Josh Lambert, gracias a la ayuda de la médium Elise Rainier, consiguió salvar a su hijo Dalton de las garras de un demonio que intentaba parasitar su cuerpo. Para recuperarse de tan desagradable acontecimiento, toda la familia se traslada a la vieja casa de la abuela Lorraine.
Josh y Renai Lambert se han mudado con sus hijos a la casa de Lorraine, la madre de Josh, esperando olvidar el pasado y comenzar una nueva vida. Pero pronto la familia empieza a experimentar extrañas visiones y fenómenos amenazantes que les obligarán a desentrañar el oscuro secreto que les ha dejado peligrosamente conectados con el mundo espiritual.
La tensión que James Wan consigue meternos en el cuerpo, durante los 105 minutos que dura la película, es casi constante. En ningún momento notas un punto de tranquilidad, ya que una vez que te adentras en el mundo de Insidious 2, no quieres salir, y cada vez necesitas saber más y más sobre el pasado de los Lambert y el motivo por el que los entes del más allá no se separan de ellos.
Para ello, James Wan (Expediente Warren: The Conjuring, Insidious, Saw) se ayuda del mismo grupo protagonista que participa en la primera parte, añadiendo algún elemento importante, pero sin alterar demasiado la estructura. Ya que Insidious: Capítulo 2, no es una segunda parte, ni una precuela, es la continuación directa de Insidious.
Patrick Wilson (Expediente Warren: The Conjuring, Insidious, Watchmen) realiza a la perfección ese doble papel que se le ha encomendado en esta historia, dejando ver que se adapta a la perfección al género de terror; Rose Byrne (Malditos vecinos, X-Men: Primera generación, Insidious) que realiza el mayor peso dramático de la historia, y lo hace excelentemente bien con su papel de "madre coraje"; Lin Shaye (La casa de Rosewood Lane, Insidious, Algo pasa con Mary) que se ha convertido en un icono para esta saga, interpretando a la prestigiosa médium Elise; Ty Simpkins (Iron Man 3, Insidious, La guerra de los mundos) es un joven que demuestra un gran talento, y nos lo enseña interpretando al joven Dalton, por el cual empieza toda la historia; Leigh Whannell (Insidious, Sentencia de muerte, Saw) que además de realizar una gran actuación, es el responsable del guión de esta película; Barbara Hershey (Cisne negro, Insidious, La última tentación de Cristo) que interpreta a Lorraine, la madre de Josh y se tiene que unir a Renai para hacer frente a lo que ha poseído a Josh; Steve Coulter (Premature, '77) que es el amigo espíritu sensorial de Elise y dará mucho que hablar; Angus Sampson (100 Bloody Acres, Insidious, Kokoda: Batallón 39) que junto con Leigh Whannell, hace el dúo de médiums y dan una nota cómica dentro de tanta tensión.
La historia está narrada con idas y venidas en el tiempo que se entrelazan eficazmente en un final de la película que ata todos los cabos sueltos, tanto de Insidious: Capítulo 2, como de la primera parte.
Los planos están siempre medidos al milímetro para que el susto impacte de la mejor forma posible, con planos cercanos a los personajes, dejando ver el fondo, dando a entender que algo va a ocurrir, para generar más ambiente de tensión. En este aspecto, hay algunos planos que son increíbles. Para destacar en este apartado, las secuencias filmadas por las cámaras de los médiums, para hacer que te sumerjas más en la historia, y a su vez, en las investigaciones que estos realizan.
A esto le añadimos unos escenarios en los que la luz escasea, pasando a verse un ambiente lúgubre, y a su vez, contemplamos algunos reflejos en rojo, que dan más intensidad y sensación de nerviosismo una vez sabemos que algo está pasando, y que nos ayudan a diferenciar de manera clara al mundo de los vivos con el de los muertos, con esa niebla y oscuridad constante. Hablando de los escenarios y de la ambientación, no podemos pasar por alto el sonido que contiene esta película, que está perfectamente medido para que cualquier elemento consiga ponernos los pelos de punta.
Los elementos principales de los que se vale esta película para aterrarnos y paralizarnos en nuestra silla, son tan siniestros como inocentes, según se mire. Algo tan hermoso como la melodía de un piano, puede llegar a ponernos en más de un apuro, cuando sabemos que no hay nadie tocándolo. Un inocente taca taca de un bebé puede ser desgarrador si lo vemos pasearse sólo por el pasillo, o encenderse de repente sin presencia alguna. Todo esto acompañado de susurros, cuando los espectros del más allá quieren atormentarnos, y con claros lloros de niños que no pararán de hacer que nos sintamos cada vez más angustiados, en medida que la película avanza. Añadiendo la existencia de una especie de limbo, donde las almas atormentadas permanecen encerradas, intentando ocupar las vidas deseadas de los vivos, y una puerta roja, que vuelve a simbolizar en esta entrega "el camino a la perdición" y a la vez, el retorno a la vida.
Es difícil decir si Insidious: Capítulo 2 es mejor que Insidious, pero es más fácil decir que si eres fan de las películas de terror, no te lo pienses más y adéntrate en este viaje astral.
Aquí os dejo su inquietante banda sonora: