DEL PARQUET A LAS CÁMARAS
El mundo del cine se nutre en multitud de ocasiones de momentos históricos para hacer de estos algo que se recuerde gracias a sus producciones. Asi mismo, cuando no necesita rememorar momentos, utiliza a personajes públicos y conocidos para dar un tirón extra a la cinta, y poder conseguir así los objetivos que se marcaron en su momento.
Por otra parte, en otro universo que aparentemente no tiene nada que ver con el celuloide, está la NBA: fuente inagotable de instantes para la posteridad, y de personajes conocidos y, en multitud de ocasiones y generaciones, excéntricos como ellos solos.
Debido a una u otra razón, el caso es que muchos de estos jugadores cambiaron el parquet por la cámara, y dieron el salto a la interpretación, ya sea en producciones memorables o en pequeños cameos. Y algunos con más suerte que otros; pero sin duda, para dejarnos un recuerdo de su paso por el séptimo arte.
EL PRIMER PEQUEÑO PAPEL
En 1978, Bruce Lee era el rey de las artes marciales, y sus películas eran un disfrute completo para todos aquellos adictos a este tipo de práctica. En “Juego con la muerte”, una película más de las tantas que realizó, encontramos una de las primeras sorpresas que la NBA y el cine nos mezclan. El combate entre el protagonista, y un Kareem Abdul Jabbar que pone su descomunal físico al servicio de la interpretación, dejándonos una lucha digna y merecedora de ser recordada.
DR. J ABRIENDO LA VEDA
El año 1979 se recordará dentro del cine por películas como “La vida de Bryan”, “Apocalipse Now” o “Alien: el octavo pasajero”; pero aparte de todas ellas, tuvo lugar la llegada de Julius Erving al cine.
La película “The Fish That Saved Pittsburgh”, protagonizada por Dr. J, cuenta la historia de un grupo de jugadores cuyo equipo está al borde del caos, y por el cual se sienten tan desesperados que piden ayuda a una astróloga.
La cinta no pasará a la historia como una producción excepcional, ni mucho menos la interpretación de un Erving del cual llegaron a decir que no debió haber salido de la cancha; pero si es de reconocer el mérito de ponerse delante de una cámara para hacer frente a una producción en la cual su presencia es parte del bautizo entre la dualidad cine-NBA.
Además, en un papel menos importante, también podremos ver imágenes de Kareem Abdul Jabbar, jugador que le pillaría el gusto a la interpretación desde su papel con Bruce Lee.
DESPEGANDO
Las películas en las cuales Leslie Nielsen tiene un papel, suelen ser una continua carcajada y un sin cesar de momentos al servicio de la comedia. “Aterriza como puedas” llegó en 1980 para poner una sonrisa en todos aquellos que se disponían a disfrutar de la misma. Denominada de género “comedia absurda”, Kareem participó haciendo de copiloto donde demostró las dotes para la interpretación. Sin embargo; y aunque todo el mundo que esté puesto en el baloncesto conoce el nombre de Jabbar, bien es cierto que su interpretación en el film le acercó mucho más a la fama y a ser conocido por un sector más amplio.
Además, Kareem posee un amplio historial de cameos y papeles en diversas películas como “BASEketball”, “Fletch”, “Olvídate de París”…demostrando que sus dotes interpretativas no son tan descabelladas como en otros jugadores que dieron el salto.
EL FISICO ABRE PUERTAS
En el año 1984, surge “Conan el destructor”. La película narra como la poderosa Reina Taramis promete a Conan hacer volver a su amada del Reino de la Muerte si este cumple con un trabajo: entregarle un legendario cuerno con piedras preciosas incrustadas y a una bella y joven princesa.
Las aventuras de este en el camino para conseguir a su amada son la trama principal de una cinta en la cual nos encontramos con Wilt Chamberlain junto a Arnold Schwarzenegger. El jugador de los 100 puntos, interpreta a Bombatta; capitán de la guardia de Shadizar.
El cuerpo de Chamberlain, uno de los jugadores más dominantes de las historia de las canchas, si no el que más, con 2,16 metros de altura, le hacen ser en pantalla un auténtico guerrero capaz de destrozar todo lo que se ponga a su paso; y esta es una de las razones por lo que su papel no resulta tan descabellado.
SHAQ ENTRA HASTA LA COCINA
Shaquille O’Neal fue para la liga de baloncesto americana un soplo de aire fresco: dominante como pocos y con un punto de excentricidad que hacia las delicias de sus seguidores tanto dentro como fuera de la cancha. Y bien temprano esto le sirvió para entrar en el séptimo arte, y casi quedarse dentro para siempre.
Todo comenzó en 1994, con una de las películas más queridas por los aficionados al baloncesto: “Ganar de cualquier manera” puso en pantalla, además de Shaq, a miembros NBA como Penny Hardaway, Bob Cousy y Kevin Garnett. La cinta trata sobre el mundo universitario, y las compensaciones económicas prohibidas para hacerse con los servicios de los mejores jugadores que se encuentren.
Dos años más tarde, en 1996, su nombre ya era muy bien conocido en todo el mundo, y el color púrpura y oro ya impregnaba su vestimenta de juego. La fama es mayor, a expensas de los grandísimos años que le esperaban por delante dentro de las canchas, pero fue Paul Michael Glaser quién se fijó en él, viendo un auténtico genio de lámpara maravillosa para formar una película familiar con ápices de comedia, que entretiene a pequeños y mayores. “Kazaam” le abre las puertas como protagonista principal, y Shaq ya empezaba a ser el Shaq que todos conocemos.
Y tanto se le conoce, que en 1997 protagoniza “Steel: un héroe de acero”, película de Kenneth Johnson, donde Shaq interpreta a un diseñador de armas que termina siendo la única esperanza de la sociedad, en una película de acción que demostró que su físico era imponente en cualquier ámbito.
A partir de todo esto, surgen muchos cameos: en “Scary Movie 4” es capaz de reírse de su porcentaje irrisorio durante toda su carrera en tiros libres; y también aparece en “Jack y su gemela” y “Niños grandes 2”.
La carrera de Shaq como actor no es de las más prestigiosas de Hollywood, pero si es cierto que él es el jugador que mayores interpretaciones ha realizado, y, cuanto menos, el que más sonrisas nos ha sacado desde la otra parte de la pantalla.
MERMELADA ESPACIAL Y LOS FELICES 90
Posiblemente se trate de la película que todo el mundo conoce sobre baloncesto. “Space Jam” aúna animación con personajes reales, creando una aventura que la mayoría de nosotros ha podido disfrutar. En ella, el personaje principal –respetando a Bugs Bunny– es, nada más y nada menos que Michael Jordan.
El, considerado por la inmensa mayoría, mejor jugador de la historia, nos sumerge en una aventura con porciones de comedia, donde el baloncesto es el arma capaz de salvar a la humanidad, y donde se pone en orden la lucha y la capacidad de sufrimiento que posee el baloncesto. Una historia de humanidad y compañerismo, donde todos los personajes forman un tándem excepcional, recreando la película por antonomasia sobre baloncesto mundial.
En dicha película, unos extraterrestres diminutos roban sus habilidades sobre baloncesto a diferentes jugadores (Charles Barkley, Patrick Ewing, Muggsy Bogues, Larry Johnson y Shawn Bradley) para conseguir jugarse la libertad de unos Looney Tunes, que piden ayuda a Michael Jordan mientras jugaba al golf con Bill Murray y Larry Bird.
Para “Space Jam 2”, salieron rumores de que, con esta nueva película, iba a ser LeBron James el encargado de regresar a las pantallas la histórica saga, pero todo hace indicar que esto no será así, y que finalmente no participará en la segunda película de un título que, con Michael, recaudó 200 millones de dólares por todo el mundo.
Y, como mundo de excentricidades por excelencia que es el cine, llega Dennis Rodman a la gran pantalla. El que fuese compañero de Jordan, protagonizó dos películas que no pasaron desapercibidas; y que descubrieron otra faceta del pívot.
Así, sale a la luz “Double Team” en 1997; en la cual aparece junto a Jean-Claude Van Damme para formar parte de una película de acción con agentes antiterroristas y traficantes de armas. Y tres años después, se descubre al mundo en “Rescate explosivo”, donde vuelve a demostrar que, el que fuese un jugador de acción, dominante e incansable en la lucha de cancha, también lo es en el séptimo arte.
Rodman, así, participa en dos películas de acción que aunque no recibieron el reconocimiento tan apabullante como podría caber esperar, sí que son muy dignas de ser visionadas para disfrutar así del jugador más excéntrico tanto dentro como fuera de la cancha.
Kareem Abdul Jabbar parecía haber abandonado completamente la senda interpretativa hasta 1996, año en el que aparece “Rebound: The legend of Earl ‘The Goat’ Manigault”. En esta cinta, comparte cartel con Kevin Garnett –el cual da vida a Wilt Chamberlain– para contar la historia de Earl Manigault; para muchos, el mejor jugador de baloncesto no profesional de la historia.
“Una mala jugada”, sale a la luz en 1998. Es una película dramática sobre baloncesto, para la que Spike Lee¸ su director, había pensado en Kobe Bryant; al que no pudieron darle lo que pedía.
Gracias al rechazo de Black Mamba para ser protagonista de la cinta, Ray Allen se mezcla con Denzel Washington para dar a luz a su personaje Jesus Shuttlesworth y centrarse en el debate de ayudar a un padre del que no se siente orgulloso, o entrar a formar parte de la mejor liga del mundo.
Ray Allen demuestra que posee aptitudes dignas para la interpretación, y junto a sus compañeros de reparto crea una de las grandes películas sobre baloncesto del panorama internacional; dejando a una altura muy baja a todos aquellos que lo habían intentado antes que él.
https://www.youtube.com/watch?v=muEaclIjsTU
AL RICO CAMEO
En el año 2002, un jovencísimo actor llamado Bow Wow protagoniza una película titulada “Una pandilla de altura”. En ella, este joven jugador se encuentra unas zapatillas con las iniciales MJ, lo que hacen suponer que pertenecían a Michael Jordan; y gracias a ellas, consigue un juego envidiable. Tanto es así, que los Knights (equipo ficticio) le hace jugador profesional, y así consigue enfrentarse a jugadores como Allen Iverson, Jason Kidd, Webber, Alonzo Mourning, Tracy McGrady, Vince Carter, Dirk Nowitzki y Robinson; en la que es, posiblemente, la película que más acerca el mundo NBA y sus jugadores a las pantallas.
Y hablando de cameos, propiamente dichos, surge una película sobre un jugador ficticio de los Nets de New Jersey: “Jugada perfecta”.
En ella, Scott es un jugador de los Nets, estrella de la Liga, que se lesiona en el partido de las estrellas. La película es una especie de comedia romántica que no tiene nada de especial; pero en ella aparecen jugadores de la NBA realizando cameos y apariciones estelares para apoyar a su amigo fuera de la cancha. Dwyane Wade, Dwight Howard, Mike Fratello, Stan Van Gundy, Kenny Smith, Rajon Rondo, LeBron James o Andre Iguodala son algunos de los jugadores que se muestran como ellos mismos en una película que coleccionó críticas en ambos lados de la balanza.
https://www.youtube.com/watch?v=5jhjwfVSXu8
En términos de cameos y pequeñas apariciones, las series también ocupan un lugar importante en el cual estos reyes del parquet pueden demostrar sus aptitudes.
En los años 90 había una serie protagonizada por Will Smith que hacia las delicias de todo el mundo: “El príncipe de Bel-Air”. En ella, el protagonista era un amante del baloncesto, lo que sirvió de excusa perfecta para que Isiah Thomas asomase la cabeza en forma de cameo en uno de sus episodios.
Con sabor español, Pau Gasol, el jugador nacional que más trascendencia ha tenido fuera de nuestras fronteras, ha participado en un capítulo de “CSI Miami”, y en otro de “Numbers”; y Carmelo Anthony y Bosh hicieron lo mismo en “Ley y Orden”.
¿Y AHORA QUE?
Bien es cierto que en la actualidad estas producciones han ido descendiendo a pasos de gigante, pero últimamente las estrellas han puesto su imagen a las órdenes de directores, y en especial dos de los grandes de la liga.
Kobe Bryant, líder indiscutible de Los Angeles Lakers, se juntó con el director Robert Rodriguez para hacer un cortometraje titulado “The Black Mamba”. En ella Bryant recibe la visita del director que le explica que tiene la idea de una película con él como protagonista
https://www.youtube.com/watch?v=sPw6hvYC-p4
Y le llegó el turno a otro de los líderes de la liga, Kevin Durant. “Quiero ser un Thunder” es una película de comedia, que sigue el mismo patrón que Space Jam, pero sin entrar en la animación.
En ella, un joven de 16 años gana unas habilidades milagrosas de baloncesto en detrimento de la gran estrella de los Thunder de Oklahoma. Kevin Durant entra así en el mundo del séptimo arte, en una película que sin pena ni gloria, pero entró en la filmografía de los amantes del baloncesto y de jugadores de la NBA que buscan demostrar sus dotes interpretativas.
Muchas son las películas que han sido protagonizadas o que han tenido algún cameo por parte de estrellas consagradas en la NBA; y, en la mayoría de ellas, la participación de estos no ha pasado desapercibida, dando lugar a entrañables actuaciones y a risas desmesuradas por parte de los que observan que, a la mayoría de ellos, se les da mucho mejor el aro que la cámara.
Pero aun asi, son para agradecer, y sin duda que habrá muchos más títulos en los que estrellas mediáticas aparezcan para, como mínimo, hacernos esbozar una sonrisa.