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‘Empress Ki’, sobrevivir entre dos reinos (2013)

Ya no se hacen series así. Esto puede sonar demasiado tremendo, pero es una realidad. ‘Empress Ki’ es tan masiva como superlativa en todos los campos. Solo con su puesta en escena ya deja en la estacada a cualquier otro K-drama histórico actual que nos pongamos a ver. Claro está que con 51 episodios o tiras la casa por la ventana o la audiencia se pega un tiro. Desde el minuto uno serás consciente de que ésta es una de esas producciones épicas que tienes que ver al menos una vez en tu vida como dramalover.

Dos reinos dan cobijo a una historia de supervivencia y venganza que nos recuerda que la realidad siempre supera a la ficción, aunque en el caso de ‘Empress Ki’ no son tantos los elementos históricos «reales» los que se han podido utilizar para dar forma a la historia, pues se conoce muy poco de la emperatriz Ki, y lo que se conoce fue escrito por quienes la vencieron, por lo qué debe leerse entre líneas y con mucho cuidado.

Más que probablemente este sea uno de los mejores alicientes para ver este K-drama, pues pone en la palestra, frente a millones de espectadores, la figura de una mujer destacada en la historia, que una vez más ha sido empujada al olvido, o peor aún, al descrédito. Una mujer que gobernó en la dinastía Yuan a más de 70 millones de habitantes habiendo llegado como tributo desde el reino de Goryeo, y qué volvió del destierro gracias a una serie de televisión haciendo que la curiosidad por su figura la hiciese relevante en pleno siglo XXI.

Sobrevivir es la mayor de las venganzas. ‘Empress Ki’ es un culebrón dónde las desgracias y los corazones rotos en mil pedazos se suceden mientras el tiempo avanza inexorablemente dejando un reguero de víctimas a su paso. En esta serie hay cabida para lo impensable, lo innombrable y lo imposible. Las intrigas políticas teñirán la acción de rojo sangre y gris duda. Todos tienen una agenda oculta. Harás bien en no encapricharte con ninguno de los personajes, pues en este K-drama la única certeza es qué para morir solo hay que estar vivo.

La protagonista indiscutible es Ha Ji Won. Esta mujer es un espectáculo, nos encanta en K-dramas como ‘Curtain Call’ o ‘Hospital Ship‘ dónde demuestra que no importa el papel que le den, siempre lo borda. En esta ocasión se zambulle en plena Edad Media para interpretar a una mujer que debe hacerse pasar por soldado para sobrevivir en su juventud, pero que termina involucrada en la vida política y palaciega del reino al que fue vendida mientras busca vengar a los asesinos de sus seres queridos.

Así, a lo largo de los 51 episodios con los que cuenta la serie, la vemos trabajar en registros muy físicos dónde destaca el uso del arco y la equitación, demostrándonos en escenas más delicadas qué también es capaz de fascinarnos con la sutileza de un gesto y la fuerza de su mirada mientras se mueve con soltura en preciosos vestidos ceremoniales. 

Pasando de ser conocida como Seung-Nyang a ser llamada emperatriz Ki, su personaje sobrevivirá, muy a su pesar, mientras busca recuperar lo que un día se le arrebató y si eso no es posible, aunque su corazón acabe hecho trizas y tenga que traicionarse incluso a sí misma, vengarse de sus enemigos.

La mayoría de nosotras ha conocido a Ji Chang Wook en producciones mucho más recientes. Con ‘Empress Ki’ nos retrotraemos a 2013 y lo vemos actuar como nunca antes lo habíamos hecho. Sus sonrisas siguen desmontando a cualquiera, está claro que es algo que lleva inherente a su persona, pero sorprende en su mirada. Aquí consigue que sea profunda, inquisitiva, temerosa y llena de anhelo a un mismo tiempo. Dando vida a Ta Hwan tendrá la oportunidad de dejarnos ensimismadas y perplejas ante la complejidad de las emociones que es capaz de mostrar en pantalla. Será capaz el actor de ‘The Worst of evil‘ de hacernos caer rendidas ante un muchacho que intenta, con las pocas herramientas que tiene, sobrevivir a un destino cruel dónde solo se le permite existir cual fantasma o desaparecer.

El valor de un rey que tiene el apoyo de sus súbitos pero no el poder para poder hacer frente a sus enemigos. Ese es el personaje que debe traer a la vida Joo Jin-Mo mientras interpreta a Wang Yoo, una empresa nada fácil que le hará luchar por un hueco en la historia mientras lo sacrifica todo para hacer lo correcto. Es imposible no empatizar con este personaje, sobre todo porque sus acciones están cargadas de sacrificio y lealtad, aunque eso implicará que su felicidad sea fugaz y muchas de sus decisiones reprochables.

El trío actoral está soberbio a lo largo de toda la serie. El guion, muy cuidado, les permite tener unos personajes que evolucionan enormemente. Marcados por las decisiones que se toman en pantalla y por el efecto dominó de las acciones de quienes les rodean. Esta tridimensionalidad hace que pronto te veas muy involucrada y comprometida con todos ellos, sintiendo esa contradicción natural de quien desea ocurran a un mismo tiempo dos cosas que se anulan o chocan entre ellas. Nadie dijo que la vida en época de Goryeo fuese fácil, cómo tampoco lo es la vida dramalover en los tiempos que corren.

Para este reparto principal había que contratar pesos pesados para darles apoyo a lo largo de una narración tan larga como ésta, y vaya que si se lo tomaron en serio. Vas a reconocer a casi todos ellos, porque son imprescindibles dentro de la industria. Te deja perpleja el talento enorme que hay hasta en personajes que pudieran parecer triviales. Entre ellos se encuentran los actores Choi Moo-Sung, Jin Yi-Han o Jung Woong-In, que dan vida a parte de los militares que marcarán las distintas fases por las que pasa la historia con sus acciones pasadas y presentes. Por su parte, dentro de las intérpretes femeninas sobresale Baek Jin-Hee, dando vida a un personaje cruel como pocos que solo puede compararse en egoísmo con la reina madre, interpretada por una Kim Seo-Hyung que se comerá la pantalla cada vez que aparezca en ella.

No sé cual fue el presupuesto para esta serie, pero tuvo que ser elevado porque hay múltiples escenas de batalla en cada episodio, contando todas ellas con un gran número de extras para llevarlas a cabo. Hay saltos imposibles y encadenamientos de acciones demasiado increíbles para ser realistas, pero no te sobrará ninguna de ellas. Las cámaras rápidas, entremezcladas con las lentas son un acierto total para vendernos batallas heroicas que nunca te creerías si no llevases un tiempo viviendo en Dramaland.

El vestuario es majestuoso. La fotografía, sobre todo en la parte media y final de la serie, es fabulosa y muy bonita. No se escatima en gastos en palacio, literal y figurativamente hablando, y eso nos permite recrearnos en mínimos detalles como son los objetos más mundanos de las estancias siendo imposible no posar la mirada en los bordados y los colores de los ropajes, que nos encandilan haciéndonos perder el hilo de lo que se está hablando.

Pero no todo es impecable. Hablemos de lo único que podemos achacarle a esta mega producción, la edición de sonido. Y no es que sea mala, es que es mejorable. De esto probablemente te des cuenta si eres tan quisquillosa como yo, pero hay ocasiones, sobre todo en las escenas de batalla, que el sonido del blandir de las espadas o de los cuerpos caer no casa a la perfección con lo que estamos viendo. Por su parte, la banda sonora es bellísima, aunque a veces, en la transición entre escenas, se corta de forma muy brusca y te quedas con la miel en los labios, porque de ‘Empress Ki’ siempre quieres más.

Su música es épica y está espléndidamente compuesta, cambiando y evolucionando conforme la serie lo hace. Nada tiene que ver la banda sonora que escuchamos al principio de la historia, cuando todo es mucho más juvenil y novedoso, que cuando nos mudamos al ambiente encorsetado de palacio, donde las responsabilidades adultas pesan sobre los hombros de los protagonistas, haciendo que el acompañamiento sea más pausado y dramático. Se usan de forma magistral melodías instrumentales a la par que vocales mientras la atmósfera se transforma mágicamente ayudándonos a evocar cada sentimiento oculto en los personajes.

‘Empress Ki’ es una montaña rusa de emociones. Cómo buena telenovela te encontrarás clamando al cielo ante las ciento de injusticias que padecerán los protagonistas, pero no podrás dejar de verla hasta saber qué les deparará el destino. Cualquier cosa puede ocurrir, los guionistas de esta serie no se andan con tonterías. ¿Te atreves con una partida de juego de tronos repleta de personajes inolvidables y traiciones por doquier? Dale al play.

¿nos encanta?
Overall
3.8
  • Fotografía
  • Interpretaciones
  • Banda Sonora
  • Edición y montaje
  • Guion
  • Originalidad
User Review
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Puntos fuertes

  • Un Ji Chang Wook impresionante, nunca lo has visto actuar así.
  • Un vestuario y un diseño de producción de esos que quitan el hipo.
  • Una historia con personajes cambiantes y mutables.

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Dónde ver Empress Ki
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