‘Jane’, ese era su nombre (2016) | A Buenas Horas

Hay vidas a las que la felicidad plena rehúsa visitar. Que se limitan a verla desde fuera del escaparate no perdiendo nunca la esperanza de alcanzarla un poco más adelante en el camino. ‘Jane’ es una de esas cintas que nos recuerdan lo afortunadas que somos por lo que tenemos, mientras nos pone en nuestro sitio mostrándonos existencias infinitamente heterogéneas que nos hacen visitar como distintas almas sobreviven al cruel mundo que hemos creado para quien pone un pie fuera de lo normativo.

Una joven es abandonada por su amante y trata de suicidarse en el mismo motel. Una mujer trans llamada Jane (Koo Kyo-hwan) llega en el mismo momento y le dice que ese hombre también era su amante. Ambas se vuelven cercanas, creándose un vínculo entre «madre e hija». Ella decide encontrar a su novio, no por ella misma, sino por Jane.

Es fácil llegar a ‘Jane’. En cuanto ves trabajar por primera vez a Koo Kyo-hwan lo que haces de forma automática e instantánea es irte a buscar su filmografía. Desde ese primer acercamiento a su carrera, sea con la película o serie que sea, se vuelve un imprescindible en tu lista de actores a los que seguir de cerca. Es por eso que saber que esta película existe no es complejo, aunque es harina de otro costal encontrar como verla, porque aunque preciosa, es una de esas cintas que, por desgracia, hay que rebuscar.

Pero rebusca, porque cada minuto de ella merece el esfuerzo, y no solo por Koo Kyo-hwan, que está impecable, magnético e inolvidable haciendo las veces de Jane, sino también por las jóvenes actrices que le acompañan, quienes dejan una interpretación que conmueve y revuelve nuestras entrañas con una miríada de sentimientos encontrados que nos cuesta gestionar por lo convulsa, compleja y dura que es la realidad en la que nos zambullen sin darnos previo aviso o siquiera dejarnos coger aire suficiente para aguantar junto a ellas.

‘Jane’ arranca sin muchas explicaciones y de forma abrupta. Impacta a nivel emocional desde que se presentan las vidas solitarias y duras de sus protagonistas. Lee Min-ji como So-hyun y Lee Joo-young dando vida a Ji-su son demasiado jóvenes para afrontar por si mismas el peso del mundo sobre sus hombros y, por desgracia, demasiado experimentadas cómo para no sobrevivir, cueste lo que cueste.

Lo cierto es que esta película te deja emocionalmente vapuleada. Es como si te golpeasen continuamente de forma sutil con una tenue tristeza que poco a poco se va alojando en ti hasta que cuando menos lo esperas sientes su profundo peso. Y aun así se las apaña el guion, y la puesta en escena, para darnos la suficiente esperanza y luz para creer que hay algo del luz al final del túnel. Lo hace a través de breves momentos de felicidad compartida con otros en momentos corrientes que nada parecen tener de especial, en las cálidas relaciones que se forjan nacidas de la necesidad y en las tremendas ansias de vivir que hay en todos los personajes.

Es impecable, también, en el bonito color de su fotografía, que es capaz de gritar a los cuatro vientos con desesperación que hay en ellas ganas de vivir mejor a pesar de la decadencia que les rodea. Ese color que debería brillar pero que se nos muestra opacado como si las luces de neón estuviesen sucias, son el telón de fondo para el millar de malas decisiones derivadas de situaciones de desamparo y desesperación que día tras día toman.

Impregnada de esa atmosfera querrás gritar al cielo «¿Cómo nadie hace nada? ¿Cómo puede el sistema fallarles tanto?» Eres consciente mientras corren los minutos de que cualquiera de ellas podría desvanecerse en cualquier momento y nadie lo sabría y a nadie le importaría. Esta es una película para ver más de una vez. Son muchas las sorpresas y los mensajes que esconde.

‘Jane’, vas a sorprenderte mucho con su cuidado guion. No hay un momento de respiro en él. Su desarrollo es cambiante, siendo capaz de contar dos historias paralelas que nada y todo lo tienen en común, ofreciendo una imagen clara submundos concienzudamente obviados en los que miles de jóvenes sin hogar buscan encontrar su lugar y dónde otros tantos buscar ser aceptados por quienes son, sin condiciones. Esta es la historia no lineal de Jane y de las jóvenes que la conocieron, atrévete a sumergirte en ella.

Tráiler de ‘Jane’

Otras producciones para conocer a este elenco:

Si ya has visto Jane y quieres charlar de ella en profundidad:

Para saber más:

• Corea del Sur es el único país que requiere consentimiento parental en adultos para cambiar su género. En Japón y Corea del Sur se requiere, también, que no estés casado/a para hacerlo.
• Hay más de 74.000 menores sin un lugar donde cobijarse en Corea del Sur.
• Un año y seis meses le llevó al directo escribir el guion y otros seis meses editar y modificar la narrativa de la película.