‘The night manager’ es sin lugar a dudas la miniserie de este primer trimestre del año, y probablemente sea una de las mejores producciones que veamos en la pequeña pantalla en los 300 días. Como casi siempre, la cadena británica BBC ofrece un producto de calidad técnica y fotográfica que nos hace caer rendidos con solo unos minutos de visionado. En este caso debemos decir que ayuda, y mucho el increíble elenco con el que cuenta.
BBC nos presenta una serie de acción, conspiraciones y drama basada en la novela homónima del celebérrimo autor John Le Carre, que fuese publicada allá por el año 93. Su imaginario en papel ha permitido que llevemos disfrutando de grandes producciones en el cine como ‘El jardinero fiel’ o ‘El hombre más buscado’ desde el año 1965.
Nos cuesta decidir por cual de los actores empezar, y para no discriminar en cuanto a talento, algo que los dos protagonistas tienen de sobra, lo haremos por edad.
Hugh Laurie, si, ese que siempre conoceremos como House, da vida en los seis capítulos que tendrá la miniserie a Richard Onslow Roper, un magnate de complejo y dudoso carácter que conseguirá que nos planteemos si todo lo que creemos saber es verdad, mientras nos da la oportunidad de conocer lo que el dinero puede comprar, como puede comprarlo y a qué precio puede hacerlo. A él se une Loki, es decir, Tom Hiddleston, quien se atreve en este caso con un papel en el que las líneas no están borrosas, simplemente no existen una vez decide infiltrarse en la vida familiar y en los negocios de Roper encarnando a Jonathan Pine un ex-militar que pasaba sus días como gerente de noche en hoteles de lujo.
Estos son los dos grandes pilares de la serie, pero no podemos olvidar mencionar a participantes como Tom Hollander, Olivia Colman o Elizabeth Debicki, que terminan de bordar el trabajo realizado en interpretación. Consiguen entre todos crear una atmósfera de miedo subyacente, ira demasiado controlada, deseo y poder que le infieren un cuerpo escena tras escena como pocas veces podemos palpar.
Las localizaciones seleccionadas para rodar nos permiten visitar desde el más gélido de los escenarios en Suiza hasta las ensoñadoras costas mallorquinas, pasando por el Támesis, ¿Qué más podemos pedirle a una serie de espionaje e intriga?
Los 60 minutos vuelan, se nos va a quedar corta, eso es seguro, y ahí estará parte del éxito que tenga en tiempos venideros, pues nadie habla de esas series que nos agotaron con tanto capitulo y tan pocas ideas, pero lo hace con esas que nos dejan con la miel en los labios y que deseamos nunca hubiésemos terminado de saborear.
