‘El señor de los anillos’, todo comenzó con la forja de los grandes anillos. | A buenas horas

El Señor de los Anillos es considerada una de las mejores trilogías de la historia del cine, para algunos, la mejor. Se compone en tres películas, como es obvio, La Comunidad del Anillo, Las Dos Torres y El Retorno del Rey, se estrenaron en 2001, 2002 y 2003, respectivamente. Dirigidas por Peter Jackson y basadas en los volúmenes de los libros de El Señor de los Anillos, escritos por J.R.R Tolkien.

La trilogía no fue solo bien recibida por los amantes del cine y del género de fantasía, también recibió un cálida bienvenida en los premios Oscar. La Comunidad del Anillo recibió 13 nominaciones, de las cuales ganó cuatro, a la mejor fotografía, a la mejor banda sonora, mejor maquillaje y a mejor efectos visuales. Las Dos Torres recibió un total de 6 nominaciones a los Oscars, ganando dos de ellos, a mejores efectos sonoros y mejores efectos especiales, entre otros muchos más premios que le entregaron. Por último, El Retorno del Rey recibió 11 nominaciones en los premios Oscars e hizo un pleno histórico, ganando los 11 premios, e igualando así a ‘Titanic’ y ‘Ben-Hur’, a pesar de que éstas poseían más nominaciones. Así, la trilogía de El Señor de los Anillos posee la vertiginosa cifra de 17 Oscars en total.

El film narra las aventuras del hobbit Frodo, quien ha sido escogido para llevar a cabo una misión de la que depende toda la Tierra Media. Portar el anillo único y llevarlo y arrojarlo a los fuegos del Monte del Destino, todo esto aventurándose en una épica epopeya donde transitará por lugares fantásticos, enormes, y llenos de peligros, mientras, tendrá que combatir contra criaturas malvadas y situaciones inverosímiles, pero en esta aventura Frodo no combatirá el mal solo, junto a él estará “La Comunidad del Anillo”, de la que forma parte.

Tras ver las películas, podemos entender a la perfección por qué ganaron dos Oscar a la mejor banda sonora, es el más puro reflejo de la magia convertida en música. Howard Shore, compositor de la BSO de la trilogía, juega con nosotros de una manera que es digna de aplaudir, podemos escuchar la banda sonora de La Comarca, donde se ve reflejada la parsimonia y tranquilidad de los hobbits, o podemos escuchar la música de Rivendel, hogar de los elfos, y entender la magia que engloba a esta raza tan mística, o podemos oír la composición de la canción de Khazad-dûm y vemos como expresa perfectamente en ella la epicidad y tensión del momento.

Los efectos visuales son una obra maestra, los podemos ver en personajes como el Balrog o en el característico Gollum, incluso aún pasando más de dos décadas los efectos visuales no parecen desfasados, son atemporales, y esto se debe a la paciencia y a la pasión por su trabajo que mostraron todos los trabajadores que hicieron que esta película saliera a la luz. La historia de Frodo y la comunidad está siempre acompañada de una fotografía fabulosa que toma de la mano unos paisajes neozelandeses magníficos y bellos. Por no mencionar las actuaciones tan sobresalientes de todo el elenco que forma la trilogía, desde los protagonistas como Viggo Mortensen (Aragorn), Ian McKellen (Gandalf), hasta los personajes secundarios como Hugo Weaving (Elrond). Se puede casi que palpar la exquisitez con la que están hechas las ropas de los hobbits o las armaduras de los elfos de la Segunda Edad, dejándonos claro una vez más la fidelidad a la obra original de Tolkien. En cada escena, cada lugar, en cada personaje la película nos está hablando, declarando su culpabilidad de amar de manera exagerada los libros de El Señor de los Anillos, porque sí, sin duda esta trilogía se hizo desde al amor y desde el máximo respeto hacia un escritor ya fallecido que transciende a todas las edades.

Aunque la película se tome ciertas libertades con respecto a la obra original, por ejemplo, omitir la aparición de Glorfindel en la primera película, u omitir al personaje de Tom Bombadil, son excepciones que no dañan a la obra original, dándole un toque distintivo a la película, pero siempre procurando respetar el libro en el que se basa para así satisfacer también a los lectores más fieles. El film nos deja con decenas de escenas memorables, como la escena del puente de Khazad-dûm, la carga de los Rohirrim, el discurso de Aragorn frente a la Puerta Negra, la batalla entre Sam y Ella-Laraña, etc. También nos brindan con diálogos tan exquisitos que son hasta difíciles de olvidar, algunos incluso nos dejan con una sabia reflexión, a la que le damos vueltas en la cabeza hasta que aparece algo en escena que nos roba toda la atención. Porque El Señor de los Anillos no es solo puro entretenimiento, y del bueno, no es solo una de las mejores trilogías de la historia y una de las mejores adaptaciones de un libro a la gran pantalla, también son unas películas que nos deja un mensaje tan cautivador que se debería poner a todos los niños como parte de su educación. El Señor de los Anillos nos enseña a dejar de lado la lucha entre nosotros mismos por ser diferentes, nos enseña a luchar juntos pese a nuestras obvias diferencias. Nos enseña a ser fieles a los nuestros, a las personas que amamos. Nos enseña a luchar por lo que queremos, a que el poder corrompe hasta al más fuerte, a ser osados cuando el momento lo apremia, a que en la sencillez está la felicidad. Nos enseña a que hasta el más pequeño puede cambiar el curso de la historia.

‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo’, es el principio del camino, la primera película de una trilogía que marcó un antes y después en nuestros corazones. Las Dos Torres fue la continuación de nuestra aventura fantástica favorita, brindándonos escenas que se podría considerar como obras maestras y diálogos inolvidables. El Retorno del Rey fue el final del sendero, el final de la aventura e historia más épica jamás vista en el cine, fue el punto de no retorno, pues ya nunca más volveríamos a ver por primera vez esta fantástica trilogía. Una trilogía que ha pasado a la historia, que ha marcado a más de una generación y que pese a los años, sigue permaneciendo en nuestra memoria. Gracias Peter Jackson por mostrarnos de una manera tan magistral y fiel la obra de Tolkien en la gran pantalla, gracias Tolkien por haber creado un mundo tan cautivador, y gracias a los dos por deleitarnos con la mejor aventura fantástica que habremos visto y que veremos. Quizá lo único malo de todo esto es que tiene un fin, el sendero termina, y El Señor de los Anillos se despide de nosotros para partir a Valinor junto a otras grandes aventuras del séptimo arte, pero queridos cinéfilos, “no os diré: no lloréis; pues no todas las lágrimas son amargas”.

Tráiler de ‘El señor de los anillos: La comunidad del anillo’.