‘Ofrenda a la tormenta’ (Fernando González Molina, 2020) | Trilogía del Baztán | Netflix

Ha pasado ya un tiempo desde que la inspectora Amaia Salazar se enfrentó a su madre. Pero a pesar de que tanto la Guardia Civil como el juez Markina dan por cerrado el caso, Amaia siente que no está libre de peligro. La muerte súbita de una niña en Elizondo resulta sospechosa y los análisis forenses llevan a Amaia a investigar otras muertes de origen similar que conducirán a la inspectora a la resolución final de los sucesos que han asolado el valle de Baztán. Tercera entrega de la ‘Trilogía del Baztán’, basada en las novelas de Dolores Redondo.

Las cosas del norte.

La película ‘Ofrenda a la tormenta’ empieza enseñándonos la ambientación del mismo modo que hicieron sus antecesoras ‘El guardián invisible’ y ‘Legado de los huesos’. El norte de España es normalmente frío en la noche y sus bosques están cargados de simbolismos y leyendas, así como esa neblina tan de película de terror que muchas veces envuelve los árboles y los deja casi sin poder verse. Amaia Salazar es uno de esos personajes que terminan presentando diferentes opiniones una vez se conocen. Por una parte tienes una mujer valiente, inteligente y dispuesta a todo con tal de estar a salvo y de eliminar un enorme mal de la sociedad. Por otra tienes lo que muchas veces podemos achacar a la propia realidad de la trilogía del Baztán (cinematográficamente hablando): no se sabe muy bien por que hacen ciertas cosas.

‘Ofrenda a la tormenta’ es directa en su narrativa inicial, pero con una pausa en el nudo que termina derivando en nerviosismo en el espectador. Esto es heredado de las dos películas anteriores, eso sí, pero en esta tercera no cesa en su empeño de mantenerlo para aportar los grados de tensión necesarios que requiera cada acontecimiento de la película.

Vaya gente rara.

Si es verdad que podemos ver a su vez en ‘Ofrenda a la tormenta’ una madurez mayor que en las anteriores. Así debiera ser, por otro lado, puesto que el tiempo siendo el mismo en la ficción debe hacer que el entendimiento actor/personaje aumente. De hecho podemos ver en esta tercera entrega una mayor calidad interpretativa de los protagonistas principales y secundarios que, si bien como he comentado en ocasiones sacan de quicio, son en su mayoría notables.

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Ergo, con la atmósfera perfectamente conseguida y unas interpretaciones al nivel de un guion de Luiso Berdejo que tiene pequeños gatillazos pero no deja de ser de una calidad muy alta (basado en semejante novela…), tenemos en ‘Ofrenda a la tormenta’ la necesaria sensación de agobio que otorga lo que debía tener un cierre de trilogía así.

Intriga bien ejecutada.

Estamos pues, con ‘Ofrenda a la tormenta’ ante una de esas películas que te mantienen en tensión y pegados a la butaca. Bien es cierto que en determinados momentos se vuelve lenta en demasía, pero no termina descolgándose de un metraje calculado para que el cierre de la trilogía sea correcto. Técnicamente brillante en su factura y con una ambición bastante digna de recordar, la película de Fernando González Molina es lo suficientemente acertada como para tenerla en cuenta y disfrutar de ella.

Tráiler