‘100 days my prince’, ¿nieve o pétalos cayendo? (2018)

Lee Yool (Do Kyung-Soo), es un joven príncipe heredero perfeccionista, que después de caer de un acantilado y casi morir durante un intento de asesinato, pierde la memoria y vaga durante 100 días con un nuevo nombre Won Deok, una nueva personalidad y se transforma en un hombre que no sabe sobrevivir como campesino. Durante ese tiempo conoce a Hong Sim (Nam Ji-Hyun), una mujer inteligente y fuerte que acaba vinculada a él para evitar convertirse en concubina del señor de la aldea.

«Los zapatos están para usarlos, no para atesorarlos». Cuando comencé a ver ‘100 days my prince’ no esperaba encontrar un K-drama que me entretuviese tanto, y mucho menos que me dejase frases como ésta sobre las que reflexionar incluso ya acabado el drama. Lo que parecía un sageuk normalito que, sin más, iba a ver y anotar en la lista de «vistos» queda finalmente en un sitio muy especial. Si es de esos dramas que están en tus eternos pendientes, debes sacarla inmediatamente de ahí. Te cuento por qué.

Aprender a vivir

Pocas cosas dan más juego en un guion que la pérdida de memoria en uno de los protagonistas. Pero todas sabemos que esta es un arma de doble filo, y una bien peligrosa. De hecho, casi nunca sale bien porque hacia el final de la historia o bien ha perdido fuelle o todo está tan enrevesado que nos hemos acabado perdiendo o aburriendo. No ocurre así en ‘100 days my prince’, este K-drama consigue darnos todo lo bonito y divertido del volver a experimentarlo todo por primera vez en un bloque inicial de episodios, consiguiendo, hacia el final de la serie, resolver de forma madura y paulatina esa recuperación de los recuerdos, creando con ello una narración acorde al tempo e intensidad de la serie que hemos estado disfrutando hasta el momento.

Pero quizá lo mejor de todo sea la dualidad que se presenta entre la vida en palacio y la aldea. No hay tantas series que permitan ver ambas casi con igual impacto e importancia en la narrativa, y aquí se consigue. Lo mismo estás en disfrutando de la calidez de los fotogramas terrosos de la parte mas humilde de la trama que avasallado por los tonos brillantes y la suntuosidad de palacio.

Aunque lo que verdaderamente aporta luz a la serie es la candidez de las relaciones que mantienen los personajes secundarios con los protagonistas dentro de la aldea. Te enamorará la relación padre-hija casi tanto como la de sororidad de Hong Sim con Kkeut-Nyeo (Lee Min-Ji). Con ellas valoramos el tener con quien compartir nuestras penas, ese hombro sobre el que llorar, que siempre apoya y nunca juzga.

Nam Ji-Hyun y Lee Min-Ji

Romances por partida doble, y triple

Y como buena serie romántica que se precie no pueden faltar los amores imposibles, los no correspondidos, los anhelados, los recién encontrados y los que parecen cosa del destino. Todos ocurren en algún momento y algunos de ellos incluso a un mismo personaje, pero lo mejor de todo es como el guion los desarrolla y explota.

Se crean tramas de engaño y sorpresas, algunas veces creerás que el egoísmo y la vanidad son quienes mueven los hilos y en otros casos querrás creer que el sentimiento de amor es tan fuerte que nada ni nadie podrá interponerse en su camino. No hay una sola forma de querer y ‘100 days my prince’ juega con ello a veces rompiendo nuestro corazoncito coreano, porque si en algo acaba centrándose su guion es en mostrar que se puede querer bien aunque eso suponga no siempre tener a quien más deseas a tu lado.

Los personajes masculinos son tímidos, vanidosos, pragmáticos, soñadores, realistas, cariñosos, pero por encima de todo humanos. Es en esa humanidad que la trama crece y torna interesante, porque aunque sabemos con certeza cuales son sus mayores deseos, no somos capaces de adivinar como intentarán alcanzarlos. Hay sensación de novedad a lo largo de todo su metraje y algún que otro giro que no esperamos y arranca una lágrima o sonrisa, aunque para saber cual es cual, tendrás que ver la serie.

Llena de cuidados detalles

Y para un buen histórico, nada como una banda sonora dulce y melodiosa. No hay mejor forma de seguir leyendo sobre la serie que dándole al play en esta preciosa canción interpretada por CHEN. Aguanta la tentación de ir a Spotify añadirla a tus favoritas hasta que termines de leer. Porque seguro que si le das una oportunidad a la banda sonora, acabas añadiendo más de una canción. Las notas alegres, casi risueñas se cuelan en casi todas ellas, y sin darte cuenta, estás de buen humor mientras ves la serie, y esa sensación hace que te enganches aún más a la historia del príncipe que endulzó su mirada cuando perdió la memoria.

A esto hay que sumarle las preciosas escenas en las que se encuentran frente a frente nuestros protagonistas, donde los pétalos de árboles en flor caen como si de copos de nieve se tratase o esas otras en las que los farolillos inundan de color la escena. ¡Ah! y como dejarnos en el tintero esos encuadres con preciosos puentes de ensueño sobre el que esperar o anhelar al ser amado…

Con una fotografía vibrante que sorprende colándose en escenas de paisajes en los que la mirada no es capaz de abarcar toda la naturaleza que se presenta ante nosotros, y con un gusto por el detalle pocas veces tan bien manejado, disfrutamos desde los delicados pespuntes en sedas hasta los reflejos sobre el agua en calma. Aunque no es este el único aspecto técnico por el que sobresale este drama. Destaca por encima de todo, sorprendiéndonos sobremanera su parte más belicosa. Todas las secuencias de pelea, enfrentamientos con armas, huidas y batallas campales están cuidadas, tienen enorme calidad técnica y ofrecen espectáculo. No puedes apartar la mirada de ellas, consiguen que tus ojos sigan con atención la concatenación de movimientos y salvo en dos pequeños matices de CGI no encontramos pega alguna.

‘100 days my prince’ consigue «en solo cien días» hacerte reír y darte cuenta de que no importa cuan privilegiado se sea si se vive en una cárcel mental o física, por muchos lujos que ésta tenga. La contraposición de unos aldeanos que pese a las muchas penurias que padecen cada día, encuentran el confort en sus seres queridos y la de unos nobles que nunca pueden bajar la guardia y siempre están alerta, nos recuerda que vivir en armonía no tiene precio y mucho menos puede comprarse.

Si te gustan los K-dramas de corte histórico que a primera vista parecen sencillos y amables, pero que guardan mucho más que ofrecer tras de sí, has encontrado la serie perfecta para acompañarte durante 16 episodios.

Tráiler de ‘100 days my prince’

¿Nos encanta?
Overall
3.5
  • Fotografía
  • Banda Sonora
  • Edición y montaje
  • Guion
  • Originalidad
  • Interpretaciones
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Otros sageuks románticos y con mucha acción son:

Gu family book’, bajo el cerezo en flor (2013)

Amor bajo la luz de la luna’ (Sung-Yoon Kim, 2016)

Si ya has visto ‘100 days my prince’, toca ponerse ‘Bienvenidos a Dramaland’

Dónde ver '100 days my prince'

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