‘El Cid’ cuenta la historia del hombre detrás de la leyenda, Rodrigo Díaz de Vivar, también conocido como “Ruy”, desde que era niño hasta que se convirtió en un héroe de guerra, mientras intenta encontrar su lugar dentro de una sociedad donde las intrigas de la Corona de León intenta controlarlo. El Cid es un héroe por todos conocido pero también uno de los personajes más misteriosos y complejos de la historia de España. La trama tiene lugar en el siglo XI, una de las épocas más fascinantes de la historia de España, donde cristianos, árabes y judíos convivieron en la Península Ibérica, enfrentándose en guerras y/o forjando alianzas. Una historia de aventuras, amor, intriga, traición y lucha entre quienes ostentan el poder y quienes poseen la auténtica autoridad.
‘El Cid’, uno de los proyectos más caros de la historia de Europa.
El pasado diciembre se estrenó en Amazon Prime Video ‘El Cid’, una de las series más esperadas de finales del 2020. Con la creación de José Velasco y Luis Arranz las expectativas eran muy altas. La serie cuenta la historia del hombre detrás de la leyenda, Rodrigo Díaz de Vivar, también conocido como “Ruy”, desde que era un joven hasta que se convirtió en un héroe de guerra, un mercenario en realidad. Vemos a un muchacho en busca de una identidad dentro de una sociedad, en cuya Corona (la de León) se suceden algunas intrigas palaciegas. La lealtad, el honor y el deber son rasgos esenciales que conforman el carácter de este joven Rodrigo, quien desconoce por completo su legendario destino.
Resulta difícil creer que uno de los proyectos más caros de la historia en Europa, y con un elenco tan sólido haya resultado, en mi opinión, un tanto decepcionante. Ni el nivel de factura, donde la serie brilla bastante (la secuencia de la justa por ejemplo es visualmente disfrutable), ni el talento en el reparto (en especial, Alicia Sanz en su interesantísimo papel de Urraca está excepcional) evita que reparemos en el mayor problema de la serie, los fallos de guion, al que le falta autenticidad: diálogos que no funcionan por carecer de naturalidad, situaciones absurdas que chirrían, algunas peleas ridículas…
Potencial.
En ocasiones, el tratamiento maniqueo de los personajes y la irregularidad en el ritmo lastra el resultado final e impide profundizar en la historia que, muchas veces, no sabemos hacia dónde se dirige. El vaivén en el tono (indefinido, opaco y drásticamente ambiguo), utilizado para contar el relato, resulta artificial y torpe en su desarrollo. Asimismo, dejando la falta de rigor histórico, el desarrollo de las tramas se acerca a lo peor del género de telenovela, lo cual le confiere poca verosimilitud en algunos aspectos. Obviando esto, si la vemos como un producto exclusivamente ficcional, alejado del realismo que puede tener el documental, podemos llegar a disfrutarla como mero entretenimiento, que no es poco.
Con todas estas irregularidades, veo potencial. Al terminar el quinto y último episodio de la introductoria temporada, he tenido la sensación de que lo interesante comienza justo ahora. La evolución del protagonista, muy impulsivo e inexperto en la primera entrega, espero que en la segunda temporada se aproveche, indagando sobre ella. Confío en que los errores cometidos se pulan y la serie poco a poco mejore y crezca, sobre todo, en lo tonal. Que encuentre el buen equilibrio entre forma y fondo, esto es, que la potencia visual en su puesta en escena se refleje también en el guion. Si no lo hace, sin ánimo de acritud, no valdrá la pena seguir viéndola, pero por el momento un servidor le dará una oportunidad.
¿Pasa el corte?
Overall
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Originalidad
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Fotografía
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Montaje y edición
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Música
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Guion
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Interpretaciones
A destacar
Lo mejor:
- · Obviando las irregularidades, la serie puede llegar a entretener.
- · Visualmente se disfruta.
- · El posible potencial que tiene a pesar de todo lo malo.
Lo peor:
- · Un guion flojo y a menudo inverosímil.
- · No acaba de encontrar el tono.· La ausencia de equilibrio entre forma y fondo.
Crítica de
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