Lee Doo-Na (Bae Suzy) era miembro de un grupo K-pop. Ella era la vocalista principal, la más popular del grupo, pero de repente anunció su retirada. Ahora vive en una casa compartida, situada cerca de una universidad, y rara vez sale. Mientras tanto, Lee Won-Jun (Yang Se-Jong), un estudiante universitario corriente y de buen corazón, sin nada especial en su entorno se muda a la casa compartida donde reside Lee Doo-Na. Su amabilidad da consuelo a Lee Doo-Na. ¿Habrá algo más?
Bae Suzy se pone en las manos de Lee Jung-Hyo, director de la adorada ‘Crash Landing on you‘ y la preciosa ‘Romance is a Bonus Book‘ para dar vida a la historia de una idol que debe retirarse de la vida en activo debido a la enorme presión a la que es sometida y que la tiene al borde del colapso. ‘Doona!’ se presenta ante las espectadoras con una estética resplandeciente, un color saturado y a la vez difuso por la influencia de un sol radiante que entra por la cámara y llega hasta nuestras pantallas para narrar una historia de sanación que antes debe mostrar lo profundo que ha caído su protagonista en el abismo del agotamiento emocional y mental.
No es este el primer K-drama que se acerca a la vida de los Idols, pero probablemente sea uno de los que más inciden en lo dañina y criminal que puede ser la industria con aquellos que vemos en la cúspide. Es en este apartado donde reside la mayor fortaleza de este drama, en darnos a una protagonista descarada, y pareciera, irascible y pasota, para tirarnos a la cara la infinita presión social, la falta de intimidad y privacidad, así como el férreo control al que son sometidas aquellas personas que se dejan la piel por alcanzar el sueño coreano.
A través del personaje de Bae Suzy miramos a los ojos a alguien que ha dado su vida y salud por un sueño, rompiéndose para ello en mil pedazos a lo largo del camino, llegando hasta tal punto que su cuerpo ha dejado de obedecer. Cuando la conocemos en esa casa compartida en la que se desarrolla la trama no podemos más que sentir desesperación salir de cada poro de su ser. El abandono que sufre cuando al dejar la industria todo su mundo se vuelve solitario, apagado y su rutina ya no tiene valor, hace que la desidia tome las riendas de su vida.
Hará falta la llegada de Lee Won-Jun (Yang Se-Jong) a su vida para que se de cuenta de las muchas carencias que ha tenido su vida hasta el momento. Pronto Lee Doo-Na reconoce la amabilidad, la calidez y el apoyo que supone tener amigos en quien confiar, y mientras descubre, más bien torpemente, como incorporarlos a su vida se irán desarrollando sentimientos entre los protagonistas que ninguno de ellos adelantaba.
Interpretativamente ninguno de los protagonistas, ni tan siquiera los secundarios que normalmente nos sorprenden gratamente, resalta en su actuación. Por desgracia el drama no nos alcanza dejando heridas punzantes en nuestro recuerdo. ‘Doona!’ ocurre sin más, vemos su historia pasar y lo hacemos con bastante indiferencia cuando bien podría haber sido una historia desgarradora debido a la intensidad de las emociones que tan a flor de piel vemos.
‘Doona!’ es una serie de primeras veces, sanadora y romántica en la mayor parte de su metraje, aunque también muestra la cara más amarga de las relaciones personales cuando una de las personas implicadas está demasiado dañada emocionalmente y se dan comportamientos tóxicos que hacen que la magia desaparezca de un plumazo. Lo bueno es que el guion es consciente de ello, aunque no es capaz de gestionarlo todo lo abiertamente u honestamente que querríamos, nos permite reconocer ciertas pautas y ponerlas en cuarentena.
Conforme los personajes crecen y avanzan en sus relaciones con el resto de personajes nosotras vamos viendo lo muy lejos que están llegando, lo difícil que es actuar buscando un mejor futuro a pesar del dolor o necesidad que podamos sentir y tener en el presente. Estos personajes crecen enormemente a lo largo de los nueve episodios, pero la mala gestión temporal del guion y un montaje fragmentado y disperso que salta en el tiempo y nos mueve de escena sin previo aviso generan una falta de cohesión que nos deja confusas y pensando ¿Qué está pasando? ¿Dónde está el resto de la serie? ¿Qué me he perdido entre medias?
Pero si queremos centrarnos en todo lo positivo que tiene ‘Donna!’ solo tenemos que pensar en lo mucho que nos ha gustado que dentro de su cotidianeidad y normalidad universitaria hubiese hueco para crear un ambiente casi de ensueño gracias a un buen manejo de la luz, y por encima de todo, como no podía ser de otra forma, siempre puedes disfrutar de su banda sonora, de la que seguro guardas más de una canción en tu lista de Spotify.
¿Se puede salir indemne de la industria musical? ¿De verdad creemos que nuestros idols son dueños de sus sueños y vidas? El dinero lo mueve todo y quienes se juegan mucho en ello hace tiempo dejaron de ver a los humanos que ahora se han convertido en la gallina de los huevos de oro. ‘Doona!’ merece cada minuto de visionado por la mucha conversación (y necesaria) que puede generar en cuanto a salud mental y presión social dentro de la industria musical, aunque lo que se nos venda sea un romance lleno de dudas, tempos desajustados entre protagonistas y una calidez que reconfortaría aun mucho más si no fuese por lo mucho que chirrían ciertos comportamientos y decisiones a lo largo del drama.
Tráiler de ‘Doona!’
¿nos encanta?
Overall
-
Fotografía
-
Banda Sonora
-
Originalidad
-
Interpretaciones
-
Edición y montaje
-
Guion
Me encantó està serie, corta sí, querías más. Discrepo en tu nota. Muuuy baja. Discrepo en que las interpretaciones no sobresalen. No es una serie de 10 però tampoco de 3. Emocionalmente muy real. Estas reacciones dubitativas en situaciones de gran tensión emocional. La he disfrutado mucho.
Es de 3 sobre 5 jejeje. Para mi si se ha quedado en un seis. La idea me ha encantado y la estética también, pero me ha faltado empatizar más con los personajes. Me alegra mucho que te haya gustado, creo que hay mucha gente a la que le ha llegado tanto como a ti.