'Karen', la intimidad de un icono (María Pérez Sanz, 2020)

‘Karen’ es el segundo largometraje de la directora extremeña María Pérez Sánz. Hemos podido disfrutar de ella gracias al Festival de Cine de Sevilla. Cuando tengas la oportunidad de verla ella solo quiero que recuerdes una cosa, que no se ha salido de España para grabarla.

Todos conocemos a Karen Blixen, o al menos creemos hacerlo (¿Recuerdas ‘Memorias de África’?). Una vez que ha terminado ‘Karen’ nos damos cuenta de que nuestra percepción de este personaje imperialista está demasiado empañada o mejor dicho, demasiado idealizado.

No trata en ningún momento, su directora, de contar una historia tan fresca en nuestro imaginario, pero sí se atreve a continuarla, a bucear en esa vida privada, íntima y frágil que fue la vida de Karen Blixen al final de su estancia en Kenia. Christina Rosenvinge, protagoniza la cinta junto con Alito Rodgers Jr. e Isabelle Stoffel.

La belleza del intimismo, del silencio que viene dado por la infinita soledad emocional que se nos muestra en pantalla es quizá lo que más marca de todo el visionado. Hay una pausa que pocas veces es reflejada y retratada en el cine que nos invade a día de hoy. Es un descanso, un oasis en ese aspecto, pero nunca te sacudes la sensación de fragilidad y de que todo, de un momento a otro, lo que parece un espejismo, podría desaparecer.

El guion nos permite conocer la vida de la que fue una mujer incomprendida en su época. Toda una aventurera que vivía como sentía y que se atrevió a romper muchos moldes. ‘Karen’ nos permite adentrarnos en su mente, en qué pensaba y cómo se sentía en esos últimos días en África gracias a un preciosita juego de planos y un guion minimalista pero suficiente.

Karen Blixen fue una mujer de su época, criada entre paños, paños imperialistas y sufragistas, una mezcla bastante particular que crearon a un personaje único. Fue una mujer que no se conformó solo con vivir una vida acomodada, sino que se atrevió incluso con una plantación de café en una tierra muy lejana y distinta a su mundo burgués.

Gracias a Christina Rosenvinge que nos deja una interpretación tan comedida como exhaustiva, creemos comprender y empatizar más con la historia de Karen. La actriz y música deja el listón bien alto. A ella le debemos, también, una de las joyas de la cinta, su banda sonora.

Unas melodías que te transportan a la calidez de la sabana africana, a una época de esplendor y descubrimiento para muchos pueblos. Es álgida y eleva el espíritu, te transporta junto a una cuidada fotografía que hacen que nada nos parezca tan lejano, sobre todo cuando estamos en la privacidad de dormitorios y salas de estar que muy poco tienen en común con nuestra realidad.

‘Karen’ es breve, quizá echamos en falta algo más de desarrollo, pasar más tiempo a su lado para conocerla mejor, pero es una de esas cintas que se saborean mejor cuando se asientan, cuando pasada una noche amanece contigo, y es entonces, cuando recuerdas su música, su emoción contenida y su bella fotografía que sabe a cine antiguo, cine sin artificios, cine del bueno.

Este largometraje llegará en la primavera de 2021, si la vida lo permite, entonces tendrás una cita pendiente en tu cine más cercano.