Por dónde empezar. Es difícil decidirse debido a que son tantos los inmensos agujeros en la trama y la realización de la serie que es complicado elegir con cual de ellos arrancar. Hasta la fecha no me había encontrado con un melodrama tan decepcionante. La historia de por sí ya está bastante cogida con pinzas, pero al menos presenta algunas premisas que podrían haberla hecho visible, aunque no consigo verlas por más que busco.
‘Ese invierno, el viento sopla’ se centra Oh Soo (Jo In Sung), de 29 años, un conocido jugador y timador del barrio de Cheongdam que vive una vida de estafas sin mayor gloria que ver pasar los días. Oh Young (Song Hye Kyo) es la heredera de una gran empresa que siendo joven fue diagnosticada con una enfermedad que le hizo perder la visión.
La serie intenta explotar la narrativa de Oh Young, aunque no lo logra. La actriz, desde luego lo clava interpretando a un personaje ciego, al menos sus ojos son creíbles, pero su guion es tan endeble que bastante hace con lo que le dan. Vemos como el suyo es un personaje que no confía en absoluto en aquellos que la rodean. El miedo la paraliza de forma continua, se presenta como una persona malcriada y encerrada en una bola de cristal de la que no puede escapar y en la que vive con todos sus demonios.
Una relación paternal fallida, una madre y hermano de la que fue separada siendo niña y por supuesto una madrastra ‘malvada’. Pues eso, mucho ruido y pocas nueces.
En lo que respecta a nuestro timador estrella, desde primer momento se intenta presentar al espectador como un alma trágica, pero ciertamente, y a pesar de las circunstancias (su madre lo abandonó siendo aún un bebé bajo un árbol y perdió a su primer amor, por un accidente, cuando tenía 19 años), no hay quien se crea su dolor hasta muy entrada la serie. A todo ello debemos añadir que sus acciones nunca se sienten honestas por lo que es muy difícil empatizar con él.
Y ahora vamos al colmo de los colmos, la relación entre ambos. Una relación iniciada en la mentira, el engaño y la autocomplacencia. Oh Soo se hace pasar por el hermano que hace tanto tiempo perdió Oh Young. Por supuesto, en menos que canta un gallo ya se ha enamorado locamente de ella, y para aferrarse a un clavo ardiendo y poder seguir pasando tiempo a su lado sigue con la pantomima, pero cada vez actuando más románticamente.
Hay momentos en los que la credibilidad dramática sale por la ventana y no vuelve. Oh Young no confía en absoluto en Oh Soo, pero se presenta como un personaje tan desvalido y desesperado que obvia todas las señales. La historia gira en torno a los momentos compartidos entre los protagonistas, pero tener sobrevolando la idea de incesto sobre sus cabezas no la deja despegar.
Echamos de menos esos personajes femeninos atrevidos y cada vez más independientes a los que los K-dramas más modernos nos tienen acostumbrados. No todo va a ser echar tierra encima de la serie. Hay escenas que son fascinantes, como las que se ruedan en la cima de la montaña o algunas más dramáticas como son las que se dan en el río cuando Oh Young se aventura al agua helada.
Y ahora nuestra parte favorita, esos increíbles personajes secundarios que al menos dan consistencia a la historia. Hemos mencionado a la madrastra de Oh Young antes. Este personaje está interpretado por Bae Jong Ok. Con ella se muestra un personaje con aristas y muchos matices. Aporta peso a la trama y sin ella, más de la mitad del metraje no tendría sentido. Es un personaje al que odiamos y queremos creer al mismo tiempo.
Pero sin lugar a dudas la pareja que más divertida y entretenida hace la serie, tanto a nivel individual como de forma conjunta es la interpretada por Kim Bum, Park Jin Sung en la serie y Jung Eun Ji como Moon Hee Sun.
Jin Sung es un personaje de esos bruscos pero que enseguida calan. Su lealtad hacia Soo es vital para poder entender la historia y a todo ello se añade que es ese personaje alegre de sonrisa contagiosa que una serie dramática necesita para sobrevivir. Moon Hee Sun es directa, muy honesta y atrevida. Ambos personajes crean una historia de crecimiento común. Su relación eclipsa en madurez y ternura a la principal.
A nivel cinematográfico hay que darle al director que los escenarios y paisajes escogidos están bellamente rodados. La serie es en ese aspecto bonita de ver. Hay muchos primeros planos, pero se juega bien con ellos, no cansa estéticamente en ningún momento.
La banda sonora es algo floja, incluso pesada en algunas ocasiones, pero quizá sea porque el guion a veces no avanza lo suficiente y esa pesadez se ve reflejada en la música que acompaña a las escenas.
Tráiler de ‘Ese invierno, el viento sopla’
¿Pasa el corte?
Overall
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Originalidad
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Edición y montaje
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Fotografía
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Interpretaciones
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Guion
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Banda Sonora
User Review
( votes)Puntos fuertes
- Divertidos personajes secundarios
- Increíbles escenas nevadas.