Lo que en el pasado fueron los Estados Unidos, ahora es una nación llamada Panem; un imponente Capitolio ejerce un control riguroso sobre los 12 distritos que lo rodean y que están aislados entre sí. Cada distrito se ve obligado a enviar anualmente un chico y una chica entre los doce y los dieciocho años para que participen en los Juegos del hambre, unos juegos que son transmitidos en directo por la televisión. Se trata de una lucha a muerte, en la que sólo puede haber un superviviente. Katniss Everdeen, una joven de dieciséis años, decide sustituir a su hermana en los juegos; pero para ella, que ya ha visto la muerte de cerca, la lucha por la supervivencia es su segunda naturaleza.
Los juegos del hambre, es la primera de las tres entregas realizadas por su autora Suzanne Collins, cuya primera parte está adaptada por Gary Ross en la gran pantalla, en la que nos cuenta la historia de una Norteamérica posapocalíptica donde los adolescentes actúan como estrellas mediáticas en un juego de supervivencia donde sólo puede quedar uno. Emulando al antiguo Imperio Romano, la arena de combate es un estadio creado para el espectáculo de muerte, la diferencia es que aquí el escenario es la arena pública de la televisión, como si de un reality se tratase, y por otra parte, tenemos el parecido a un videojuego capaz de introducir elementos peligrosos según el ánimo de la audiencia. Ambos circos comprenden la fábula distópica de estética sobrecargada en su tramo inicial, que pasa a un auténtico survival en el que sobrevive no sólo el más fuerte, sino el más audaz.
Gary Ross (Seabiscuit, más allá de la leyenda, Pleasantville) se ayuda de un joven reparto, unido a un par de caras con más experiencia. Jennifer Lawrence (X-Men: Días del futuro pasado, La gran estafa americana, El lado bueno de las cosas) demuestra el gran potencial interpretativo que tiene, y, sin ir más lejos, el mismo año de este estreno ganó el Oscar a Mejor Actriz por El lado bueno de las cosas; Josh Hutcherson (7 días en La Habana, Amanecer rojo, El circo de los extraños) sabe estar al lado de la protagonista y ponerse a la sombra de J. Lawrence sin pasar desapercibido en ningún momento; Elizabeth Banks (Al borde del abismo, Así somos, Los próximos tres días) sabe manejar a su personaje demasiado estrafalario y descarado en su totalidad; Woody Harrelson (Ahora me ves…, Siete psicópatas, Siete almas) demuestra que no es sólo parte de True Detective, sino que es capaz de formar parte y destacar en cualquier trabajo que se le proponga.
La música, a cargo de James Newton Howard y T-Bone Burnett mezcla situaciones épicas con momentos emotivos, adecuados para cada momento en el que se está desarrollando la historia.
El apartado de fotografía, en el que Tom Stern realiza una labor superlativa, nos muestra escenarios sumergidos en la pobreza, zonas erigidas por una riqueza extrema, y una arena increíble en la que no falta detalle alguno.
La historia de Los juegos del hambre, estaba planeada para un único libro, según Suzanne Collins, pero al terminar de escribirlo supo que necesitaba una secuela, que se convertirían en dos nuevos libros: Los juegos del hambre: En llamas y Los juegos del hambre: Sinsajo, que se dividirá en dos películas: Los juegos del hambre: Sinsajo. Parte 1 y Los juegos del hambre: Sinsajo. Parte 2.
La película de Ross es una aventura atractiva, enérgica y emocional que debería agradar a los fans de la saga a la vez que atrae a otros nuevos.
Os dejo una parte de la Banda Sonora Original:
https://www.youtube.com/watch?v=1MlLn9RqlM8&list=PL2C3752045DDCEBF5