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Entrevista a Nerea Torrijos, figurinista de ‘Gaua’: “Cada prenda es un personaje y me cuesta despedirme de ellas”

Nerea Torrijos (Bilbao, 1987) se ha convertido en una referencia imprescindible en el vestuario cinematográfico español. Ganadora del Goya por ‘Akelarre’ y nominada por ‘Irati’, su trabajo se caracteriza por una profunda investigación histórica, un uso expresivo del color y una creatividad que ha marcado la estética del cine fantástico vasco contemporáneo. ‘Gaua‘, su nueva colaboración con Paul Urkijo, vuelve a sumergirla en un universo medieval oscuro, místico y exuberante, donde el vestuario es clave para comprender el imaginario cultural, mitológico y social de la historia.

Esta entrevista se realizó durante el festival de Sitges junto a los compañeros Carlos Penela de Latidos por el Cine y Carlos Garríes de Butaca 107.

Marta: Nerea, bienvenida a este aquelarre de medios que te hemos preparado en este Festival de Sitges donde estrenáis película. Enhorabuena por ‘Gaua’.

Nerea: Gracias.

Marta: La hemos visto a las ocho y cuarto de la mañana. Si entra bien a esa hora, será un éxito esta noche, seguro. Visualmente es una belleza, eso es innegable.

Nerea: Yo creo que es una peli bonita, un viajazo. Esta película es muy potente, y como acaba muy arriba, creo que necesita relectura. No sé si la vas a volver a ver a la tarde, pero es una peli que te da para mucho. Las pelis de Paul siempre tienen capas: pasan tantas cosas y tienen tanta fuerza que cuanto más ves, más detalles encuentras y nuevas lecturas que igual no ves a la primera.

Marta: Hablando de tu trabajo, ¿Cómo se pasa de ‘20.000 especies de abejas’ o ‘Karmele’ a una película de época tan distinta, con otro siglo, otros tejidos, otro mundo?

Nerea: Yo lo llevo bien. Soy muy activa, dinámica, nerviosa… No se me hace difícil. Sí he tenido rachas donde pasar de una película a otra me descolocaba, pero tengo la capacidad de sacar de mi cabeza lo anterior y centrarme en lo siguiente. Cuando termino una película, como ‘Karmele’, que me parece preciosa, ya tengo ganas de empezar otra. Me entra ese ansia de buscar nuevos tejidos, abrir otra puerta, otra aventura. Y me encanta cambiar de época. Si es época, mejor que actual: lo disfruto más. De momento no tengo problema. Eso me da vida.

“Cambiar de época me da vida. Me encanta abrir cada proyecto como una aventura nueva.”

Carlos Garríes: ¿Cómo es el proceso de creación con Paul? Ya llevas tres películas con él.

Nerea: Las preproducciones con Paul son más largas. Él ya se ha documentado muchísimo y empieza a mandarte cosas muy pronto. Para mí el proceso es fácil porque ya le conozco: sé lo que quiere, sé lo barroco que es. Por un lado, su forma de trabajar te abarca todo el tiempo, y por otro es muy enriquecedora. Paul es un director muy obcecado y perfeccionista, así que tienes que estar al 100% para darle la calidad que desea. A mí me encanta porque hablamos mucho del color. Hay directores muy técnicos y otros muy creativos; Paul tiene ambas cosas. Hay referencias a Goya y a muchos artistas. Él deja su imaginario, pero acepta mis propuestas, y juntos llegamos a puntos muy buenos.

El método Urkijo: detallismo, barroquismo y mucho color

Carlos Penela: Cuando lees un nuevo guion, ¿Cuál es tu punto de partida?

Nerea: Depende, pero mi punto de partida suele ser leer bien los personajes y entender su psicología. Y lo primero que me llega es el color. Trabajo mucho por bloques de color: me inspiran desde la primera lectura. Luego eso evoluciona con el director, la época, la documentación…

Marta: En esta película la paleta es densa, vibrante pero oscura, con azules y grises. En cambio, la protagonista es como un foquito de luz. ¿Estaba buscado?

Nerea: Sí, eso lo busca Paul explícitamente. En el caso de Kattalin y su amiga, él tenía muy claros los colores. La indumentaria vasca era muy colorida, aunque la gente tiende a pensar en tonos tierra o sepia. Pero en esa época, por la orografía, las modas cambiaban más despacio, y se vestía con mucho color. Queríamos contar de manera realista cómo se vestía en Euskal Herria y Navarra, dentro de la paleta que ya había creado el director de foto. Gorka nos pidió que, cuando metiéramos color, fueran tonos no muy saturados para evitar que pareciera “Parchís”. Pero sí: que Kattalin y su amiga despunten es totalmente buscado.

“La indumentaria vasca del XVII era colorida. Queríamos ser realistas dentro de la fantasía.”

Carlos Garríes: Parece que entre ‘Akelarre’, ‘Irati ‘y ‘Errementari’ haya una línea temporal.

Nerea: Son muy distintas. ‘Irati’ es siglo VIII, con poca documentación. Tuvimos que hacer un puzle histórico y rellenar huecos con el imaginario de Paul.
‘Errementari’ es siglo XIX, con moda igual en Euskadi que en el resto del Estado. ‘Gaua’ es siglo XVII, una época aislada por la orografía, con un vestuario muy particular. Y aunque he hecho otras pelis del XVII y algunos directores no quieren usar los tocados, para mí aportan mucha riqueza. En ‘Gaua’ pudimos incluir más de veinte tocados realistas.

“Cada época tiene su complejidad, pero el siglo XVII vasco tiene una riqueza visual brutal.”

Nerea: En el aquelarre pudimos jugar muchísimo. Hay hombres vestidos de mujer, mujeres con pantalones, corpiños, falos en la cabeza, máscaras, cuerpos mezclados. Si están todos mamados de setas y felices, tenía sentido ese caos expresivo. Hay un documento muy importante: Boda en Begoña, una ilustración del siglo XVIII donde se ve claramente la indumentaria, cómo se colocaba la gente en la iglesia… Recreamos más de 40 burukoak—los tocados— siguiendo esa fuente. Cada uno tenía códigos según la localidad o estatus. Quien vea ‘Gaua’ podrá incluso rastrear de dónde podría venir cada mujer solo por el tocado.

Carlos Penela: ¿Cómo gestionas la durabilidad del vestuario?

Nerea: Si hay escenas de acción, siempre hay más de una prenda. Algunas están hechas para durar años y otras están hechas para morir: para mojarse, romperse, mancharse de sangre… Cada prenda, cuando llega por primera vez del taller, es parte de mí. Cuando me tengo que desprender de ellas al final, me da pena. Hemos creado un personaje entre director, actor y figurinista.

«Cada prenda tiene vida. Es un personaje, aunque no haya un actor dentro.”

Marta: Las actrices decían que la vestimenta era pesada.

Nerea: Porque la ficción transcurre en invierno, y el rodaje también. Los tejidos de época son más gruesos, más texturizados, pesan más y protegen más.
Lo más incómodo eran los tocados. Esta vez los hicimos más ligeros, pero aun así cansan. Y además llevan rostrillos debajo, porque en esa época no se podía ver nada del pelo.

Marta: ¿Con qué prenda te quedas más satisfecha?

Nerea: Con el look de Kattalin. En la primera prueba ya me emocioné, y eso no pasa siempre.

Carlos Penela: ¿Sientes más reconocimiento hacia el diseño de vestuario?

Nerea: Sí, pero porque ha habido mucho trabajo previo de asociaciones y compañeras. La gente ve más cine, ve más rodajes y es más consciente de lo que hacemos. Pero todavía queda mucho: el reconocimiento emocional no siempre se traduce en condiciones laborales mejores. Creo que se valora más nuestro trabajo, pero el camino es largo.

Marta: Para sentirte cómoda con un proyecto, ¿Cuánto tiempo ideal necesitas?

Nerea: Depende. No hay una cifra. Algunas pelis las preparas muy bien en cinco semanas; otras necesitan doce. Las de época suelen requerir más por la documentación. Normalmente la pre va acorde al rodaje: si son cinco semanas de rodaje, tienes cinco de pre; si son trece, trece.

Entrevistadores: Muchas gracias por tu tiempo. Ha sido un placer.

Nerea: Muchísimas gracias a vosotros.

Agradecemos el tiempo que Nerea Torrijos nos dedicó durante el Festival de Sitges. Os animamos a disfrutar de ‘Gaua’, una película que anima y transforma el panorama audiovisual nacional.

Si quieres escuchar y ver el directo de la entrevista completa, solo tienes que darle al play

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