‘Man on high heels’, aceptarse a uno mismo (Jang Jin, 2014) | A Buenas Horas

Yoon Ji-wook (Cha Seung-won) es un duro detective de homicidios, conocido por su capacidad de capturar delincuentes violentos. Es reverenciado como una leyenda en la fuerza policial y al mismo tiempo temido entre la mafia por la brutalidad con que enfrenta a los delincuentes. Sin embargo tiene un secreto que esconder del mundo en el cual vive. ‘Man on high heels’

¿Quieres una película con un guion de esos que no has visto nunca, con un tratamiento maduro sobre un tema complejo socialmente y que además tenga violencia gratuita por doquier? No lo sabías, pero estás de suerte. Solo te tienes que mudar al cine coreano y darle una oportunidad a ‘Man on high heels’.

Aún me sorprendo, y espero seguir haciéndolo con unas cintas de acción que tienen un toque oscuro e historias verdaderamente conmovedoras, humanas y reales. El protagonista de esta cinta, Ji-wook no recuerda no encontrarse en lucha consigo mismo. Nunca se ha sentido identificado con su género, y, a pesar de todos sus esfuerzos por intentar obviarlo, cuando lo conocemos en la cinta ya ha tomado la decisión de dejar de ocultarse, y se encuentra en pleno tratamiento hormonal para ser la mujer que siempre ha sentido es.

‘Man on high heels’ es una oda al verdadero ser y a la lucha continua a la que sometemos por presiones sociales a una parte de la sociedad que solo quiere ser reconocida por cómo se siente, no por como ha nacido. En este aspecto, el guion hace un trabajo formidable. Nos lleva de la mano del protagonista y nos muestra su realidad desde dentro. Cómo sus compañeros del cuerpo de policía lo perciben y valoran, como le temen los gánsters y criminales a los que se enfrenta, y sobre todo, vemos cómo asume todos esos juicios sobre su persona.

Unos juicios que giran en torno a etiquetas y concepciones sociales que fuerzan sobre la masculinidad ciertos parámetros, que chocan frontalmente con el verdadero yo de Yoon Ji-wook. El es todas esas cosas que piensan sus compañeros, es capaz, fuerte, arrojado y valiente, pero eso no lo hace más hombre a sus ojos, de hecho, le hace luchar consigo mismo, llegando al extremo de tener que abandonar la realidad que conoce para poder comenzar a vivir libre, aunque no alejado de dudas y prejuicios.

Solo por todo este debate existencial ya merecería la pena ver esta cinta. Es lo que tienen las buenas premisas, que atrapan y te hacen acercarte sin dudarlo. Lo bueno de ‘Man on high heels’ es que además de todo eso cuenta con una fotografía impresionante, que nos ayuda a cambiar de escenarios, ambientes y sensaciones con pasmosa facilidad. La fotografía es lúgubre cuando se pasea por lugares turbios, y es viva y brillante cuando nuestro protagonista se encuentra rodeado de quienes lo aceptan.

Las interpretaciones son serias. No hay gran número de personajes que intervengan en la trama, pero lo hacen con la intensidad suficiente para ser recordados los justo a lo largo de las dos horas que dura la película. No hay excesos ni elementos que nos descuadren en ninguno de ellos. El conjunto es adecuado, aunque ciertamente la estrella, sin lugar a dudas es Cha Seung-won, que excede todas las expectativas y se arriesga, dejándonos una interpretación que pasó demasiado desapercibida en su día a pesar de la enorme complejidad interpretativa del papel.

Las escenas de acción, son casi imposibles de seguir, y no por incoherentes, sino por todo lo contrario. Son brutales, extremas y muy rápidas. La concatenación de golpes, movimientos y giros es impecable en todas las escenas, y ya no hablemos de aquellas bajo la lluvia, a las que bien podríamos tildar de genialidad. Eso sí, no serían tan memorables de no ser por la mezcla de sonido, que está muy cuidada. A ello hay que añadirle una preciosa banda sonora, que pasa del techno a la guitarra flamenca abriéndonos así una cantidad de mundos y sensaciones tan amplios como por los que pasa Yoon Ji-wook.

La venganza es la categoría perfecta para guardar ‘Man on high heels’. Es el encuentro de submundos que colisionan dejando ríos de sangre. Todos ellos quedan ligados en nuestro protagonista. Desde el mundo profesional, con la comisaria de policía, a ese más velado que son los clubs nocturnos sin dejar atrás el de la corrupción, y la criminalidad abusiva de los gánsters que se piensan por encima de la ley. Todos ellos se funden creando un mundo que deja huella.

La venganza no es lo que mueve a nuestro protagonista, pero sí a sus antagonistas, con Oh Jung-se, dando vida al jefazo que hará de la vida de Yoon Ji-wook una mucho más difícil. Seremos así espectadores del enfrentamiento entre la necesidad de escapar y vivir o de cumplir con el deber, ajusticiando a aquellos cuya crueldad y avaricia no conoce límites. Tendrás que ver ‘Man on high heels’ para descubrir quien queda en pie. Te avisamos que no hay pausa o tregua alguna.

Tráiler

¿Pasa el corte?
Overall
3.7
  • Fotografía
  • Guion
  • Edición y montaje
  • Originalidad
  • Banda Sonora
  • Interpretaciones
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Puntos fuertes

  • Coreografías en torno a las escenas de pelea cuidada al más mínimo detalle.
  • Una interpretación espectacular de su protagonista

Otras cintas coreanas que giran alrededor de la venganza son:

‘El hombre sin pasado’ (Lee Jeong-beom, 2010) | A Buenas Horas

‘A company man’ (Lim Sang-Yoon, 2012) | A Buenas Horas

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