Partiendo de la base de que esta película se trata de una adaptación de uno de los libros más conocidos de la ciencia ficción en la actualidad, intentaré centrarme en analizar los aspectos cinematográficos, ya que en cuanto a los temas que se adaptan aquí, nadie va a quedar conforme. Para cierto tipo de público habrá sido suficiente, para otro habrá sido escaso. En El juego de Ender, Gavin Hood (X-Men Origenes: Lobezno, Expediente Anwar, Tsotsi) nos lleva directamente al espacio, de la mano de la novela de Orson Scott Card.
Es una obra bastante cuidada en cuanto a la ambientación, a pesar de que conforme te adentras en la película, te vas dando cuenta de que algo falta. Y claro que falta. El introducir en casi dos horas el argumento tan detallado de esta novela, no iba a ser tan fácil como se esperaba, y a pesar de lograr unos magníficos resultados, la “aceleración precipitada” de los sucesos, hacen que te cuestiones cómo sería si no se hubiesen omitido detalles. La respuesta es obvia. Si ya de por sí, a mucho público seguidor o no de esta saga literaria lo ha enganchado de principio a fin, imaginad como hubiese sido el resultado si hubiesen adaptado todas y cada una de las partes que se narran. Es una apuesta arriesgada, que según deja adivinar su final, puede ser el comienzo de una nueva saga cinematográfica, y parece ser que no sólo se van a preocupar de adaptar la primera novela.
La película goza de una ambientación y una calidad visual sobresalientes. Los efectos especiales y de luz, la calidad técnica de los actores, la gran banda sonora que hace que nos adentremos aún más en cada situación. Todo esto, conforma un gran equilibrio para sostener este gran argumento.
Con un Asa Butterfield (La invención de Hugo, El niño del pijama de rayas) que no necesita sujetarse en nadie para hacer una gran interpretación de Ender Wiggin, a pesar de contar con la ayuda de Harrison Ford (Saga Star Wars, Saga Indiana Jones) y Ben Kingsley (Iron Man 3, La invención de Hugo, Shutter Island), que también interpretan decentemente sus papeles.
A lo largo de la trama se nos plantean diversos paradigmas emocionales a los que se ve sometido el protagonista, ya sean provocados por sí mismo o por su entorno. Se nos permite ver el peso de los personajes y el desarrollo psicológico de Ender. En este aspecto, se intenta que la película se llene de una trama más madura.
Con una historia bastante envolvente y bien adaptada, añadiendo los detalles que se han mencionado anteriormente, queda a la altura de lo que se espera (sin tener en cuenta la novela). Si ya de por sí, la película empieza con una escena impactante, que nos deja con ganas de que avance para comprender lo que ha pasado, el final nos creará aún más incógnitas.
