Ambientada a caballo entre los años setenta y un futuro nada gratificante para los mutantes, ‘X-Men: Días del futuro pasado’ cuenta con un mayor protagonismo de Lobezno, papel al que vuelve a dar vida Hugh Jackman, que es enviado al pasado por las versiones futuras de Magneto y el Profesor X con la intención de evitar que los Centinelas, robots que en el futuro se encargan de perseguir a los mutantes, lleguen a convertirse en una realidad. A simple vista puede parecer una trama de viajes en el tiempo compleja, pero Singer consigue plasmarla de una forma clara y limpia.
Después de la catastrófica ‘X-Men. La decisión final’, Bryan Singer consigue enmendar los garrafales errores que Bret Ratner cometió y le otorga a ‘X-Men: Primera generación’ la gran secuela que se merece. Inundada de muchos personajes principales y secundarios, el filme los presenta de una forma ordenada y permite que cada uno se desarrolle como le corresponde.
En términos de reparto, Michael Fassbender y James McAvoy se salen de la pantalla con sus interpretaciones de los jóvenes Erik Lensherr y Charles Xavier. Jennifer Lawrence brilla como Mística, pero siendo justos, hay que decir que el mejor personaje de todos es el de Mercurio, al que da vida el actor Evan Peters. A pesar de que Peters apenas aparece en el metraje, sus escenas son impactantes y consiguen que el público empatice con el personaje de una forma muy entrañable y en cierto modo cómica. La audiencia agradecerá la presencia de otros rostros conocidos como el de Omar Sy, que encarna a Bishop, mientras que Peter Dinklage, o lo que es lo mismo, Tyrion Lannister en ‘Juego de tronos’, se deja caer por algunas escenas interpretando al Doctor Bolivar Trask.
La banda sonora de John Ottman es otro punto a favor en ‘X-Men: Días del futuro pasado’, con temas vibrantes y trepidantes que no dejarán indiferente a nadie. Ni que decir tiene que el apartado de efectos especiales y visuales es francamente algo de otro mundo, mientras que las dos estética que abundan en el filme, la oscura para representar el futuro y la setentera, están conseguidas de forma impecable. En cuanto a la eterna pregunta de si es más favorable visionarla en 2D o 3D, en esta ocasión y aunque me cueste reconocerlo, la versión 3D es la ganadora. Para aquellos y aquellas que deseen una máxima experiencia cinematográfica, las gafas 3D serán vuestras mejores aliadas. Sinceramente, el uso del slow motion en algunos momentos concretos de la cinta es algo que no puede explicarse con palabras.
Antes de terminar, un aviso a navegantes, sobre todo aquellos que son verdaderos amantes de la saga mutante. Mantened los ojos bien abiertos en busca de Easter Eggs.
¿Por qué no es una película perfecta? Es posible que en algunos momentos, aunque son bien pocos, el metraje se haga un poco pesado, pero es la única y minúscula pega que el filme puede tener. Bryan Singer ha conseguido convencer a los fans de que él, y no cualquier otro director, es el que debe ocuparse de la saga de los mutantes.
‘X-Men: Días del futuro pasado’ es entretenimiento y cine de acción cuidado en todos y cada uno de sus aspectos, un filme pensado para hacer las delicias de los más fans y para mantener pegado en el asiento a todo aquel que simplemente quiere disfrutar de un buen producto cinematográfico. Un disfrute que no hay que perderse.
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