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‘The King’s Letters’, un alfabeto como constelaciones | A Buenas horas

A mediados del siglo xv d. C., el rey de Corea, Sejong el Grande, desea crear un sistema de escritura simple para que la población en general pueda alfabetizarse. Hasta este momento, el reino de Joseon ha estado usando caracteres chinos, ahora tocará crear un nuevo alfabeto para acabar con esta tendencia.

‘The King’s Letters’ es una de las películas que más controversia generaron en su día. El público, indignado, pedía que la película fuese quitada de las salas de cine al salir de la misma. ¿Qué pudo causar tanto revuelo? Pues ni más ni menos que el atreverse a relatar un evento histórico con un prisma muy distinto al mostrado y enseñado en los libros de historia.

Esta es una película que habla sobre uno de los mayores logros culturales y sociales de la historia coreana, la creación del Hangul, el alfabeto coreano, y la puesta en escena de Cho Chul-Hyun, su director, aunque preciosa y acertada en su estética, fue un clamor (negativo) por su guion, con el que daba alas a una minoría estudiosa que propone que la creación del Hangul no fue algo creado de forma aislada por el gran rey Sejong y su corte confuciana, sino con ayuda de unos monjes budistas. Es esto último fue lo que causó enorme revuelo y casi llevó a la película a quiebra. Todo ello a pesar de un reparto estelar y una puesta en escena notable.

Es lo que tiene el cine de historia, que no está libre nunca de crítica, y aunque es cierto que nadie puede pedirle a una película que sea fiel a una realidad pasada de la que no tenemos una certeza ni conocimientos absolutos, si tendemos a esperar que se parezca a lo que leemos en los libros de historia. Eso no lo encontramos en esta película en cuanto a la creación del Hangul, pero si en el resto de elementos históricos como son el día a día en palacio.

El personaje de la reina, de fuerte tradición budista, aparece fielmente reflejada, así como algunas costumbres del rey Sejong, que tienen incluso líneas de guion explícitas que refuerzan la acción en pantalla para darles relevancia. Todo lo demás es dejarse llevar. Si uno no conoce la historia de la creación del Hangul va a quedar encantado con la cinta, ya que es divertida, interesante y tiene buen ritmo.

Algo que te hace quedarte hasta el final, y por supuesto, buscar información una vez ha terminado, lo cual no es poco en los tiempos que corren, es un reparto sólido y agradable en escena. Con un Song Kang Ho haciendo de un rey Sejong en los últimos años de su vida y reinado, quedamos atrapados por una presencia, que aunque débil y enfermiza, nunca pierde el aplomo y fuerte carácter de un monarca medieval consciente de las dificultades a las que se enfrenta su reino y los súbditos que en él habitan, día tras día.

Pero es, probablemente, la presencia de los monjes budistas, lo que más nos llega como espectadores. Esas figuras tan criticadas por su presencia fuera de lugar en palacio es la que a nosotros nos da vida. Son el contraste entre la vida llena de lujos y placeres de la vida palaciega y el ascetismo monacal, y eso nos deja escenas muy entretenidas y cálidas mientras todas las partes implicadas aceptan a quien tiene enfrente y aprenden a convivir los unos con los otros, dejando a un lado las notables diferencias que les separan.

Vas a quedar encantada con las secuencias en las que los monjes y el rey dan vida al alfabeto. Son dinámicas y muy instructivas, y quedas embelesada ante la intensidad de unas escenas que transcurren frente a un folio en blanco, sobre el que, con el paso de los minutos, vemos plasmar caracteres que cambiarán el curso de una nación, que desde ese momento podrá preservar su tradición oral por escrito.

Park Hae-Il, dando vida a ese monje budista más bien subversivo y contestón es el contrapunto perfecto para Song Kang Ho, ambos interactúan como iguales en pantalla y eso es lo que nos ofrece la intensidad necesaria para quedarnos y ver donde acabará esta gesta que se plantea como imposible en un reino gobernado por señores que no quieren perder la posición de privilegio que les ofrece controlar la palabra escrita.

Dale una oportunidad a esta película que te acercará al Hangul y la historia coreana. Déjanos un comentario más abajo o en redes con tus sensaciones y comentarios. Recuerda, puedes verla en Viki.

Tráiler de ‘The King’s Letters’

¿Nos encanta?
Overall
3.5
  • Fotografía
  • Originalidad
  • Banda Sonora
  • Guion
  • Interpretaciones
  • Edición y montaje
User Review
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Puntos fuertes

  • Los cantos budistas, que suenan con una belleza inusitada en pantalla.
  • La luz de su puesta en escena, oscura y realista.

Otras películas históricas coreanas que no puedes dejar de ver son:

Sado’, quien no debe ser mencionado (Lee Joon-ik, 2015) | ‘The Throne’ | A Buenas Horas

La gran batalla’, asedio a Ansi (Kim Kwang-shik, 2018) | A Buenas Horas

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