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‘Serena’ (Susanne Bier, 2014)

Años 20. George y Serena son un apasionado matrimonio de recién casados que se trasladan a Boston, a las montañas del norte de Carolina para montar un negocio maderero. George ya está acostumbrado a vivir en el campo, pero para Serena es una experiencia completamente nueva. A pesar de ello, pronto se adapta a la nueva situación.

Lo que acabará perturbando la vida de la pareja es la noticia de que Serena nunca podrá tener hijos.

Las bajas pasiones mueven los hilos de la nueva película de la directora danesa Susanne Bier, basada en la novela de Ron Rash.

La Gran Depresión de finales de los veinte queda bien retratada en esta atmósfera, también, por supuesto, en la propia historia y, sobre todo, en unos personajes que parecen o bien ser una extensión de esos parajes o bien estar totalmente imbuidos en ellos en perfecta simbiosis.

Esta película se rige por un ritmo lento pero bien marcado, haciendo que su duración sea intensa a la vez que apasionante, aunque en el computo global te deja un sinsabor un poco soso.

El efusivo amor de Jennifer Lawrence y Bradley Cooper no convence demasiado, ya que no apreciamos el feeling que desprendían en El lado bueno de las cosas, y es algo que sorprende, dada la química que comparten estos dos actores en la gran pantalla.

Serena construye una serie de simbolismos en torno a la pugna de la luz contra la oscuridad. Mientras que el ideal de la primera aparece como ese terreno brasileño que aún queda muy lejos, la segunda aparece de manera más cercana, en forma de un misterioso personaje con visiones proféticas, que termina desvelándose como la encarnación de la violencia más salvaje.

Los ingredientes principales de esta película son el amor, desamor, celos, paisajes idílicos, caza, traición, suspense, y sobre todo, la madera.

Para dar vida a esta obra romántica, Susanne Bier (Una segunda oportunidad, Amor es todo lo que necesitas, Cosas que perdimos en el fuego) utiliza a una de las parejas de moda en Hollywood. Jennifer Lawrence (Trilogía Los juegos del hambre, La gran estafa americana, El lado bueno de las cosas) consigue meterse tanto en su personaje, que llega a atacar tu mente, haciéndote creer todos y cada uno de sus momentos; Bradley Cooper (La gran estafa americana, El lado bueno de las cosas, El ladrón de palabras) a pesar tener algunos altibajos, consigue mantenerse en la estela de su compañera, realizando también un gran trabajo; Toby Jones (Capitán América: El soldado de invierno, El topo, Mi semana con Marilyn) realiza un notable papel metiéndose en la piel del sheriff; Rhys Ifans (Mi otro yo, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte I, Las vidas posibles de Mr. Nobody) interpreta a un misterioso personaje, que podría ser la parte crucial de la historia.

Susanne Bier no olvida la denuncia social, en este caso la tala indiscriminada de árboles. George se dedica a talar árboles para incrementar su imperio, arropado por familiares y socios llenos de deudas, debido a la crisis de los años 20 y a la arriesgada inversión del protagonista en tierras brasileñas, dónde el tema de la deforestación, sobre todo en la zona del Amazonas, está a la orden del día.

Bier aporta cierto cariz metafórico al personaje de Cooper, lleno de claroscuros, al enfocar su obsesión por cazar una pantera. Que es la obsesión del hombre ambicioso por controlar lo incontrolable, por imponer su poder sobre cualquier otro tipo de poder hasta que esto se termina volviendo contra él.

El ritmo, algo lento, no ayuda a que la narración vaya fluyendo a lo largo del tiempo. Las escenas que se supone que deben de estar cargadas de dramatismo y dar giros en la historia, en algunas ocasiones pasan desapercibidas, y en otras, con poca motivación y sin justificación alguna. Serena se llena en ocasiones, de partes previsibles y otras poco creíbles.

Pese a todo ello, Jennifer Lawrence y Bradley Cooper ofrecen un auténtico recital de principio a fin, y gracias a la belleza visual y al carisma de los actores, se evita que Serena naufrague en su totalidad.

La música, por parte de Johan Söderqvist, es increíblemente buena, metiéndote sin dudarlo ni un momento en ese ambiente dramático tan apasionado que tanto intentan transmitirnos.

La fotografía, realizada por Morten Søborg, es una obra maestra, recreando los paisajes de la zona en la que se mueven, mostrando lo más representativo de ellos, y lo más importante, haciendo que se ajusten a la época en la que nos transmiten el relato.

En definitiva, Serena cuenta una historia de amor apasionado teñido de inevitable tragedia, así que sin buscarle sentido más allá del que tiene, seguro que nos hará pasar un buen rato.

Os dejo una parte de la Banda Sonora Original, que estoy seguro de que os gustará:

https://www.youtube.com/watch?v=uUWIUmWHh6Q

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