el público. Aporta la inocencia y el humor que hace falta en la película, además de mostrar que inclusive en los momentos más negros hay que ser capaces de ver un halo de esperanza, una luz que pueda alegrar el día a la persona que esté viviendo una situación delicada. Señalar que lo que hace de Dory un personaje excepcional son todos los momentos inolvidables y humorísticos que ha dejado para la posteridad: su lenguaje de las ballenas, su amistad con los tiburones e inclusive, como intenta recordar las cosas.
Por último, señalar que esta película es imprescindible y está a la altura de otros largometrajes de Pixar como ‘Wall-E‘ o ‘Up‘. Aunque no tiene a John Lasseter en la dirección, sino a Andrew Stanton y Lee Unkrich, sigue siendo de gran calidad, algo que los premios Oscar no dejó pasar, dado que consiguió llevarse el galardón a mejor película de animación de 2003. Tiene una aventura de grandes dimensiones donde los sentimientos son los grandes protagonistas, pero en esta ocasión, tiene un mensaje que debe ser escuchado y aprendido: padres e hijos y sus problemas de comunicación, la importancia del entorno y de las personas en las que te apoyas. Una película de animación que aunque es cierto que es un poco más infantil que otras, no deja de ser recomendable para todo tipo de público. No solamente es imprescindible de ver, sino que incluso puede llegar a marcar al espectador, sobre todo a personas que hayan crecido con dichos filmes. ¿Todavía no la has visto? No dudes en hacerlo, te enamorará.