Ciertamente, el mundo de los remakes es un lugar interesante de analizar. Nunca se sabe cuando realmente es necesario o si, de verdad, es posible aportar algo nuevo. Hay honrosos casos como el de Martin Scorsese con ‘El cabo del miedo’, que supo actualizar y darle su toque propio al original de 1962, ‘El cabo del terror’. Si bien, no llegaba a esos niveles de ansiedad, resultaba una propuesta más que digna e interesante. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la nueva versión no suele superar a la original. ‘Lazos de sangre’ es un claro ejemplo.
Chris Pierzynski sale de prisión después de estar varios años en prisión por haber asesinado al novio de su ex novia. Su hermano pequeño, Frank, es agente de policía y tiene un prometedor futuro en la comisaría. El equilibrio en la relación de los hermanos, que no se hablan desde hace años, se verá en peligro con la salida de Chris de la cárcel. El padre de ambos, siempre ha tenido preferencia por el hijo mayor y es capaz de perdonarle todos sus errores. El lazo familiar es demasiado fuerte y Frank, estoicamente, le ofrece alojo y le consigue un trabajo digno para salir adelante. Pero la cabra siempre tira hacia el monte, y Chris volverá a las andadas, provocando una fuerte erosión familiar.
Esta cinta parte de otra realizada en 2008, de nacionalidad francesa, ‘Rivales’: protagonizada por François Cluzet y Guillaume Canet y dirigida por Jacques Maillot, que también se encargó de la labor de guión. Esta nueva versión la dirige el que fuera uno de los protagonistas de la cinta original, Canet, que tiene una prometedora carrera como realizador tras las aplaudidas ‘No se lo digas a nadie’ o ‘Pequeñas mentiras sin importancia’. Es de imaginar que, mejor que otro director que no haya estado implicado, era mejor contar con la experiencia de alguien que sí tuvo contacto con la propuesta original.
Presentada en Cannes, ‘Lazos de sangre’ –pese a contar con la ayuda de un especialista del cine noir más contemporáneo, James Gray– no consigue ofrecer algo diferente no sólo de su predecesora, sino que tampoco logra dar un aire realmente renovado al género de gánsteres. El enfrentamiento entre hermanos se torna previsible, los personajes secundarios apenas dan juego, salvo el de Matthias Schoenaerts que sigue apostando por producciones en inglés dejando de lado el cine europeo que tanto le ha apoyado; las actuaciones resultan muy creíbles pero con la sensación de tener un guión desaprovechado y no se va esa sensación de que –al ser un remake– tiene la imperiosa necesidad de explicar y dar detalles de una trama que, manteniendo lo no verbal de la original, hubiera ganado muchos puntos.
Y es una lástima que ‘Lazos de sangre’ teniendo un elenco francamente excepcional (Clive Owen, Billy Crudup, Marion Cotillard, Mila Kunis, James Caan y Zoe Saldana por citar los más importantes) no consiga mantener esa angustia con la que empieza inicialmente para ir desinflándose en clichés e imágenes ya vistas en otras producciones como ‘La noche es nuestra’ o ‘Una historia de violencia’.
La primera incursión, como director, de Guillaume Canet en Hollywood se siente decepcionante. Cierto es que sus actuaciones y su cuidada ambientación hacen de ella una producción digna y que ya sólo por ello merezca la pena verla. Pero el que toque el corazón a nostálgicos del género no es suficiente para que ‘Lazos de sangre’ sea una buena propuesta. Una cinta irregular que, gracias a su elenco, se podrá disfrutar medianamente.