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Entrevista a Luis Moreno, director del Festival de Cine Comprometido de Guadalajara

«O buscábamos una nueva ubicación o el FESCIGU moría».

El Festival de Cine Comprometido de Guadalajara (FESCIGU) es un festival de cortometrajes de temática social que lleva celebrándose desde 2003 en la ciudad de Guadalajara. Es un festival de cine social, al que le interesa el mundo y lo que sucede en él. Cada año centra la atención en un tema específico como El desarrollo sostenible, La alimentación, Las personas mayores, El agua… desarrollándolo mediante entrevistas a expertos en la temática, exposiciones, presencia de ONG’s y asociaciones que trabajan en esos campos. Este año, en su 22ª edición, a diferencia de las anteriores no se celebrará en la capital manchega, sino que se trasladará a Azuqueca de Henares. Será en octubre, del día 2 al 5. De los motivos de su cambio de sede, de su historia y mucho más, vamos a hablar con su director Luis Moreno.

Luis Moreno es natural de Aaiún, Sahara. Se formó en dirección cinematográfica en Portsmouth University y en el Bournemouth and Poole College of Art and Design (Reino Unido). Ha trabajado como gerente y productor de la compañía Comando Teatral y como ayudante de producción en la serie Amigos, para la cadena de TV Canal Nou, y ha sido evaluador de proyectos audiovisuales para la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en varias ocasiones. En 1996 fundó la productora alcarreña CINEFILIA y se centró en la realización de cortometrajes como Noveno Ve (1999), La presa número 7 (2012) o El agua secuestrada (2019) codirigido este último con Montse de la Cal, directora adjunta del FESCIGU.

¿Cómo afrontáis el reto de celebrar el festival en una nueva ubicación, en este caso en Azuqueca de Henares?

El Festival ha pasado por diferentes situaciones y ubicaciones a lo largo de sus ediciones. Por ejemplo, al principio estuvimos en el Palacio del Infantado y luego pasamos al Auditorio Buero Vallejo. En este caso da bastante rabia el motivo del cambio, y estamos tristes por dejar la ciudad de Guadalajara, que es lugar donde nació y donde ha estado siempre pero también ilusionados porque hay que buscar un nuevo público, adaptar el formato a la nueva ubicación. Va a ser como un reinventarse.

Una de las señas de identidad del FESCIGU es su compromiso social, centrándose cada año en tema específico. ¿Qué nos puedes adelantar su próxima edición?

En esta edición habíamos pensado en el binomio guerra-paz, pero debido a este cambio de ubicación, hemos creído que era mejor dejarlo para el próximo año. Vamos a centrar todo nuestro esfuerzo y atención en adaptarnos a Azuqueca. El año que viene sí que queremos retomar que haya un tema específico en el festival. Lo de un tema central no quiere decir que todo el festival gire en torno a él, sino que es una sección paralela, no competitiva. Esta va a ser una edición de transición. Sí que vamos a mantener las secciones paralelas y la misma estructura, pero por ejemplo va a haber un día menos de programación.

¿A qué se ha debido el cambio de ubicación del festival, tras 21 ediciones en la ciudad de Guadalajara?

Podemos decir que el FESCIGU se ha visto forzado al exilio. El Ayuntamiento de Guadalajara, formado por una coalición del Partido Popular y Vox, este año ha sacado de los presupuestos el convenio con el FESCIGU, y sin convenio no podemos celebrar el festival. Intentamos reunirnos con la alcaldesa (PP) y con el concejal de cultura (VOX) y lo único que obtuvimos fue un rechazo rotundo a mantener el convenio. Decidimos plantear una pregunta al pleno, dirigida a la alcaldesa, quien delegó en el concejal de cultura, y quedó claro que no quieren seguir incluyendo el festival en el presupuesto. Una acción política que no entendimos, y que afecta a todos los ciudadanos y ciudadanas, independientemente de su ideología. Vimos que, o buscábamos una nueva ubicación o el FESCIGU moría.

Cuando se anuncia que el FESCIGU se traslada a Azuqueca, ¿hubo alguna reacción por parte del ayuntamiento? ¿Se pusieron en contacto con vosotros?

No, no solo no ha habido ningún contacto, sino que, mediante notas de prensa e intervenciones ante los medios, nos reclaman que renunciemos al Buero Vallejo para poder programar otras actividades; cuando nosotros ni tan siquiera tenemos notificación de que se nos ha concedido el auditorio. Por otra parte, se dedican a divulgar cantidades de gasto de ediciones anteriores para dar a entender que es un coste muy elevado. También se han eliminado las ayudas al Festival de Cine Lento y al Festival de música Ke Kaña.

Durante las 21 ediciones del FESCIGU, por el Ayuntamiento habrán pasado diferentes grupos políticos, ¿no?

El FESCIGU nació con el PP. Nosotros nos reunimos con José María Bris, alcalde de Guadalajara del PP, en 2003, nos dio su apoyo y nos pusimos a organizarlo. Luego en mayo, hubo elecciones y entró el PSOE y quiso seguir adelante con el festival. A lo largo de su historia, durante el festival ha gobernado más tiempo el PP que el PSOE.

¿Qué va a aportar el FESCIGU a Azuqueca de Henares?

Yo creo que puede aportar bastante y que Azuqueca le aporte también mucho al FESCIGU. Puede aportarle que mucha más gente conozca Azuqueca a raíz de celebrarse ahí el festival. Azuqueca es una ciudad con mucha actividad y espacios culturales, un ejemplo es la Muestra de Teatro Espiga de Oro.

En 2015 la Academia del Cine Español os seleccionó como festival colaborador para la preselección de los premios Goya. ¿Qué supuso para el FESCIGU?

Un reconocimiento muy importante a la calidad del festival, no solo por parte de la Academia, sino por parte de los medios, de los directores… Poder optar a ser nominado para los Goya, supuso también una avalancha de cortometrajes, disparándose el número de cortometrajes que recibíamos. Esto conllevó un aumento de trabajo en la selección, pero aumentó la calidad de la programación y de público.

Los plazos para participar en esta edición ya están abiertos, ¿qué hay que hacer para inscribirse?

Desde la página oficial del festival: https://www.fescigu.com/ se puede acceder tanto a FestHome como a MoviBeta para inscribir los cortometrajes. Están también las bases. El plazo está abierto hasta el 15 de mayo de 2024.

En 2020, debido al COVID-19, el festival se celebró en formato de autocine. ¿Cómo fue la experiencia?

Fue un autocine diferente, pues se proyectaron cortometrajes. Hubo algún largometraje. Duró 39 días. De esos 39 días 5 se dedicaron a lo que era la edición específica de ese año y el resto se dedicó a un resumen de lo mejor que había pasado por el FESCIGU a lo largo de su historia. Hablamos con las administraciones y lo sacamos adelante.

¿Cómo nació El FESCIGU?

El festival está organizado por la Asociación Cultural CINEFILIA, que llevaba un tiempo produciendo cortometrajes y enviándolos a festivales. De recorrer festivales surgió la idea de crear uno en Guadalajara. Se lo propusimos al Ayuntamiento y así comenzó su andadura en 2003.

¿Una anécdota que destacarías de las ediciones anteriores? Imagino que habrá habido muchas, pero si tuvieses que decir una, ¿cuál sería?

En varias ediciones hemos recibido dos cortometrajes con el mismo título, y hubo una vez que a la hora de comunicar al que estaba seleccionado, nos confundimos. Nos tocó luego pedir disculpas al que le habíamos dicho que estaba seleccionado, y al que le habíamos dicho que no pues darle la noticia.

¿Cuál dirías que es una de las secciones más queridas del festival?

La de requetecortos. Es una sección de cortometrajes con una duración máxima de 6 minutos y cuando se proyectan es una sesión muy dinámica. El premio lo vota el público justo antes del comienzo de la gala de clausura.

Para terminar, desear que el FESCIGU tenga una gran acogida en su 22 edición en Azuqueca de Henares, municipio perteneciente a la comarca de La Campiña de Guadalajara, y que siga celebrando muchas ediciones. Ya sabéis, del 2 al 5 de octubre. Y si queréis participar, el plazo de inscripción para enviar los cortometrajes estará abierto hasta el 15 de mayo.

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