‘La isla de las mentiras’. ¿Qué ocurre después de un naufragio en el lugar que lo ha contemplado y vivido todo? La noche del 1 de enero de 1921, en medio de una espesa niebla, el vapor El Santa Isabel, con 260 emigrantes con destino Buenos Aires, se hundió frente a la escarpada y dura costa de la Isla de Sálvora, en la provincia de A Coruña. Esa noche no había hombres en la Isla, estaban celebrando las Navidades en tierra firme.
La única esperanza de los supervivientes que luchaban por no estrellarse contra las rocas eran las pocas mujeres, viejos y niños que vivían en esta isla. Tres jóvenes isleñas deciden lanzarse al mar en una pequeña embarcación tradicional. Remando sólo de oído, debido a la espesa niebla y a la noche cerrada, logran salvar a 50 personas.Todo lo que ocurre desde esa noche va a sacudir y cambiar para siempre este lugar. Un periodista argentino acude a la isla para cubrir la noticia del naufragio. Pero poco a poco comprueba que esa noche sucedieron demasiadas terribles “casualidades” en la isla. Son muchas las incógnitas que hay que resolver y a la isla le resultará imposible seguir siendo una isla.
Paula Cons ha conseguido algo interesantísimo con ‘La isla de las mentiras’. Su primer largometraje como directora nos lleva a una de las historias más interesantes y quizás olvidadas de la historia (española). La prensa de este país, elocuente y creativa en muchos momentos, tildó la historia como «el Titanic gallego». A sabiendas que la importancia del momento era más la venta de periódicos que la vida de aquellos que sintieron esta zozobra directamente, no resulta tanta locura el título dado a uno de los capítulos de la memoria histórica más olvidados (como otros tantos, por otra parte).
Cinematográficamente hablando…
Ojo, no es James Cameron y su ‘Titanic’ del 97. De hecho en ‘La isla de las mentiras’ cuenta algo tan interesante y curioso que lo de menos es el hundimiento del navío en sí. La historia recuerda a todas aquellas tramas que delegan en las capacidades de la intriga la opción de contar algo de mayor peso que aquello que quieren contar. Estamos ante algo que va más allá de que un barco se pierda en las profundidades del mar: la gente, un asesinato, una trama interna de la propia isla, otra externa a la misma que se cuenta a pequeños retazos, relaciones personales…
Sálvora es la isla que, bajo un fuerte, digamos… feudalismo, se mantiene perenne en el tiempo. Una isla que encuentra en un día a día que no cambia la razón para seguir la misma senda despreocupada, pero carcelaria. He ahí uno de los principales fuertes de una película sobre el terreno que la misma Sálvora ocupa: los personajes que la habitan. Y por ende, los actores que bajo su capacidad interpretativa dan vida a los mismo.
Lo que pasa en la isla…
‘La isla de las mentiras’ tiene como protagonista a diferentes versiones de la personalidad humana como tal, pero sobre todo a tres mujeres de órdago. Nerea Barros es una absoluta barbaridad dentro de la película, llevando el peso totalmente protagonista y haciendo sentir a los que disfrutan la cinta ese estado continuo de ansiedad y tratamiento de nervios que su personaje interpreta. Una mujer fuerte, independiente y que tiene perfectamente claro que debe de hacer cada momento. Si algo tiene ‘La isla de las mentiras’ es el hecho de ver en su personaje, María, la fuerza suficiente para seguir adelante a pesar de todas las circunstancias que puedan acaecer.
Aitor Luna es la parte diferente del resto en cuanto a comportamiento. Está atrapado, y la cinta no deja enseñar del todo por qué. Darío Grandinetti es a ‘La isla de las mentiras’ lo que el mayordomo a cualquier buena película de intriga y asesinatos (ojo, esto no es un spoiler), Victoria Teijeiro y Ana Oca son las otras dos protagonistas que llenan inmensamente la pantalla y muestran la vida isleña como tal y la valentía ante lo realizado.
La isla
‘La isla de las mentiras’ es algo por encima de todo: una fotografía envidiable. Aitor Mantxola es el culpable de dicha hazaña, pues las escenas tiene algo muy interesante que contar, y es que el ambiente isleño no se lo quitan de encima jamás. La niebla, el mar (que parece sencillo, pero resulta complicadísimo de fotografiar) e incluso las escenas «retrato» de los protagonistas sienten que tienen algo que decir en todo momento.
Estamos en ‘La isla de las mentiras’ pues ante una cinta seria, elegante en su ejecución y complicada de llevar a cabo, pero cuya manera maravillosa de contar la historia despierta en los que la ven algo que va más allá de una historia de naufragios más. Es un cúmulo de todo aquello que se levanta sobre la cinta: la intriga, tensión, escenas, sentimientos encontrados ante el malo y el bueno… un debut en cuanto a largometraje para tener en cuenta. Muchas gracias, Paula Cons.
Tráiler
¿Pasa el corte?
Overall
-
Fotografia
-
Montaje y edición
-
Música
-
Guion
-
Interpretaciones