Nuestro protagonista ‘Venom’ es un ser de un tremendo atractivo para todos aquellos aficionados al mundillo de los superhéroes. Por que sí, por que reúne la mayor parte de los ingredientes que terminan haciendo de estos personajes de ficción seres amados o no: chistecillos fáciles, una historia «oscura», unos comienzos complicados y una capacidad muy alta para hacer del caos y la destrucción su modus operandi.
Tom Hardy es uno de los artistas que poseen ese atractivo del cual dotamos a ‘Venom’, pero en el mundo real. Y no hablamos físicamente, si no trascendiendo a sus aptitudes interpretativas, las cuales han quedado de sobra demostradas en ‘El Renacido’; ‘Dunkerque’, ‘El caballero oscuro: La leyenda renace’ y ‘Origen’, entre otros tantos títulos. Si ya hice en su día campaña desde aquí por el Oscar a DiCaprio, llegará la de Tom Hardy.
Lo difícil se encuentra en discernir por que el resultado final de la película es el que es con semejantes puntos de partida. Ruben Fleischer tendrá su parte de responsabilidad, pero alguien que me hizo disfrutar tanto como él en ‘Bienvenidos a Zombieland’ no puede cargar con todo el peso de una cinta que no llega a ser ni la mitad de lo que unas expectativas marcaron antes de su estreno. Quizás resida en la sencillez de lo que cuenta… el trasfondo social; el deseado y seductivo trasfondo social que se le puede aplicar a toda película que se desee con tal de encontrar una razón para contar algo. Y un personaje atormentado que se encuentra a la deriva entre sus posibilidades para dar un golpe sobre la mesa y su mentalidad para preocuparse por el resto de la raza humana, cuando ésta no ha hecho más que maltratarle de alguna manera. Si, pueden ser un par de razones de peso para hacer una película.
Ruben Fleischer se pierde en querer contar mucho en poco tiempo, y termina no sabiendo realmente que quería decir, y mucho menos como decirlo.
La interpretación de Riz Ahmed es incomprensible, y más después de verlo en ‘The Night Of’ y saber de lo que es capaz; Michelle Williams, nominada cuatro veces al Oscar (‘El gran showman’, ‘Manchester frente al mar’) se libra por poco de la crítica, puesto que su papel no deja de ser un aprobado sin más, y el resto de acompañantes en la cinta pasan sin pena ni gloria por la pantalla.
Entonces…
Pero no en las interpretaciones reside el grueso de la decepción: es en la acción y su edición; en esas escenas «descerebradas» como Venom invita a hacer, pero sin guardar un rigor de ritmo y equilibrio entre exageración y realidad que nutren a estas escenas de potencial. Esa mezcla entre guion descafeinado y falta de un balance concreto en la elección de las escenas de acción implican que la película vaya atropellada en la mayor parte de su realización. Las escenas de persecuciones, el boicot continuo entre parásito (perdona, Venom) y huésped y el descontrol que hemos comentado alejan la mente del resto de sus fallos.
En la comedia sin sentido es donde realmente consigue ganar algo de fuerza. Tiene ese aire cómico de ‘Deadpool’ con los chistes sencillos y de tintes de superioridad que el simbionte suelta sobre la raza humana donde realmente puedes alejarte de ese amalgama de detalles que es la película y centrarte en disfrutarla con cierta tranquilidad.
Así que:
Aun así y con todo esto, Venom como personaje es una joya, y Tom Hardy una selección más que inteligente como protagonista; y ambos forman una simbiosis de la cual se podría haber sacado más jugo, pero que por el camino se ha diluido totalmente. Habrá más, y muy posiblemente cogerán todas las críticas que están recibiendo y harán un estudio para arreglar sus errores en esta primera entrega. Pero no hay duda de una cosa: la capacidad que este antihéroe de Marvel tiene para encandilar al público es muchísimo superior a una película que podría haber sido una maravilla, y se ha quedado en una leve mancha de algo viscoso y negro.