Un rey cuyo nombre no puede pronunciarse y la existencia de puertas monolíticas que se abren solo ante unos pocos elegidos para transportarlos de una realidad y tiempo a otra son las premisas con las que hace su carta de introducción ‘El rey, monarca eterno’. Una serie que en su país de origen ha dejado indiferentes a muy pocos. Suele pasar cuando se juega con la historia en las representaciones televisivas. Siempre que alguien se atreve con un show de tintes históricos, por muy fantasioso que sea, siempre se levantan ampollas. Aquí no iba a ser menos.
El drama se centra en dos universos paralelos. Un universo se parece a la Corea moderna tal y como es conocida en la actualidad, mientras que el otro, es un universo alternativo en donde Corea es un Imperio gobernado por un solo monarca, el Emperador Lee Gon (Lee Min Ho), quien para luchar contra el mal y cerrar las puertas entre los dos mundos, se une a la detective Jeong Tae-eul (Kim Go-eun), quien vive en la actual Corea.
Al fin y al cabo estamos centrando el protagonismo en un monarca que en su mundo reina compartiendo el poder con una primera ministra, un mundo en el que Corea es una sola, mientras que en el universo paralelo se presenta una república en la que la guerra fragmentó el país, una realidad demasiado dolorosa, una herida abierta aún hoy en canal que ha pasado factura a la producción.
Se enfrentan realidad y presente al amplio abanico que la ciencia ficción siempre aporta y esos ‘y si…’ quedan resonando en segundo plano durante todo el desarrollo del guion. Coge lápiz y papel, o abre el bloc de notas del móvil, vas a necesitarlo para no perder detalle de esta historia de viajes temporales de tintes caballerescos y palaciegos en pleno siglo XXI. No por nada una de las estrellas de la serie es… Lee Min.. la preciosa yegua blanca llamada Maximus.
¿Qué historias presenta ‘El rey, monarca eterno’?
Lee Gon (Lee Min Ho) es un rey que desde demasiado joven siente el peso de la corona sobre sus hombros. La traición ha formado siempre parte de su vida, desde el momento en que su tío asesinara a su padre y casi acabara con su vida. Este joven rey es un genio matemático, solitario y atrapado en una jerarquía asfixiante a la que está demasiado acostumbrado.
Pronto el destino, o mejor dicho Manpasikjeok, una flauta mítica, hará que el rey deje de serlo al cambiar de realidad, dejando atrás su reino y un nombre que nadie tiene permitido pronunciar. Será, así, una persona sin identidad en un lugar que solo reconoce la autoridad del pueblo como forma de gobierno.
En esa realidad encontrará a la teniente Jung Tae Eul (Kim Go Eun), con quien se encuentra ligada, sin saber cómo desde el momento de la traición en la que casi pierde la vida. La que creía que era una deuda de gratitud eterna por salvar su vida, una mujer a la que había buscado por todos los rincones de su mundo, pasa a convertirse una vez se encuentra con ella, en una relación romántica algo más que compleja.
La historia primaria es, sin lugar a dudas, aquella que gira en torno a Manpasikjeok y a la traición familiar a manos de Lee Rim (Lee Jung Jin). La búsqueda incesante por el poder eterno de Lee Rim le hará asesinar a su hermano e intentar matar a su sobrino. No lográndolo en primera instancia, esperará a que el momento sea el oportuno, 25 años después, para intentar volver a tomar el poder, haciéndose inmortal gracias al manejo del tiempo que la flauta mágica permite al crear caminos interconectados entre universos paralelos.
En torno a esta trama se desarrollarán todas las relaciones creadas de ese choque de mundos. Pensemos que son realidades paralelas y por lo tanto los personajes, aunque con vidas ligeramente diferentes, existen en ambos mundos.
Aquí es donde está la gracia y uno de los talones de Aquiles de ‘El rey, monarca eterno’. En la historia aparecen representados una gran variedad de personajes, que en cada mundo cuenta con una personalidad diferente, lo que nos lleva a disfrutar de unas actuaciones muy variadas, los registros para el mismo actor o actriz son enormes, ya que se encuentra representando más de un papel en una misma serie.
Woo Do Hwan interpreta a Jo Eun Seob en la República y a Jo Young, jefe de seguridad de palacio, en el Reino de Corea. Dos personajes diametralmente opuestos que solo coinciden en su sentido del honor y valentía. Woo Do Hwan realiza un trabajo espectacular en el que muestra unas facetas interpretativas espectaculares, de verdad te hace creer son dos personas distintas las que tienes en pantalla.
Junto a él se encuentra Kim Kyung Nam como Kang Shin Jae, un personaje clave en la vida de la teniente y ligado aun sin saberlo al Reino de Corea. La suya es una interpretación dramática muy acertada e interesante, de lo mejor del reparto.
¿Qué más nos ofrece ‘El rey, monarca eterno’?
Veamos, ‘El rey, monarca eterno’, con un telón de fondo como es el duelo por mantener el equilibrio entre mundos, nos trae momentos tan épicos que parece que estamos en plena Edad Media, tan románticos que bien podría ser un guion pensado para Julia Roberts. Hay batallas en mitad de Busán en las que resuena el galopar de caballos y el blandir de espadas. Momentos de tensión que pueden cortarse con un cuchillo y otros muchos muy cómicos, sobre todo esos en los que el rey está acostumbrándose a vivir en una realidad muy distinta a la suya.
Y sobre todo hay momentazos románticos acompañados de buena actuación y unos diálogos que a la par que épicos son a veces repetitivos. ¿Quién no cae rendido ante una relación predestinada y con un camino por recorrer lleno de adversidades? No por otra cosa nos encontramos ante una oda al honor y el sentido del deber más absoluto.
Pero si hay una cosa remarcable y que nos encanta como está trabajada en esta serie son los ‘flashbacks’ que recuerdan momentos fuera de cámara, es decir, esos instantes que han ocurrido antes o después de las escenas que sí hemos visto, y que completan a la perfección el momento, ofreciendo la intimidad total que solo un recuerdo puede ofrecer.
Encuentros y reencuentros marcan, sobre todo, el último tercio de la serie, creando un ambiente tan centrado en la historia de amor que a veces perdemos un poco el hilo de la trama principal, la cual no para de cambiar debido a los saltos temporales.
Esta es una de las pocas pegas que encontramos, el montaje y el guion están cuidados en su mayoría, pero no podemos evitar sentirnos perdidos en más de una ocasión. Los cambios entre mundos y que la acción transcurra paralelamente cuando un personaje debe estar en dos sitios al mismo tiempo, son un quebradero de cabeza que dentro de lo que cabe se solventa bien.
La vida es lo que pasa mientras planeas la vida o en el caso de 'El rey, monarca eterno', mientras alcanzas tu destino.
Si eres de esas a las que no le importa que la gente acepte con una tranquilidad pasmosa el hecho de tener un doble en una dimensión paralela, porque la ciencia ficción está hecha para ti, entonces vas a disfrutar muchísimo de esta historia que tiene un poco de todo en su justa medida. Puedes verla en Netflix y disfrutarla en versión original subtitulada al español gracias al trabajo de Estrella García.
Tráiler ‘El rey, monarca eterno’
¿Pasa el corte?
Overall
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Originalidad
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Interpretaciones
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Banda Sonora
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Guion
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Edición y montaje
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Fotografía
User Review
( votes)Puntos fuertes
- La yegua más preciosa de toda la televisión a día de hoy
- Una fotografía que capta toda la epicidad de esta historia fantástica
- Muy buenas interpretaciones
- Muy entretenida, con un malo malísimo.