Dicen que cuando el Diablo no sabe que hacer, con el rabo mata moscas. En esta caso, abre un piano-bar.
La cinta mezcla el aire policíaco con la comedia más pura, sobre todo en los momentos en los cuales Morningstar aparece en pantalla haciendo alarde de sus sobrenaturales poderes –como este, inútil pero guapísimo-. Esta mezcla de géneros tan trillados en las series televisivas del momento, se diferencian entre si dependiendo del instante de la serie, pero lejos de rechinar, forman un complemento y una unión que elevan la calidad narrativa de la serie, evitando que cada caso aislado que se deba de resolver se vuelva monótono y repetitivo a raíz que los capítulos se sucedan.
El hecho de que la serie se remita a estos casos, desarrollando toda la historia alrededor de los mismos, pero metiendo al señor Morningstar en medio, se siente como un arma de doble filo ante los siguientes episodios que vayan acaeciendo. El punto a favor que la serie consigue con la inclusión de estos aspectos sobrenaturales se sientes potenciados con la química entre los protagonistas y con algún que otro personaje de relleno que sirve de punto de descanso al ritmo frenético que tiene la serie; pero no olvidemos que dejando de lado esto, puede perderse en ofrecer más de lo mismo que otras producciones del panorama. Necesita obtener un punto distintivo rápido que, aunque piensen que está en la entrada en pantalla del Señor del Infierno, no termina de cuajar a las revoluciones que debería; por lo que un aumento de estos instantes sobrenaturales podrían motivar al público a quedarse más tiempo pendiente de la serie.
En definitiva, es una serie divertida y entretenida, que no debería encontrar grandes problemas para una renovación; pero que puede tornarse pesada como no empiecen los capítulos a maniobrar y dar una vuelta. Los protagonistas ayudan debido a sus interpretaciones, pero hablamos de los principales, por que los secundarios se cierran en banda y no demuestran nada, lo cual hace palidecer a los episodios en los momentos en los que el tiempo en pantalla de los principales supera en demasía al tiempo de descanso de los mismos. No hay que olvidar que, las series están para madurar a raíz del episodio piloto y de los siguientes, y si algo tiene ‘Lucifer’ son los ingredientes para llegar a ser una buena serie, siempre y cuando la dejen madurar. Ya se dice: sabe más el Diablo por viejo que por Diablo.