El corredor del laberinto está basada en la serie de novelas de James Dashner. Una comunidad de chicos cuya memoria ha sido borrada está atrapada en una estructura compleja llamada el Claro, un enorme campo verde rodeado por una amenazante y laberíntica construcción que les impide escapar.
Cualquier saga juvenil que está basada en un éxito literario, está destinado a ser comparado con Los juegos del hambre, que parece ser el ejemplo a seguir para sus seguidores, pero las comparaciones serán mejor que se hagan después de disfrutar de ambas películas.
Encontrar una saga de aventuras con pequeños esbozos de terror y situaciones de tensión extrema que hacen que se dispare la adrenalina, es cuanto menos, complicado, y parece ser que El corredor del laberinto lo consigue.
El ambiente de claustrofobia en el laberinto, esa sensación de no poder escapar y de quedarte atrapado entre los muros de este, es una impresión casi terrorífica, vivir en un Claro seguro, donde tienes en todo momento a la muerte frente a tus ojos y que debes enfrentarla para poder salir y ser libre es algo realmente intrigante, a la vez que aterrador. El ambiente mezcla temas futuristas con la naturaleza, cosa que se logra satisfactoriamente.
Visualmente es muy bella, y el diseño del laberinto y de las criaturas es original y atractivo, y uno de los elementos que más vamos a disfrutar de la película, sin duda alguna.
Wess Ball (Ruin, A work in progress) se ayuda de jóvenes promesas, que a pesar de su juventud, algunos ya son conocidos por importantes interpretaciones. Dylan O’Brien (Los becarios, The first time, Teen Wolf La serie) realiza una labor impecable en toda la trama, olvidándonos de su interpretación en la serie Teen Wolf, enfocado más a la comedia, para sumergirnos en lo más profundo del laberinto, un mundo más oscuro y sombrío; Thomas Brodie-Sangster (Los forajidos de Baytown, Death of a Superhero, La última legión) que está impecable a lo largo de toda la historia, aunque ya lo conocíamos de sus apariciones en Juego de tronos; Kaya Scodelario (Ahora y siempre, The truth about Emmanuelle, Cumbres borrascosas) está muy acertada, y muy correcta dejándose rodear por el misterio que acompaña a su personaje; Will Poulter (Somos los Miller, Saga Las crónicas de Narnia, El hijo de Ranbow) también está muy acertado, adentrándose a la personalidad brusca y desafiante de su personaje, haciendo un cambio radical en cuanto a su anterior papel en Somos los Miller.
La música a cargo de John Paesano dota a la ambientación de momentos épicos y de acción, acompañándolos en ocasiones, de cierta tensión que se agradece, para mantenernos pegados al asiento sin pestañear.
La fotografía de Enrique Chediak es majestuosa, haciendo que nos perdamos en el laberinto sin opción de encontrar el camino de vuelta.
El corredor del laberinto comienza la carrera con muy buen pie, y esto, es algo que el público va a agradecer esperando las siguientes entregas.
Os dejo la banda sonora original, que os aseguro que no tiene desperdicio alguno:
https://www.youtube.com/watch?v=nvaBIHYvBH0&list=PLRqWF9vSc9IZzwEuiFCsmTIPuLvF777C7&index=1