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Entrevista a Javier Olivares por ‘Programado por…’

En esta ocasión, el guionista Javier Olivares, a punto de estrenar ‘Ena. La Reina Victoria Eugenia‘ en RTVE y conocido por su trabajo en series como ‘Los Serrano‘ o ‘Los hombres de Paco’, creador de Isabel y, junto con su hermano, de ‘El Ministerio del Tiempo‘, escoge cuatro cintas que enfrentan la guerra o el drama social desde la sátira, el humor, la poesía o la fantasía: La kermesse heroica de Jacques Feyder, ‘Atraco a las tres‘ de José María Forqué, ‘El manuscrito encontrado en Zaragoza‘ de Wojciech Has y ‘Big Fish‘ de Tim Burton.

Solo podía elegir cuatro películas. Podrían ser otras muchas, pero son suficientes”, explica Olivares. “Las he elegido porque como espectador me han conmovido y porque (sobre todo) sin ellas yo no escribiría igual. Ni pensaría las imágenes que pienso antes de escribir. Porque un guionista no solo escribe diálogos. También escribe imágenes. Si no, no es guionista”.

Estas cuatro y bastantes más… Y series… Y novelas… En concreto de estas cuatro:

Tendría unos 17 años. No sé qué puede aportar a los cineastas. A cualquier espectador le aporta divertimento, finura y metáfora. Una comedia que tiene más capas de lo que su estructura de vodevil aparenta. Luego, si alguno de esos espectadores es cineasta, ya es cosa suya. Aunque, generalmente, los que se autodenominan cineastas suelen tener referencias más sesudas y aburridas que “La Kermesse”. Se suele despreciar la comedia. Lo siento por ellos.

Sin duda. Porque además, esa mezcla es lo que yo considero (añadiendo el drama, que también lo hay en estas películas, expresado claramente o difuminado) que la mezcla de todo eso que citas es la vida misma.

Los espacios personales son el escenario real de la vida. Así que mucho, evidentemente. Procuro pasear por ellos siempre que puedo. Y si no, recordarlos.

A nivel visual, reconstruir los elementos propios de la época de la que hablas… Y el lenguaje de ese tiempo. A nivel narrativo, la clave es elegir momentos esenciales e ir a por ellos. No contar todo, como si fuese la Wikipedia. Tú puedes hacer una serie o cine de cualquier época, pero la estás haciendo desde el siglo XXI para un espectador actual. Por muy de época o histórico que sea lo que haces, debe -aparte de estar documentado al 100%- ser acorde a tu tiempo a nivel narrativo. Y entretener, por supuesto.

La emoción. Todo el que se emociona piensa. Eso nos iguala (afortunadamente) a todos. La emoción y los sentimientos.

Yo pienso con imágenes. Y todos, cuando dormimos, soñamos con imágenes (sean buenos sueños o pesadillas). A veces escribes por alguien te pide que cuentes su historia. En ese caso, lealtad total. Pero cuando la idea y la historia es tuya, me jode que una vez escrito un guion, se llame a un director para que (a veces sin siquiera hablar contigo) recree una historia que no es suya. Respecto a los ejemplos, ha dos claros. Lorca y Camarón… Y la entrada de Velázquez en el Museo del Prado cantando el “Mami, yo soy guapa”.

Cada una tiene sus cosas distintas. Pero hay elementos que las une a todas: la mezcla de géneros, la emoción y, sobre todo, una narración por capas que permite al espectador elegir la suya para disfrutar de ella.

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