Su habilidad para interpretar, cantar y bailar, unidos a su dulzura, sus tirabuzones y su eterna sonrisa, le sirvieron para protagonizar un gran número de películas a temprana edad, antes de su adolescencia. Mención de ello supone el reconocimiento, con el premio Oscar, a su labor de propulsión del cine como arte de entretenimiento con tan solo 6 años, convirtiéndose en una de las más jóvenes en recibir dicha estatuilla.
La actriz, pese a haber trabajado con directores de renombre como John Ford o Walter Lang, acabó viviendo un corto recorrido de esplendor y se vio mermada por su competencia, no siempre directa ni personal sino mediática, con Judy Garland, que le arrebatara el papel protagonista en la película ‘El mago de Oz’ en 1939. Prematuramente abocada a la caída tras el éxito, fue madre a los 20 años y a los 21 ya se convirtió en una gloria envejecida de otra época. Tras su retiro como intérprete, inició su carrera como diplomática.
A sus 85 años de edad, Shirley Temple ha fallecido por causas naturales en su casa de California, rodeada de amigos y familiares más allegados.