Las películas de animación para niños suelen estar hechas por grandes estudios, si se quiere tener un buen índice de éxito. En el año; todo el público espera la nueva película de Pixar, DreamWorks o Disney, por citar algunos. Las producciones animadas que han sido hechas por estudios menos conocidos no consiguen estrenarse con tanta potencia.
Desde Sudáfrica llega la cinta de animación ‘Khumba’, que fue un extraordinario éxito en su país, manteniéndose más de 15 semanas en taquilla y se ha anunciado secuela. El cine de animación en países africanos tiene una historia muy reciente. Sudáfrica es uno de los pocos países que apuesta por la producción de largometrajes de animación convencionales. Ya en 2012 demostraron que tenían habilidad para crear éxitos como ‘Zambezia’, la historia de un joven halcón llamado Kai que, después de la visita de sus amigos Gogo y Tini, decide visitar el lugar llamado Zambezia, donde vive una gran comunidad de aves, y así descubrir sus orígenes.
Khumba es una cebra macho que nació con rayas en la mitad de su cuerpo. Debido a supersticiones, todos le acusan de ser el responsable de una larga sequía. Por esto, decide encontrar un legendario pozo de agua en el que las cebras consiguieron sus líneas, según cuentan las leyendas. Sin embargo; Khumba tendrá que enfrentarse con el malvado Phango, un sádico leopardo que controla todos los pozos de agua y aterroriza a todos los animales de la sabana.
El esquema es bastante sencillo: un protagonista, con un defecto evidente, con tintes de antihéroe y afán de superación. Clásicos obras de animación como ‘El patito feo’ o ‘Dumbo; así como otras más contemporáneas como ‘Ratatouille’ o ‘Cómo entrenar a tu dragón’, ya han tratado un tema así. Sin embargo, ‘Khumba’ decide ofrecer esa historia trasladada a la sabana africana dándole un toque original. Sus puntos más fuertes residen en personajes secundarios; un sobreprotector ñu hembra con un triste pasado, una avestruz macho que fue un divo del teatro, una cría de cebra que desea que se la tome en serio, un villano con un traumático recuerdo, hacen que esta propuesta tenga un aire de originalidad que hace que no sea un déjà vu.
El director, Anthony Silverston, no es un novato en la animación. Ya había escrito el guion de ‘Zambezia’ y ahora se lanza a la dirección correctamente. Silverston consigue crear una película acertadamente dirigida a los más pequeños de la casa, una labor difícil ya que es un público al, difícilmente, se le toma en serio. Silverston aprovecha para mostrar paisajes de su país, que el espectador ajeno le resultará exótico; a la vez que se muestra una crítica sutil al desarrollo en Sudáfrica, de cómo ha transformado el hábitat de la fauna autóctona. Así como una acertada animación en 3D que se aprovecha especialmente bien en las escenas de agua.
Se agradece que lleguen a España producciones infantiles de estudios alternativos, así como de países diferentes a Estados Unidos. ‘Khumba’ es una propuesta que gustará a los más pequeños. Quizás no innove, ni tenga la genialidad de Pixar o la espectacularidad de DreamWorks pero no disgustará a quien le dé una oportunidad.