De oscuro a negro, así es como podría resumirse el avance de ‘Friendly Rivalry’ conforme pasan los episodios. Este drama engaña desde el principio. Bien puede parecer que se trata de una trama más de adolescentes en el instituto viendo la vida pasar, pero no, esconde mucho más de lo que su tráiler o su sinopsis dejan ver a simple vista. En un breve periodo de tiempo es capaz de hablar, a un mismo tiempo, de temas tabues como la orfandad, la sexualidad, la presión social por unas notas brillantes, la prostitución y el consumo de drogas en jóvenes en edad escolar.
En plena recta final para las pruebas de acceso a la universidad Woo Seul Gi (Chung Su-Bin) llega a Seúl y se matricula en la escuela secundaria Chaehwa, una escuela para el 1% de los mejores estudiantes de Corea del Sur. Allí conocerá a Yoo Je Yi (Hyeri) la estudiante más poderosa de la escuela. Tiene un coeficiente intelectual alto, proviene de una familia adinerada y siempre se ha salido con la suya. Pronto comienza a mostrar especial interés por Woo Seul Gi. ¿Será amistad, control u obsesión?
No es de extrañar que todos estos ingredientes estén así de bien mezclados, pues el guion viene de la mano de Kim Tae-Hee, quien ya escribiera ‘Reborn Rich‘ (2022) y ‘Designated Survivor: 60 Days‘ (2019), lo que si sorprende es el buen hacer cinematográfico ya que el mismo Kim Tae Hee se ha puesto a los mandos de la dirección para crear este K-drama noir adolescente que ha triunfado gracias a su estética y unas jóvenes actrices que se han alejado de sus papeles previos ofreciendo unas interpretaciones intensas y enigmáticas.
Chung Su-Bin da vida a Woo Seul-Gi, una chica que llega desde un hogar desestructurado, busca descubrir que pasó con su padre y que hizo que su vida se desmoronase. Una estudiante de alto rendimiento en su instituto, que pronto se da cuenta que en una escuela de élite necesitará mucha más ayuda y estudio para mantener el nivel.
Es en esa dinámica que choca frontalmente con Yu Je-I, intrepretada por Hyeri, la reina indiscutible de la escuela, no solo a nivel academico, sino también de prestigio. En ese choque de fuertes personalidades pronto encontraremos que no son tantas las diferencias entre las fuertes personalidades de las protagonistas. Tienen más de una meta en común, aunque pasados muy distintos que las persiguen y acompañan en su hacer y decisiones diarias. La violencia es parte de sus dinámicas diarias, pero es en su mayoría una violencia silenciosa que deja huellas que no pueden verse a simple vista.
Desde violencia verbal a miedo sistemático impuesto por una jerarquía abusiva de cariz económico y estatus social. Impresiona ver como las jóvenes actrices son capaces de dar vida a personajes tan vulnerables y desafiantes a un mismo tiempo. Es dificil tomarles la temperatura, te mantienen en vilo continuamente. Sin saber muy bien que pensar de ellas, siendo incapaz de preveer su siguiente movimiento, pronto serás adicta y no podrás dejar de ver la serie.
Lo que da verdadero miedo es ver las dinámicas familiares en las que las protagonistas sobreviven. Es una batalla continua por la perfección impuesta sobre jóvenes que pronto se acostumbran a vivir sin empatía y con una falta de cariño notable. Eso las empuja a traicionar y abusar a quienes las rodean e incluso a si mismas. No esconde el guion las medidas extremas a las que se agarran con fiereza para mantener el estatus. Algunas venden su cuerpo, otras lo drogan y otras embotellan sus sentimientos aislándose del resto. La desesperación acaba llegando a la superficie desatando una serie de eventos que nos parecen imposibles, pero que seguro algo de verdad esconden.
Padres que venden su alma por las respuestas de los exámenes de acceso a la universidad, que drogan a sus hijas para que mejoren sus resultados académicos, mientras de forma negligente las abandonan mientras van a trabajar dejándolas sin supervisión o atención alguna. Una amalgama de todo lo que está mal en el sistema educativo y de crianza surcoreano.
Para descubrir las muchas capas que esconde ‘Friendly Rivalry’ hay que acercarse a él con mirada despejada y confiando en el proceso. Es en algunas ocasiones enrevesado, a veces lioso, pero siempre sorprendente. Todos los personajes aportan matices variados y nos permiten reflexionar sobre realidades que afectan a cómo vivira la próxima generación. Es un sálvese quien pueda, digno de la sociedad capitalista que hace tiempo se nos fue de las manos, pero que consigue mostrar reflejos de humanidad, aunque sean fugaces.
La parte estética te engancha. Los efectos especiales que se introducen para recrear las sensaciones producidas por el consumo de drogas para mejorar el rendimiento escolar hacen que te sumerjas, casi de formal literal, en el drama. Lo mejor es que no se abusa de este tipo de recursos para crear ambiente. Si es recurrente hacernos vivir en la imaginación de las protagonistas, por lo que muchas escenas nos cogen por sorpresa por su atrevimiento, para dejarnos, poco después con la miel en los labios, deseando que lo imaginado hubiese ocurrido.
La acción es trepidante y la fotografía elegante y algo oscura. La banda sonora acompaña muy bien al mood de la serie, inciendo en la personalidad de las protagonistas y siendo patente en los momentos clave de la narración. Ténicamente es sólida lo que suma al visionado, creando una experiencia de notable. Si algo tiene ‘Friendly Rivalry’ es el factor sorpresa. Muchas series adolescentes con este tipo de dinámicas aparecen en pantalla de cuando en cuando, pero pocas veces engancha su madurez y su oscuridad. Va a sorprenderte mucho más de lo que creías si le das una oportunidad.
Tráiler de ‘Friendy Rivalry’
¿nos encanta?
Overall
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Fotografía
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Interpretaciones
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Banda Sonora
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Edición y montaje
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Guion
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Originalidad
User Review
( votes)Resumen:
- Una historia trepidante aunque algo liosa.
- Muy buen montaje y puesta en escena.
- Atractiva y compleja en su narración