Entrevista a Candela Márquez

“Las personas en México tienen algo sumamente especial y una calidad humana que te hace sentir como en casa”

Hoy vamos a hablar con Candela Márquez, la protagonista de Oscuro veneno, película estrenada en la plataforma de streaming Canela TV y en la que Candela vuelve a dar vida a Helena, una agente secreta cuya arma es la seducción y que en esta ocasión tendrá que infiltrarse en la vida de un reconocido científico, sospechoso de estar creando un nuevo virus letal.

Candela Márquez es una actriz española, nacida en Valencia, que triunfa en México, país al que llegó en 2014, cuando dio vida a Aitana en la novela de Televisa Muchacha italiana viene a casarse. Desde entonces, no ha parado de trabajar allí: Betty en NY, Malverde: El santo patrón o SOS Me estoy enamorando son algunas de las series en las que ha participado. Antes, en España, había aparecido en series como La Fuga y Aida, y en teatro realizó la gira nacional Nos vemos en el cielo.

¿En qué proyecto estás trabajando en la actualidad?

En este momento acabo de terminar una gira de teatro que hice en México.

Estuvimos en muchas ciudades con la obra de teatro Los amantes perfectos.

En este momento estoy dándome un Break, disfrutándome un poco y viajando que es lo que más me gusta.

Helena Zapata es el personaje que interpretaste en La seductora (2020). ¿Qué diferencias podemos encontrar en la Helena de La seductora y la de Oscuro Veneno?

Helena Zapata siempre ha sido una mujer con una personalidad fuerte, con carácter y aguerrida. Para trabajar en un servicio secreto, se necesitan esas habilidades y ella las ha tenido siempre.

La diferencia que hay en este caso entre La Seductora y Oscuro veneno es la experiencia. Después de varias misiones, Elena se vuelve más fuerte y fría en sus sentimientos. Sabe reconocer que tiene miedo, pero no deja que este la paralice, por el contrario, a pesar del temor hace que las cosas sucedan, simplemente porque confían en ella, y si las cosas salen mal, lo intenta de nuevo.

¿Cómo ha sido el rodaje de Oscuro Veneno? Pues en esta segunda entrega sobre tu personaje recaía casi toda la acción.

El rodaje fue de lo más emocionante, compartir set con Pedro Moreno, Eduardo Yañez, Mauricio Mendoza, entre otros…  Fue una experiencia muy divertida. En esta ocasión tuve un profesor de artes marciales que me enseñó varias coreografías para poder hacer las escenas de acción.

¿Volveremos a ver a Helena Zapata?

De momento el estreno de la película fue hace pocos meses y estamos viendo la reacción de los televidentes. A través de ahí se hará una valoración para determinar si se continúa con las aventuras de Helena Zapata.

¿Cómo fueron tus inicios?

Mi formación real fue el teatro y el trabajo. Estudié en dos escuelas de arte dramático en España, Madrid. Al poco tiempo de entrar en la escuela tuve que salirme porque adicioné para un personaje y tuve que darle un break a los estudios para darle continuidad a mi carrera como actriz. Más tarde seguí formándome en la medida de lo posible ya que en ese momento tuve la suerte de estar trabajando. Todavía sigo estudiando cuando tengo espacios donde no estoy filmando porque la formación es importante para todos los actores, incluso si se tiene una larga y exitosa carrera como actor. 

¿Cuál fue tu primer papel? El primero que interpretaste una vez decidiste que querías ser actriz.

En las tardes saliendo de la escuela, lo que más me gustaba hacer con mi hermana era escribir guiones de teatro, crear historias y disfrazarnos para cuando llegarán nuestros padres, poder mostrarles el espectáculo que habíamos organizado para ellos.

El primer personaje que considero mi primer papel como actriz fue en la escuela, en mi asignatura de teatro me eligieron para interpretar el personaje de Carmen, es una ópera dramática basada en la novela homónima de prosper Mérimée.

Con 20 años te trasladaste a Madrid, donde participaste en series como La fuga, Tarancón. El quinto mandamiento o Aída. ¿Qué recuerdas de aquella o aprendiste de ella?

Lo que recuerdo con mucho cariño fue trabajar en la serie de La Fuga, realmente ahí fue donde entendí lo que era ser actor y todo lo que conlleva: autodisciplina, creatividad, flexibilidad y buena memoria, entre miles más je, je, je.

Pude hacerme de buenos amigos en esa serie, hoy en día sigo manteniendo comunicación con varios de ellos después de 12 años.

En 2014 realizas la gira nacional por España de la obra de teatro Nos vemos en cielo, año en el que te marchas a México. ¿Cómo surge la posibilidad de ir a rodar allí?

Francisco Florido fue el que puso los ojos en mí, tuvo la confianza en regalarme ese hermoso personaje que hice junto a Marlene Mourreau y Pedro Javier Sánchez.

Estuvimos un largo tiempo de gira en diferentes teatros y auditorios de España. 

Más tarde, Pedro Damián, un exitoso Productor de México me ofreció un hermoso personaje en su novela Muchacha italiana viene a casarse.

Para mí, emigrar era algo que sabía que algún día iba a suceder, se me abrió la puerta para explorar nuevos caminos y nuevos retos, y Muchacha italiana viene a casarse realmente lo hizo.

¿Qué supuso para ti su rodaje?

Fue como entrar en una escuela, no tenía ningún conocimiento sobre el argumento melodramático y eso fue lo que hizo convertir ese proyecto en un verdadero reto para mí.

Hace unos cuantos años atrás, las novelas eran de muchos capítulos, podíamos estar filmando entre seis y ocho meses, por lo que diariamente filmábamos muchas escenas por día por lo que te obligaba a usar un aparato llamado (chícharo o apuntador). Recuerdo con mucho cariño mi primer día de filmación.

Ese día me dijeron que debía ponerme el chícharo para seguir las indicaciones del director, cuando me lo puse pensé que me hablaba dios y todos sus ayudantes ja, ja, ja.

Saber usar el apuntador no es nada fácil, tienes que tener tablas y ser suficientemente ágil para poder manejarlo correctamente.

Como valenciana, ¿paella, horchata o naranjas?

Me acabas de decir mis tres debilidades, no podría decirte una específica, pero sí te las podría poner en orden: paella, naranja, horchata.

Y de México, ¿con qué comida te quedas?

Mi platillo favorito es el mole poblano, tengo muchos otros, pero mi favorito es ese.

¿Qué hace reír a Candela Márquez?

Soy una mujer que nunca he tratado de aparentar algo que no soy, me gusta la gente real, trato de juntarme con personas que tengan una energía positiva y que manejen ese humor natural, lo que me hace reír es juntarme con ese tipo de personas y contar anécdotas de la vida de una forma natural y espontánea.

¿En qué enclave te gustaría rodar?

Me gustaría rodar en la Selva una película de acción o fantasía, pero que tenga todo ese rol de la naturaleza, de árboles y palmas de mil especies y alturas.

¿Qué tienes pendiente hacer y, por lo motivos que sean, todavía no has podido?

Hacer una película de habla inglesa. Todavía no he probado en intentar hacer eso posible porque en este momento estoy tratando de perfeccionar mi inglés, en cuanto sienta que ya estoy preparada entonces será cuando eche toda la carne al asador.

Has interpretado a heroínas y a villanas, ¿qué rol te gusta más interpretar?

Por muchos años hice villanas, heroínas de capa nunca, pero considero que muchos de los personajes a los que les di vida fueron unas heroínas en cuerpo y alma. El personaje que me encantaría hacer es de ficción, tipo Neytiri interpretado por Zoe Saldaña en la película de Avatar.

¿Cómo fue tu integración en México?

Nunca sentí ese vacío en el interior, esa añoranza y apego familiar. A pesar de que siempre extrañé a mi familia y los amo más que a nadie en el mundo, siempre fui una mujer muy independiente y muy aventurera.

La integración en México fue algo muy hermoso, las personas en México tienen algo sumamente especial y es esa calidad humana que te hace sentir como en casa.

Para concluir, ¿en qué proyectos futuros podremos ver a Candela Márquez?

De momento estoy viendo varias opciones, todos son proyectos que me llaman inmensamente la atención, pero mientras estoy en ese proceso, estoy en una escuela de inglés en Los Ángeles.

Me gusta tener ocupado mi tiempo haciendo cosas que me sumen.