'Abogado por un dólar', morir en vida (2022)

Si llevas un tiempo en Dramaland, probablemente este K-drama no sea lo primero que veas del actor Namkoong Min. De hecho, casi seguro has llegado aquí empujada por la motivación de seguir viéndolo trabajar. Puedo asegurarte que no lo has visto nunca antes en un papel así de variado y entretenido. Habiendo visto trabajos suyos previos no esperarías que la comedia le cayese como un guante, pero en ‘Abogado por un dólar’, está sobresaliente, por lo que hay que atreverse con ella, si o si.

Cheon Ji-Hun (Namkoong Min) es un abogado con un estilo inusual. Cobra solo 1000 wones (alrededor de 1 euro) por su servicio, pero es uno de los abogados más hábiles que existen. Lucha contra los abogados más caros y sus ricos clientes, que intentan salirse con la suya infringiendo la ley. Baek Ma-Ri (Kim Ji-Eun) trabaja como asistente del fiscal y está a la espera de conseguir un puesto en el prestigioso bufete de su abuelo, Baek Hyun-Mu (Lee Deok-Hwa). La vida de Baek Ma-Ri transcurre sin problemas, pero su vida cambia después de conocer a Cheon Ji-Hun.

Ahora que ya has leído la sinopsis puedes ver que vas a entrar de lleno en un drama de abogacía, pero no te preocupes, con este no vas a pasar largas horas en el juzgado escuchando retailas argumentales difíciles de seguir, ‘Abogado por un dólar’ es todo sobre los defendidos y sus historias, y por ende, la acción está en la calle, mientras se investiga y averigua como puede crearse la mejor estrategia de representación del cliente de la forma más particular posible. Esa acción en la calle, y el hecho de que solo se cobre un dólar por la representación, nos lleva a presenciar casos típicos de ‘David contra Goliat’. Casos siempre en los que el más poderoso atropella, con todo lo que tiene en su haber, a quienes menos oportunidades tienen.

Pero para eso están nuestros protagonistas. Cheon Ji-Hun da la sensación de que no sabe muy bien lo que hace, pero siempre cae de pie. Es mucho más audaz de lo que su apariencia muestra y cuando lo conozcas verás que no gana los casos por golpes de suerte. Ante la interpretación de Namkoong Min no podemos hacer otra cosa que quitarnos el sombrero. Está de premio e incomparable a nada que haya realizado previamente. Se ve que ha disfrutado cada minuto del rodaje. ‘Abogado por un dólar’ está hecha a medida para el, y la serie mejora y mejora, dándole un personaje digno de recuerdo en su carrera interpretativa.

En contraposición y a un mismo tiempo codo con codo trabaja junto a Kim Ji-Eun que da vida a Baek Ma-Ri, una joven con un fuerte carácter y sentido de la justicia que solo necesita la guía adecuada para explotar su potencial. La dualidad de sus personalidades y las muy distintas formas de actuar de ambos, nos llevan de paso por las situaciones más alocadas y divertidas que una pueda esperar, siendo este el K-drama perfecto para disfrutar en cualquier momento de la semana. No importará cuando lo veas, siempre será el momento adecuado.

¿Qué drama estoy viendo?

Puede que esta pregunta te asalte en más de una ocasión, pero no dudes, continua. Cuando llegues al episodio 6 y 7 quedarás fascinada. No solo por lo mucho que has reído previamente sino porque lo que está por llegar se presenta épico, cambiante, maduro y emotivo a partes iguales. En esta serie hay lugar para el romance, para la traición, para la amistad y la lealtad más profunda.

Además, acompaña a la historia una especie de música mexicana mezclada con western muy particular que te hace sonreír cada vez que no tan sutilmente aparece de fondo. Así, el conjunto general presentado en pantalla es hilarante. Si a un guion ácido, afilado y bastante alocado se le suma esa banda sonora que llama a la epicidad pero que roza el desastre, y se le añade un diseño de vestuario más bien atrevido y muy colorido, tendrás todo lo que no sabías estabas buscando.

El triunfo de quien no tiene nada que perder

El halo cómico que rodea a ‘Abogado por un dólar’ nos extraña y a veces nos chirría debido a los comportamientos estridentes de su protagonista, pero conforme corren los episodios, entre risas y momentos emotivos, te das cuenta de que este K-drama tiene muchas más capas de las que sus imágenes promocionales nos hacían creer tenía. Hay tras cada uno de sus personajes una historia de lucha y sentido de la justicia muy marcado. Protagonistas que buscan hacerse un hueco en la sociedad mientras son reconocidos y validados por sus seres queridos en un mundo lleno de continuas luchas sociales y jerarquía, bañadas por el poder y prestigio del dinero.

En cada uno de sus casos, se luchará y pondrá sobre la mesa una injusticia, completándose, un drama ya redondo, con subtramas necesarias para hacernos pensar en lo mucho que aún debemos mejorar como sociedad, independientemente del país en el que vivamos.