Cuenta la historia de un estafador brillante, Irving Rosenfeld, que junto a su astuta y seductora compañera, Sydney Prosser, se ve obligado a trabajar para un tempestuoso agente del FBI, Richie DiMaso. DiMaso les arrastra al mundo de la política y la mafia de Nueva Jersey, que es tan peligroso como atractivo. Carmine Polito, es un apasionado y volátil político de Nueva Jersey, atrapado entre los estafadores y los agentes federales. La impredecible mujer de Irving, Rosalyn, podría ser la que tire de la manta, haciendo que todo se desmorone.
La película se abre con una escena que pone las cartas sobre la mesa. Todos los personajes de esta película ocultan cosas. La intención de O. Russell es tejer una historia en la que los engaños se vayan acumulando, y el espectador no pise tierra firme en ningún momento. Todo esto acompañado de flashbacks y voces en off al más puro estilo Scorsese.
La gran estafa americana es una película de interpretaciones, porque en cuanto al argumento, pese a ser inteligente, no cuenta nada nuevo. El engaño y la mentira son el motor de la historia. No se hace mal, pero tampoco es una obra que cumpla con todo su cometido, aunque no llega a aburrir, pese a su duración. Se ve, se disfruta, pero no deja huella. O. Russell juega varias cartas, y unas le salen bien y otras no tan bien.
Siete nominaciones a los Oscar consiguió en 2010 con The fighter (ganando el de mejor actor secundario, para Christian Bale, y el de mejor actriz secundaria, para Melissa Leo), ocho tuvo en 2012 con El lado bueno de las cosas (ganando el Oscar como mejor actriz la muy acertada Jennifer Lawrence). Este año ha conseguido diez, gracias a La gran estafa americana.
Entre las candidaturas que ha tenido este año, se encuentran: Mejor película, Mejor director, Mejor actor, Mejor actriz, Mejor actor de reparto, Mejor actriz de reparto, Mejor guión original, Mejor diseño de producción, Mejor vestuario y Mejor montaje. Pese a haber sido la que más candidaturas ha obtenido, junto con Gravity, no ha conseguido obtener ninguna estatuilla.
David O. Russell (El lado bueno de las cosas, The fighter, Tres reyes) nos prepara un ruidoso desfile de dantescos estilismos, peinados imposibles y escotes interminables, de la mano de grandes interpretaciones. Y para ello se vale de un reparto de gran calibre.
Christian Bale (Trilogía Batman, The Fighter, El truco final (El prestigio)), toma el control de esta película, de manera sólida, dando carácter y sentido, haciéndonos creer la estafa; Amy Adams (Her, The Fighter, La guerra de Charlie Wilson), que comparte una gran química con Bale, se muestra sexy y potente, consiguiendo seducir al espectador con sus artes interpretativas; Bradley Cooper (Trilogía Resacón en Las Vegas, El lado bueno de las cosas, New York, I love you) da un golpe sobre la mesa, y nos demuestra que la gran actuación en El lado bueno de las cosas, no fue una casualidad, y nos deja ver lo gran actor que puede llegar a ser; Jennifer Lawrence (Trilogía Los juegos del hambre, El lado bueno de las cosas, X-Men: Primera generación), nos enseña una vez más, por qué tiene el Oscar como mejor actriz por El lado bueno de las cosas, y nos regala otra de sus mejores interpretaciones; Jeremy Renner (Los vengadores, El legado de Bourne, Misión Imposible: Protocolo Fantasma), nos convence de que es capaz de hacer más de lo que nos tiene acostumbrados a ver, y realiza una labor impecable; y el cameo de Robert De Niro (El lado bueno de las cosas, Uno de los nuestros, Los intocables de Eliot Ness) al más puro estilo Casino o Godfellas, aportando el "tono" ganster a esta película.
El mensaje de fondo que da la película, es básicamente una crítica a las apariencias, la falsedad en las personas y en la sociedad. La mentira del sueño americano y la infelicidad que los personajes sienten respecto a las oportunidades y las posibilidades que la vida les entrega. Si a eso le añadimos la corrupción política, que se oculta y funciona detrás de fachadas construidas y avaladas por la ciudadanía, que elige a sus autoridades, que poco o nada practican los valores de transparencia y la honestidad que requieren sus actos, tenemos como resultado "American Hustle". La mentira, también está presente en las relaciones de pareja, con amantes legitimados por la propia relación, matrimonios destruidos, a la vez que maquillados con lujos, elegantes vestidos, fiestas y excesos que se usan para ocultar la realidad.
La fotografía, a cargo de Linus Sandgren, es espectacular, adaptada a lo que se nos quiere transmitir, dando un aire retro a esta historia de estafas, en la que los escenarios y los personajes centran el protagonismo por completo. La banda sonora, compuesta por Danny Effman, es brutal y hace que nos dejemos embaucar por la estafa y el ambiente ochentero que se nos ofrece. Entre sus diferentes autores, nos encontramos perlas como A horse with no name, de America, o Long Black Road, de Electric Light Orchestra, entre otras.
En resumen, la película destruye el sueño americano, y lo define sin tapujos, como la gran estafa americana.
Os dejo un pedazo de esta Banda Sonora Original, que merece mucho la pena echarle un vistazo:
