Crítica de ‘The Preppie Connection’ (2015, Joseph Castelo)

The preppie conection - MagaZinema

Título original: The Preppie Connection

Año: 2015 (Estados Unidos)

Duración: 95 min.

Director: Joseph Castelo

Reparto: Sam Page, Lucy Fry, Thomas Mann, Amy Hargreaves, Logan Huffman, Bill Sage,Jessica Rothe, Marko Caka, Ryan Ward

Guión: Joseph Castelo, Ashley Rudden

Fotografía: Brett Jutkiewicz

Música: Sam Bisbee

Género: Drama

Sinopsis: Un estudiante en una escuela privada utiliza sus contactos para establecer una red de tráfico de drogas en su escuela.

Crítica de ‘The Preppie Connection’

por Lourdes Lulú Lou

«Adaptarse, a lugar nuevo, nunca fue fácil…, ni gratis»

Todo circula como se espera, sin sobresaltos ni sorpresas, todo lineal/todo esperado, lo cual no es ni bueno ni malo, sólo muy previsto, aunque de una forma que no aumenta tu apetito por ella, simplemente te conformas con verla.
Basada en una historia real, la de un becario en colegio de alta cuna, que se convierte en la mula de sus ricos y aburridos compañeros para encajar y ser uno de ellos, donde tan acelerada travesura le hace pasar de ser un farsante fanfarrón a todo un especialista en el arte del contrabando de cocaína, para dejar de ser ese cobarde marica que no se atreve a probar la mercancía y alcanzar el trono de los que lucen y molan.
Los papeles están claros, los roles de cada uno bien distribuidos, no hay enigma, no hay suspense ni equivocación a la vista, voz en off del autor de los hechos para introducirte, guiarte y aclarar la lectura de las escenas descritas y dejar rodar la cinta, sin mayor percance.
Sin ser inapropiada, ni aburrida, deja la sensación de no obtener gran partido a esa diferencia entre el ellos-y-nosotros que tanto destaca y afronta, su huella no estimula ni impacta ni abre debate, se limita a una narración simple y correcta de lo sucedido a partir del testimonio de un chico de clase trabajadora, impulsado a codearse con la jet set y que supo como ser el rey de la fiesta, hasta que le pudo la codicia y bajo de la cima del mundo a la soledad en que siempre había estado.
Para el revuelo que supuso la noticia en su momento, la película apenas supone un bombón curioso y apetecible; su guión se preocupa más en ser, apuntador narrativo, que en verter imágenes locas y escandalosas del verdadero bullicio que tenía lugar en las habitaciones del campus.
Mediana y superficial, de rebaja en su saldo, establece conexión ligera con un espectador que la observa sin esfuerzo y la olvida antes de acabarse, admitiendo que su consumo ha empleado un tiempo muerto, sin demasiado beneficio, pero tampoco de gran desperdicio.
Cine para televisión, válido dentro de esa oferta que no pretende más que ocupar hora y pico de su programación y que la audiencia no desaparezca; no hay riesgo, es plana y de dirección recta.
Sam Page trabaja bien su papel de pillo cazado por ir de demasiado listo, su retumbante habla incesante, como comentarista explicativo, no martillea, se lleva con esa comodidad de seguir las instrucciones para llegar a montaje final; ni siquiera hay tensión sobre cuál será su desenlace pues, como noticia del telediario de su época, ya está todo sabido.
Lástima que no sean suculentos esos detalles personales del artífice de tan desquiciada cruzada, eran la salsa que hubiera transformado un plato común, de día rutinario, en un episodio interesante, de incidente gustoso.
“Te hace dejar de pensar”, y pasar ordinariamente el rato. Al pensar en mínimos, es exiguo lo obtenido, sin más.
  • 5/10
    Realización - 5/10
  • 5/10
    Fotografía - 5/10
  • 4.5/10
    Montaje y edición - 4.5/10
  • 4.5/10
    Música - 4.5/10
  • 5.5/10
    Guion - 5.5/10
  • 5/10
    Interpretaciones - 5/10
4.9/10

Resumen

Lo mejor: narra correctamente.
Lo peor: su pretensión es escasa.

Tráiler de ‘The Preppie Connection

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