‘POMO D’ORO’ es un proyecto internacional producido por Gariza Films (‘20.000 especies de abejas‘, ‘Akelarre’) y Katz Estudio (‘Cuerdas’, ‘Lucía’) que tuvo su estreno internacional en la sección Bertoko Begiradak de ZINEBI. El film, protagonizado por Nikole Gisasola, Thelma Estíbalez, Naiara Carmona, y Maria Luisa D’amico, narra la historia de Nella y su familia que se reúne en la casa de veraneo en Italia para celebrar el día del tomate. El cortometraje cuenta con apoyo del Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Getxo.
Como todos los veranos, llega el día del tomate. Nella y su familia se reúnen para celebrar la tradición familiar en la casa de veraneo en Italia.
¡Comenzamos!
Marta: Hoy tenemos en MagaZinema a Nerea Sciarra. Un placer tenerte aquí con tu primer cortometraje de ficción, pero no con tu primer cortometraje, porque ya has tenido previamente dos documentales. Bienvenida.
Nerea Sciarra: Hola, muchas gracias.
Marta: Hablamos de un cortometraje documental muy bonito de 15 min, ‘Pomo d’oro’, realizado en 2024 y que ya está moviéndose un poquito por festivales y llegándonos cada vez más a distintos puntos de España. Se trata de un cortometraje que habla de una tradición familiar italiana. Por lo que obviamente la primera pregunta es para saber si esta tradición tiene algo que ver con tu familia, si es algo que llevas de cerca o si es algo que has llegado a conocer y has decidido realizar un cortometraje sobre ello.
Nerea Sciarra: Pues sí, es algo de mi familia porque yo he nacido en Italia, he vivido allí hasta los 18 años, entonces es una tradición que he vivido en primera persona con mi familia. De hecho, era una tradición que hacíamos todos los agostos allí en la zona donde he vivido. Y tengo un recuerdo de esa tradición que hacía mogollón de calor y teníamos que estar ahí con muchos, muchos kilos de tomates, haciéndolo en familia, con mi abuela, mis primos, mi tía y toda mi familia. Y la verdad es que es un recuerdo que no sé, me ha ido como construyendo poco a poco como persona. Y tenía claro desde que empecé a adentrarme en el cine que quería que fuese como mi primer trabajo de ficción, que quería explorar un poco esa tradición que había vivido de pequeña.
Marta: Las localizaciones que utilizas para crear el cortometaje son muy escasitas en el aspecto en el que tienes muy claro dónde se va a rodar, qué se va a rodar y la acción está muy limitada a esa tradición de la recogida y también de la conserva y de la creación de esa salsa de tomate. Pero es muy bonito visualmente. Sobre la localización, porque la casa, la fachada es bellísima y además juegas muy bien con ella, con las luces, con el simbolismo que tiene, cómo se enciende, cómo arranca el día, cómo anochece… ¿Tenías claro dónde necesitabas grabar el cortometraje? ¿Tenías esa imagen ya?
Nerea Sciarra: Pues sí, justamente al escribir el cortometraje, la primera imagen que tuve del cortometraje era esa fachada que tenía que tener esas tres ventanas, que tenía que tener una puerta muy grande. Entonces era como difícil encontrar esa localización en la vida real. Tenía muchos detalles que quería que fuesen parte del cortometraje. Tuve la suerte de encontrar esta casa por un familiar cercano que tenía. Es casa de este familiar. Y en cuanto entré, porque en cuanto entras a la casa lo primero que ves es esa fachada con la que empieza el cortometraje, dije vale, ya está, existe y es esta. Entonces tuve claro que tenía que ser esa localización, que además es un molino muy importante en la zona, porque tiene mucha historia. Fue uno de los molinos más importantes de harina durante los últimos siglos en la zona donde rodamos. Entonces, no sé, me parecía también bonito como darle una otra vida a ese a esa fachada, a esa casa a través de este cortometraje. Y no sé, fue como un sueño verlo y decir vale, existe, es esta.
Marta: Una de esas cosas que se visualizan y se proyectan y acaban apareciendo más cerca incluso de lo que pensamos. La verdad que yo pensaba que ya tenías la casa antes de crear el guion, y resulta que ha sido al revés. Este tipo de cosas son las que hacen que el proyecto se quede como más redondito al final. Eso siempre gusta. Con respecto al casting, estamos hablando de un grupo de mujeres muy ajustado, de muy distintas edades. ¿Tenías en mente ya a alguna actriz o sabías muy bien las características que querías que tuviesen esas jóvenes que aparece junto a esa madre y esa abuela? ¿O es algo que ha ido evolucionando conforme ha sido escribiendo?
Nerea Sciarra: Pues ha ido un poco evolucionando a medida que porque al final con este proyecto llevo desde 2021 o 2020, o sea, bastantes años. Entonces sí que ha ido cambiando bastante. Pero sí que es verdad que el papel de la madre, antes del rodaje en 2023, tenía claro que sería Naiara Carmona, que es la que hace de Irene. Y, además, estuve trabajando con Noma Acting, que es una empresa de casting que me ayudó a encontrar a las dos niñas, a Thelma y a Nikole, y también a María Luisa, que hicimos un casting online que nunca había hecho para encontrarla en Italia, porque también me parecía como bonito que el acento que se escuchara en italiano fuese el de la zona donde íbamos a rodar. Entonces hicimos un casting dentro de la zona de Abruzzo, que es donde rodamos finalmente. No era tan fácil encontrar una persona que tuviese esa edad que se prestara a hacer un casting online, que se prestara a hacer un cortometraje con gente toda castellano hablante, pero se animó María Luisa y creo que fue todo un acierto.
Marta: Queda el casting familiar, pero se nota, y yo creo que también eso es algo que irías buscando, esa reticencia o esa cierta lejanía entre algunos de los personajes. Vemos conforme avanza el cortometraje, y a pesar de lo breve de la narración, la mucha historia que hay detrás y los vínculos que esas mujeres tienen. Se trata de un vínculo desaparecido, por así decirlo. Y entonces pues se ve como que hay una pequeñita reticencia entre la mamá protagonista y la abuela. Se nota que no son familia directa, que hay una relación de respeto y pues entiendo que también eso ayudó. El hecho de que las mujeres tampoco se conociesen es muy bonito en ese aspecto.
Nerea Sciarra: Gracias. Sí, trabajamos sobre todo con ensayos entre la madre y las dos hijas, que también me parecía importante que entre ellas tuviesen un nivel de cercanía y de familiaridad, que se traspasara la pantalla, por así decirlo. Pero sí que es verdad que por temas de logística básicamente, ya que María Luisa, la que hace de abuela, estaba en Italia, pues tampoco pudimos adentrarnos tanto en el tema de los ensayos. Sí que tuvimos algunos ahí in situ, pero al final también me interesaba que la distancia fuese al final hay una distancia también lingüística, porque entre ellas hablan castellano e italiano, pero lo mínimo, y también que a nivel físico tampoco tienen tanta cercanía, pero me parecía interesante que eso se viese también porque es parte de la historia.
Marta: A pesar de ser una ficción, estás trabajando una temática, una narrativa que casi roza o podría rozar lo biográfico para muchísima gente. Es como muy cercano a nuestro día a día, porque al final estás tratando temas como el duelo, las relaciones intergeneracionales, el folclore, la tradición. Todo ello un poco en lucha con los tiempos que vivimos. ¿Era para ti importante que eso trasvasase en el guión y en pantalla?
Nerea Sciarra: Sin duda para mí era esencial mostrar esto, lo que dices de la tradición, que la tradición fuese palpable. Para mí era importante, como que siempre lo decía, que el corto tuviese como un sabor, un olor, porque para mí el recuerdo de la tradición del tomate tiene un olor y tiene un sabor que es tomate y huele a agua fresca, a calor. Como que eso se viese en la pantalla. Yo creo que al final, sobre todo en la escena cuando comen la pasta en la mesa, todo eso para mí era como bonito mostrar esos detalles, como que también el tiempo del propio cortometraje fuese lento, pausado. El plano inicial también para mí es como importante que sea tan lento que estés tiempo hasta entrar dentro de esa casa, como que todo fuese como que si estuvieses casi viviendo esa tradición. Y también lo que comentas de las diferentes generaciones, pues al final también es algo que tiene que ver también con mi historia, que al final lo he vivido con diferentes generaciones como la mi abuela, un poco con toda mi familia. Y también me parecía como bonito hacer este homenaje a la tradición pero dándole yo, reinterpretando la tradición a través del cine y eso era un poco mi intención.
Marta: He podido ver que realmente es un proyecto muy femenino porque no solamente las protagonistas son mujeres, sino que parte del equipo técnico que tienes detrás son mujeres. ¿Ha coincidido de esta forma o son elementos que al final para ti necesitaban de una sensibilidad, de un acercamiento con una perspectiva de género específica?
Nerea Sciarra: Sí, para mí lo segundo, lo que comentas es algo que ha surgido de forma casi natural, porque también al final me rodeo mucho de mujeres que hacen cine, entonces ha sido como algo, pues lo que te digo, de forma genuina ha salido trabajar con estas cineastas y equipo que son estupendas y la verdad que he trabajado súper bien con ellas, estoy súper contenta. Me parece como bonito también empezar a hacer cine de formas diferentes y también ponernos a nosotras ahí en nuestro sitio y tener nuestros que todas sean jefas de equipo y que haya una gran mayoría de mujeres haciendo cine también me parece importante. Lo poco que yo puedo hacer como directora con este cortometraje me parecía necesario, importante también apostar por talento de mujeres en el cine.
Marta: Ha quedado visualmente precioso porque la imagen es muy nítida, es cálida, es cercana, se nota esa vida en el campo, esa vida rural que quizá quienes estamos más acostumbrados pues nos transporta con mucha facilidad y a quien sea de la ciudad lo acerca a ese entorno. Pero sí es cierto que la gente que somos de campo y de tradición rural aquí, en el Mediterráneo, de una forma u otra, aunque sea una tradición distinta, si tenemos ese arraigo a un momento familiar en casa, por ejemplo para nosotros la recogida de la aceituna para diciembre, entonces un poco sí que se ven que ciertas cosas y es cierto que en este caso es un trabajo de hogar, un trabajo muy femenino. Y hay un detalle que se comenta en la película en la que difieren tanto la abuela como la madre, que es en cuanto la chica está con la menstruación, en no poder formar parte de ese evento familiar. Y de nuevo volvemos al folclore y de nuevo volvemos al choque de modernidad, de actualidad y tradición. ¿Te han preguntado las actrices por ello en el guión? Porque me parece también interesante ver la perspectiva de las chicas más jóvenes en la grabación.
Nerea Sciarra: Pues a ver, la chiquitina no leyó el guión, entonces no sabía muy bien de lo que estaba tratando. Además, el tema de la menstruación tampoco lo comentamos con ella porque tampoco me parecía importante para su personaje que ella supiese eso. Con ella trabajamos más el tema del juego, el tomate amarillo y todo ese tema a través de improvisaciones, de juegos y todo el cortometraje lo rodamos así. Sin embargo, la mayor sí que le hablamos de la menstruación, le hablamos que la abuela le iba a decir que no podía hacer tomate si tenía la menstruación, y obviamente pues la mayor, o sea, ella como persona no se lo cree, obviamente. Entonces sí que es verdad que difiere un poco el personaje con lo que es Nikole, porque ella obviamente no cree en estas cosas, sin embargo el personaje sí que tiene como una actitud más le voy a hacer caso, no entiendo muy bien qué está pasando, pero no me voy a meter en contra de mi abuela, pues tal.
Marta: Claro, son al final tradiciones, leyendas que nos afectan como mujeres, que nos han afectado con el paso de los años y a través de la historia. Y esa forma también de marcar y de estigmatizar de alguna forma comportamientos o necesidades inherentes a la mujer, me gusta mucho que se quede reflejado porque también llama un poco a reflexionar sobre ello. El papel de la madre pues marca muy bien eso de no es así, vamos a seguir hacia adelante, vamos a avanzar, no vamos a pararnos, no vamos a estancarnos en el tiempo, podemos mantener la tradición, pero con aspectos muy claros, muy diferenciados, sin sesgar. Y en ese aspecto me parece muy interesante y muy acertado.
¿Qué tal está siendo la acogida del cortometraje? Cuéntanos un poco tus sensaciones, cómo están siendo ahora que ya te estás moviendo por festivales.
Nerea Sciarra: Pues la verdad que súper bonito está siendo porque pues al final, como te comentaba antes, con este proyecto llevo muchos años, entonces también tenía como ganas ya de que viese la luz, de compartirlo con la gente y ver un poco qué percepciones, qué sensaciones da el cortometraje. Y la verdad que está siendo súper, súper bonito porque también tenía miedo que no se entendiese o que se entendiese demasiado, esas cosas que cada una tiene aquí de sus miedos, pero la verdad que está siendo súper bonito y hemos estado en el festival de Sinav, tuvimos un paso también cerca de Bilbao y estar con el público y que te digan sus percepciones y cómo viven, no sé, la historia en general, que es algo que tú te habías imaginado durante tanto tiempo y por fin lo está viendo también otra gente, es muy bonito, la verdad.
Marta: ¿Y cómo dirías que ha sido el proceso a nivel personal, técnico, de escritura, de guión, de dirección, de pasar del documental a la ficción?
Nerea Sciarra: Pues ha sido muy. ¿Cómo decirlo? Ha sido difícil en el sentido porque al final el documental igual es algo más introspectivo que lo puedes hacer, o por lo menos los trabajos que hice yo eran más experimentales, en los que podía yo estar más tranquila, haciendo cosas a la hora que quisiese, o vamos a decirlo, como que me autogestionaba. Sin embargo, la ficción me parece un reto, el trabajar también con más equipo, trabajar el guión, que al final haces una versión y luego haces diez, entonces me parece como que el proceso es muy largo, pero al mismo tiempo es muy bonito porque al final no haces una película sola, sino que lo haces con mucha gente, entonces compartes con mucha gente el proyecto. También puedes ir a laboratorios, fui con este proyecto a un programa de mentorías, entonces es como que vas conociendo siempre más gente y el proyecto se va nutriendo también de la gente con la que compartes el guión o la historia. Entonces ha sido muy largo, ha sido difícil vamos a decir también, pero creo que es bonito a largo plazo ver todo el proceso. Por ejemplo, también he disfrutado mogollón el proceso de postproducción, de sonido, de imagen, de música, que es algo que nunca había hecho y eso lo más bonito es trabajar en equipo y la verdad que he estado súper a gusto con todas las que con las que he trabajado.
Marta: La edición de sonido la verdad que es una preciosidad, se escucha verdaderamente bien y se nota que habéis trabajado a posteriori, porque al final rodando en exteriores de la forma en la que vosotros lo habéis hecho es de una complejidad y aquí se escucha perfectamente llegar el tractor, ese amanecer, hay unos sonidos muy nítidos y entendemos que el trabajo luego posterior y verlo ir apareciendo, ir floreciendo por así decirlo, hasta el conjunto final ha tenido que ser bonito. Para mí, la escena que tienes de casi 1 min al comienzo del cortometraje es mi favorita. Ese despertar e introducción, y creo que ha quedado un corto muy cuidado, como te he dicho, de muy buena factura. Quería preguntarte antes de irnos si tienes en mente seguir por esta línea, si vas a seguir evolucionando, inventando hacia otros derroteros…
Nerea Sciarra: Pues la verdad que ahora mismo no estoy todavía en nada concreto, sí que tengo ideas y cosas que me surgen también es algo que creo que está en mí, que siempre parto de cosas, vivencias mías, que igual cosas que me han pasado o algo biográfico, pero que luego lo transformo en algo de ficción, vamos a decir. Pero ahora mismo no estoy en nada. Pero sí que yo creo que si volviese a la ficción, a un cortometraje, sería por el estilo, porque es algo que me gusta mucho y creo que tiene mucho que ver conmigo.
Marta: Bueno, Nerea, ha sido un verdadero placer. Espero que poquito a poco vaya habiendo más entrevistas, vaya habiendo más festivales y puedas moverlo bien. Si llega a los circuitos correctos, va a gustar muchísimo.
Nerea Sciarra: Qué bien. Muchísimas gracias, Marta.
Marta: Muchas gracias por tu tiempo. Hasta otra ocasión