La nueva película de Ángeles Reiné, ‘Héroes de Barrio’ es una comedía clásica, desde un punto de vista reivindicativo, tolerante y sobre todo muy libre. Pero sobre todo la directora ha tenido ese punto de visionaria al hacer del fútbol femenino la palanca necesaria para hacer mover todo el engranaje de su estilo propio de ver la comedía con un lenguaje visual que le hace diferente.
Paula es una niña que juega en un equipo de fútbol infantil femenino y pide a su padre, Luís, que le traiga a final de temporada al jugador del Betis Joaquín, de quién éste finge ser un buen amigo. Luís se apoya en su padre, un ex boxeador, y en su amigo Lito para intentar recuperar el amor de su mujer, que ahora vive con una nueva pareja.
La realizadora gaditana dirige su segunda película tras la reivindicada “Salir del Ropero” y tener detrás de sí el multipremiado corto “Ready to talk” cuyo guion para llevarlo a película ha llegado a ser elegido finalista en el taller de guiones de Sundance.
Comenzamos
Carlos Garries: ¿Cómo te lo has pasado en el rodaje de Héroes de Barrio?
Me lo he pasado muy bien dirigiendo la peli y además he tenido una suerte tremenda porque he trabajado con un equipo de actores con una humanidad maravillosa. Ha sido muy agradable porque es una gente estupenda con mucha humanidad y eso, para mi, es lo que me he llevado como persona y también como directora. Piensa que las dos películas que he dirigido no han sido fáciles para comenzar a narrar en el cine, porque las dos son con muchos actores y una gran cantidad de secuencias corales. En muchas de ellas el protagonista principal era el Bar y había que explicar visualmente, no solo lo que estaba pasando a los protagonistas sino que también lo que estaba pasando alrededor, ¡Me meto en unos líos!. Tengo muchas ganas de hacer una peli de dos o tres personajes para narrar de una manera más simple (risas) y no meterme en tantos líos.
Carlos Garries: Desde la primera escena ya nos estás marcando tu lenguaje como cineasta, con ese plano grúa que nos muestra una sola realidad de la noche pero marcando dos de las características principales de tus personajes principales, uno madrugando y el otro yendo a dormir.
A mi la cámara es una cosa que me apasiona. Estudié en la London Film School, especializándome en la rama de fotografía, aunque también tuve allí la formación completa de cineasta. En mis cortos de estudiante siempre mi parcela fue la fotografía. Desde que salí de la escuela siempre he sido directora, pero he llevado la cámara toda mi trayectoria desde que comencé como directora de publicidad. La cámara siempre ha sido una extensión de mi narración, narrar con la cámara es fundamental para mi, porque de verdad que me aburre el plano contraplano, no soy de cámara estática, me gusta el movimiento y en el caso concreto de este tipo de películas, hasta ahora las dos que he hecho, lo que quiero es meter dentro al espectador, que se sienta uno más.
Y la idea en la primera escena era esa, que a pesar de ser dos tipos con dos circunstancias diferentes muy grandes son dos grandes amigos. Estos amigos que muchos tenemos, que son de verdad total, esos amigos que dices: “me da asco la confianza que tengo con él” Esa grúa me permitía situar al espectador en el contexto. Pero la verdad es que también tengo que adaptarme al tipo de película que estoy rodando, con pocos medios, low buyed, en la que tengo cuatro semanas para preparar la filmación y cinco semanas para rodar. Por eso he tenido que buscar donde están las secuencias que podrían marcar el lenguaje más técnico, ya sea utilizando la grúa, un dron y las demás escenas me las hago de una manera más sencilla, porque no tengo más tiempo ni medios. Poner un elemento técnico en la película, y cuando hablo de elemento técnico me refiero a un simple travelling, todo esto supone un montón de tiempo porque cada vez que haces un set up de cámara es un movidón donde están implicados un montón de técnicos alrededor. Sobre todo en películas pequeñas el tiempo es algo fundamental porque si tienes la toma a la primera entonces puedes decir en ese momento que puedes montar. Me gustaría montármelo como Scorsese, porque yo soy mucho del amigo Martin, pero un Scorsese en un rinconcito de Sevilla significa no acabar la peli. (Risas)
Carlos Garries: Ángeles, la selección española de fútbol femenino, ha vivido este año un gran despegue, para muestra el último partido de la selección española en el europeo de Inglaterra que fue seguido por un 25 % de share en televisión. ¿Fuiste una visionaria? porque empezaste con la película hace casi dos años. ¿Qué sientes?
Tenía muchísimas ganas de contar una historia de fútbol y de hecho la tenía desde que estrené en Valladolid “SALIR DEL ROPERO”. Mi idea era la de hablar sobre unas jugadoras de fútbol que había conocido cuando yo era muy pequeña a través de una noticia que salió en un periodico. Y de repente me llega este guión a través de Eduardo Campoy En un principio era de un niño que deseaba ser futbolista, pero me dijo “puedes hacer lo que quieras, puedes cambiarlo”, era un guión de hace quince años y no estaba actualizado. Al darme la oportunidad de modificarlo y hacer lo que quisiera con él, enseguida me vino aquella historia y le dije “Tiene que ser una niña y que la niña tenia que debía desear un regalo a través de una carta de los reyes magos y que además soñar a lo grande, como es que debemos soñar las mujeres, a lo grande. Por eso lo que más desea es jugar en la selección española, nada del barrio, porque creo que es muy importante, como he comentado anteriormente, que las niñas sueñen a los grande, los niños también por supuestos pero a ellos se les ha acostumbrado más desde pèqueño, pero a la niñas no tanto. Por lo tanto sigamos las mujeres buscando grandes metas
Carlos Garries: Entonces te vino el guion y lo adaptaste hacia la historia que deseabas contar
Totalmente, también cambie el hecho de que los padres acabaran juntos y que se reencontraban super happy porque esto actualmente no es así, qué pasa con todos esos niños que sus padres están divorciados, tú entras en una clase de 20 o 25 niños y una cuarta parte de la misma sus padres están separados. Lo importante no es saber que los padres vuelvan juntos, lo importante es que se lleven bien y que haya una armonía en la familia aunque no vivan juntos. Por eso también di importancia al hecho de que la madre tuviera una vida, unas ganas, un trabajo, una profesión y que tuviera ganas de prosperar, recordemos que antes las madres no trabajaban y en el guion la madre estaba totalmente anticuada a la época que estamos viviendo actualmente.
Carlos Garries: ¿Es ‘Héroes de Barrio’ una modernización de una comedia clásica desde un punto de vista reivindicativo, tolerante y sobre todo muy libre?
Si, si, muy libre esa ha sido la idea. Una comedia reivindicativa, la idea siempre es hacer una película de entretenimiento pero que al final yo pueda contar unas cosas que siempre están ahí, una serie de valores que están ahí, para quien los quiera cojer, y sino poco a poco. Esa era la idea y espero que vaya mucha gente a verla al cine. Son esas películas con las que sales con un buen sabor de boca, con un sentido de alegría y que si estás un poco de bajón te pueda dar el subidón y que salgas del cine contento.
Carlos Garries: ¡Qué buen cuadro de actores que tienes!
He tenido mucha suerte de contar con todos ellos porque, aparte de ser fantásticos actores, son grandes personas, somos ahora como una gran familia. Al final nos tenemos mucho cariño, nos hablamos y espero volver a trabajar con todos ellos de nuevo, con Antonio Pagudo, con Jesús Almedo y con Alex que es un actor fetiche para mi.
Carlos Garries: Dechent y Dogherty me los creo tanto y además ese bar es muy real, es como un personaje más de la historia
Pues ese bar lo he sacado de un barrio, precisamente de una barriada de Alcalá de Guadaira que estaba vacío porque ya lo habían cerrado. Me interesaba mucho el espacio porque tenía cuatro ventanales y dos puertas de entrada porque buscábamos localizaciones de ese tipo donde la cámara pudiera entrar y salir por diferentes ubicaciones. La jefa de localizaciones me lo encontró y fue maravilloso, es que he tenido tres ejecutivas directivas de producción que han sido fantásticas con una increíble Manuela Ocón (estoy segura que vamos a trabajar más veces juntas) además de un equipo andaluz maravilloso. Hablé con casting y pedí que la figuración fuera muy diversa y real. Los amigos del padre (Dechent) era gente auténtica del barrio, incluso uno de ellos era sordo, un niño que juega con Luna es también real, un niño que tiene síndrome de Down y juega al fútbol, las señoras que van a jugar a las cartas todas las tardes son sevillanas y una de ellas es marroquí que siempre echan su partida, el panadero que pasa es oriental. Porque hoy en día esa es la realidad de los barrios, tenemos gente de todas las nacionalidades. Quería que todo fuera muy inclusivo.
Carlos Garries: Vaya un lujo trabajar con Manuela Ocón
Me he llevado muy bien con ella y hemos sintonizado muy bien, ha sido muy fácil trabajar con ella. De hecho mi próximo proyecto espero rodarlo con ella en el 2023. Es una historia que me ha venido a través de Iñaki Gómez, con la productora BIXAGU (‘Handia’, ‘Loreak’, ‘La trinchera infinita’) y es una historia muy interesante de dos niños que son hermanos subsaharianos, que son menores de edad y sin papeles. A pesar de todo es una historia con bastante positivismo, con bastante esperanza y de alguna manera también es una historia de integración de todos los que viene a buscarse la vida, como intentan hacerlo nuestros hijos, es una aproximación más para poder normalizar ese asunto
Carlos Garries: ‘Sevillanas de Brooklyn’, ‘La maniobra de la tortuga’, ‘La Mancha Negra’, ‘El Mundo es suyo’, ¿Comienza a reivindicar el cine realizado en Andalucía?
Está bien que haya mucha cantera interesante de cine andaluz y también que se ruede aquí porque tenemos unas localizaciones maravillosas y es una tierra con mucha luz, con muchas horas para rodar, con muchos escenarios de todo tipo, desde montaña hasta mar. Luego lo que tenemos también es mucha creatividad, los andaluces siempre hemos sido muy creativos y cada vez se realiza un cine más puntero. Además tenemos mejores técnicos conforme pasan los años.
Carlos Garries: ¿Para cuando la película de tu multipremiado corto “Ready to talk”?
La tengo, la película de hecho, quedó finalista en el taller de guiones de Sundance. Muchísimos espectadores del corto en diferentes festivales me lo han comentado también porque ese corto tuvo un gran recorrido y llegó a conseguir muchísimos premios en Estados Unidos y en España. En ese momento me encontraba trabajando en Estados Unidos y acompañaba al corte en diferentes festivales y el público me pedía lo mismo: “Queremos ver la película”, entonces lo escribí, lo presenté a Sundance y al final quedó finalista. En algún momento haremos la película.
Carlos Garries: Es momento de reivindicar tu opera prima ‘Salir del ropero’, una comedía diferente, trabajada, con la luz del maestro de fotografía José Luis Alcaine, en un lugar tan maravilloso como Lanzarote y donde te atreviste a contar de nuevo como protagonistas con dos de nuestras grandes actrices: Verónica Forqué y Rosa María Sardá, además con un tema difícil todavía en nuestro país como es la homosexualidad femenina entre la gente mayor. Creo que es un buen legado lo que nos ha dejado tu película
A Verónica le encantaba la película, a parte, tuvimos mucha sintonía entre las dos porque teníamos ese punto de ser muy espirituales, de hacer yoga, como muy Happys, teníamos una conexión bárbara. Rosa era una mujer estupenda y se notaba que había sufrido mucho en la vida desde muy pequeña.
Y si es cierto, es una comedia que está muy trabajada porque tuve la suerte de trabajar con José Luis Alcaine (en ‘Héroes de Barrio’ no he podido trabajar con él porque estaba con la última de Pedro Almodóvar). La verdad es que he trabajado muchas veces con José Luis y lo adoro, tenemos una conexión bárbara y te puedo asegurar que me reí muchísimo con esa película porque el es un cachondo. Desde primera hora de la mañana, cuando nos recogían en el coche, yo ya me iba riendo. Y José Luís estaba encantado con la peli porque podía hacer de todo, desde utilizar grandes angulares o hacer planos secuencia porque a mi me gusta ver mucha gente en el plano. Y la verdad que mucha gente no lo entendió porque están acostumbrados a ver comedia con un plano, contra plano y yo no quería hacer eso. Le comentaba que era una película de enredo y que debía ser una película al estilo Hollywood, como la Fiera de mi niña y todas las películas a las que yo adoro. Quería contar la comedia como ellos lo hacían, en gran plano general y que se vea todo, que se vea lo que pasa y que el espectador sea el que decide donde quiere mirar porque ahí hay un gran lío.
Es verdad que me he llevado muchísimas alegrías con ‘Salir del Ropero’ porqué en más de alguna ocasión se me han acercado a mi en persona o a través de mi página web o del Instagram, hubo una en concreto me dio las gracias porque era gay y cuando se sentó con su madre a ver la película, de repente vio que era normal que fuera gay y que no era una cosa guarra porque veía a esas dos señoras a las que ella adoraba entonces lo vio como si fuera algo absolutamente normal, entonces su madre, de repente, cambió la actitud hacia él. Mira ese comentario ya me lo llevo para el resto porque si consigo ese cambio de actitud entre familiares ya es una alegría muy grande además de ser algo maravilloso.