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‘Expediente X’ (Fox), primeras impresiones

La espera ha llegado a su fin. Tras una sequía de capítulos demasiado larga para recordar, Fox ha decidido meter de lleno el misterio en nuestros corazones y el «puede» en nuestras cabezas. ¡Como echábamos de menos esa sensación!, No te das cuenta hasta que estas delante de la televisión disfrutando una vez más de Mulder y Scully, pero es así. Son muchas las series que nos ofrecen hoy día las cadenas, mucha más la variedad que la que teníamos hace 10 años, pero no hay nada como el calor de lo conocido, incluso con sus desperfectos. Esta es una de las miles sensaciones que abrumarán al espectador, pero solo a ese espectador que de verdad echase de menos el show, porque es en ese momento en el que no vemos fallos, solo gloriosos diálogos, cada cual más rápido, ágil y loco (nuestra parte favorita, a quien vamos a engañar), y por supuesto esa impresionante lucha interna de Scully, que de nuevo se enfrenta con todo lo que posee a ella misma.

Ed Araquel/FOX

Quien quiera conspiración que se una ahora, va a tener a raudales. Lo malo de los episodios pilotos es que dejan demasiado al azar, es cerca de imposible contar en 43 min. lo que va ha pasado, pasa y va a pasar en los próximos capítulos, de ahí que debamos dar una pequeña oportunidad a las series, al menos durante tres capítulos, que es cuando ya han cogido un poco de aire, y aparecen como lo que verdaderamente son. ‘Expediente X’ debería no encontrarse con este problema, pero no es el caso. Muchos podrían pensar que se van a encontrar ante una reunión de viejos colegas que están deseosos de verse, otros pensarían que iban a encontrarse con miradas fulminantes, y un largo etc. de situaciones probables y más que posibles, que en cambio, 14 años después, no ocurren. Nos encontramos con un caos tremendo, teorías conspiratorias ya muy desarrolladas a las que nos es difícil engancharnos (da la sensación de que te has levantado a por un vaso de agua y te has perdido los minutos más cruciales jamás contados) por no decir que abruma que en exceso. Todos queremos ver a Mulder dar vueltas por la habitación, echando humo por las orejas y hablando sin parar sobre imposibles teorías que a los dos minutos parecen tan claras como el sofá sobre el que nos sentamos. ¿Quien no ansiaba ver a Scully atravesar con la mirada a Mulder? Todos deseábamos estas cosas, todos estábamos impacientes, y lo estamos por los siguientes episodios, pero da la sensación de que al guionista, al productor y al que reparte las botellas de agua en el set de rodaje se le ha olvidado que han pasado 14 años, y en 14 años muchos de nosotros hemos pasado por miles de capítulos de otras series, y más de una vez por la piscina. Catorce años después la memoria no es lo que era, y quizá un poquito de refresco se habría agradecido enormemente, pero claro, si es eso todo lo que somos capaces de achacarle a este regreso, lo han hecho más que bien.

Siempre se es imparcial al hablar de cine o series de televisión, indudablemente. Pueden ser mejor o peor técnicamente, la banda sonora puede encajar o necesitar de un bote de super glue para funcionar, pero nunca podremos separar el momento de nuestras vidas a las sensaciones que aportan las películas que vemos, la música que oímos y las series que devoramos. Hace una década yo no era la persona que soy ahora, el cambio es inevitable, y la serie no debería ser lo que era, debería presentarse ante nosotros un núcleo invariable muy cambiado en sus capas superiores por el paso de los años. La esencia principal sigue ahí, pero los detalles, las formas de atacar los casos que se presenten y la madurez de los personajes deben cambiar inevitablemente para que no nos encontremos con que nosotros hemos cambiado y la serie no lo ha hecho, rompiéndose así el vínculo que una vez hubo.

‘Expediente X’ sabe en su regreso como alimentar esa llama. La banda sonora nos transporta como ninguna, nos trae un millón de recuerdos que no sabíamos seguíamos recordando, y con ello llega una sensación de familiaridad tremenda que nos hace sentir como si el tiempo no hubiese pasado. Mulder y Scully aparecen en pantalla con esa relación de increíble fuerza que no se ha perdido ni por un segundo, ese tipo de relación que atrae al espectador a continuar viendo una serie a pesar de las locas teorías conspiratorias que se ponen a perseguir, a pesar de lo imposible de la situación. Es una relación muy, muy compleja, pocas quedan como esa en televisión, y muy pocas más serán capaz de aguantar el peso de 200 capítulos sobre sus espaldas. La música y la presencia de los protagonistas, cuya interpretación asombra, muchísimo tiempo después David Duchovny y Gillian Anderson se enfundan el papel que los llevase al estrellato y nos devuelven unos personajes maduros, como si hubiesen estado todo este tiempo viviendo las vidas de Mulder y Scully.

El regreso de ‘Expediente X’ no te defraudará si una vez fuiste seguidor de la serie, a mi me tenían solo con la intro, y te enganchará si nunca antes te habías acercado a sus misterios, porque esa es la magia de ‘Expediente X’, aprovecha esa curiosidad innata del ser humano y la explota. Esperemos que con los próximos capítulos sigamos disfrutando como solíamos hacerlo.

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