'La madre del blues' (Wolfe, 2020) | Crítica

‘La madre del blues’. Corre el año de 1927 y Ma Rainey se encuentra grabando una nueva producción discográfica en un estudio de Chicago, Estados Unidos. La situación se empieza a poner tensa por las diferencias entre la llamada Reina del Blues, su agente y el productor. El control de su música es el motivo del enfrentamiento. Entre ellos, se encuentra el trompetista Levee, quien desea tener mayor protagonismo en la escena musical a través de un toque más contemporáneo en las canciones.

'La madre del blues' | Netflix — ‘La madre del blues’ | Netflix

‘La madre del blues’ o como la música protagoniza.

De una película de los años 20 en Chicago y con el blues de fondo, las sorpresas que podemos encontrar no son gran cosa. Estamos en la historia de Ma Rainey, una artistaza con mayúscula cuyo ego tiene el mismo nivel y que se encuentra en la situación de ser un personaje que, de lleno en la grabación de un nuevo albúm, ve como las relaciones entre músicos, agentes y dueños de discográfica van chocando entre sí.

He ahí el poderoso punto de ‘La madre del blues’, pues una cinta que debiera tener la música como grandísimo protagonista, encuentra en las relaciones entre todos los personajes de la cinta el verdadero punto que organiza la película: la acción y la tensión. La trama de la misma es excesivamente sencilla, aunque lejos de ser negativo resulta un punto interesante a tener en cuenta para no perdernos. Pero esa forma de ver la lucha de egos y el interés de los personajes en lo que está ocurriendo en la historia lo que alimentan en sobremanera la potencia narrativa de la película.

Boseman y Davis.

Dos son los protagonistas que hacen que la obra sea fascinante en diversos aspectos; y es que los personajes interpretados por Viola Davis y Chadwick Boseman, atendiendo al peso que ya de por sí tienen en la cinta, ofrecen dos interpretaciones dignas de alabanza. Sin duda alguna estamos ante parte de los trabajo de actuación más poderosos del año, y personalmente para cada uno en los mejores que podemos recordar de ellos. Es, tristemente, el último papel de Boseman, pero esto no debe hacernos pensar que de llevarse un premio sería por los términos lacrimógenos de su fallecimiento: el actor está que se sale dando vida a Levee.

Junto a sus grandiosas interpretaciones un puñado de actrices y actores (Glynn Turman, Colman Domingo, Joshua Harto, Taylour Paige, Jonny Coyne, Jeremy Shamos…) forman una atmósfera deliciosa que es completada totalmente por dos factores importantísimos en toda película: la música y la fotografía. El estilo cálido y seguro del cromatismo de la obra se arropa también en un blues y unas canciones deliciosas que disfrutamos durante todo el metraje, cuya edición está perfectamente cuidada también.

Por lo que…

Por lo que, nominada como está a cinco estatuillas, podemos pensar que ‘La madre del blues’ es una de las candidatas a disfrutar de la victoria, puesto que los ingredientes que la componen son una delicia para le público. Quizás su ritmo algo lento en pequeños momentos y diferentes ápices de tensión mal encauzada durante el metraje le resten puntos, pero sin lugar a dudas estamos ante una película interesante y muy recomendable. Sube el volumen a la música y déjate llevar por Ma Rainey.