Crítica | 'El desafío (The Walk)' (2015)

Philippe Petit supo estar en el momento adecuado de la historia para atreverse a cruzar una cuerda floja las Torres Gemelas de World Trade Center. Algo que sólo era posible realizar en 1973, puesto que todavía no estaba terminada la Torre Sur. Un reto que sólo un artista loco y excéntrico hubiera sido capaz de realizar. Robert Zemeckis ha querido darle magia propia en la ficción con ‘El desafío (The Walk)’ un relato que llevará al espectador a alturas increíbles ofreciéndoles vistas espléndidas de la mano de Joseph Gordon-Levitt.

Philippe Petit es un joven funambulista que se gana la vida como artista callejero en las calles de París. Es un chico soñador y ambicioso, con ganas de ofrecer arte y espectáculo con sus malabares y a través de la cuerda floja. Una forma artística poco comprensiva que le acarreará más de un problema. Tras atravesar con una cuerda Notre Dame y, así, darse a conocer, el equilibrista irá un paso más allá cuando viaje a Nueva York para lograr su propósito más grande: Atravesar las Torres Gemelas del World Trade Center, que van a inaugurarse ese mismo año. Todo un reto en el que necesitará ayuda.

Zemeckis tenía un reto doble. El primero, darle la espectacularidad necesaria al proyecto para estar a la altura de la hazaña del equilibrista francés. Y el segundo, recrear las extintas Torres Gemelas y que la gente, al ver la película, no se acuerde del traumático y horrible atentado que las destruyó en septiembre de 2001. El realizador ha conseguido con éxito lograr ambos propósitos. El apartado visual de la cinta es magistral, toda una virguería y alarde artístico. Realmente el realizador de ‘Forrest Gump’, ‘Naúfrago’ y ‘El vuelo’ ha logrado que un equipo de Efectos Visuales excelentes, con Marc Reichel liderándolo.

Y es que su apartado visual es lo esencial, lo que le lleva a esta propuesta a otra escala junto con un esmerado Joseph Gordon-Levitt, que tenía no sólo el reto de convertirse en un artista del Circo del Sol, sino también de convertirse en francés. El actor hace todo lo posible por mimetizarse en el personaje y lo logra hasta cierto punto. Cierto que su elección no es del todo acertada, un intérprete francés le hubiera dado mayor veracidad, pero su esfuerzo por hablar con buen acento parisino y parecer realmente un galo hablando en inglés hay que valorarlo positivamente ya que consigue transmitir los sentimientos de Petit y sus obsesiones de manera magnífica. Muestra a un artista anárquico, apasionado y que es capaz de cualquier cosa por llevar al extremo su arte. Es esa parte donde Gordon-Levitt se luce.

Zemeckis ha sabido crear espectáculo y a un personaje extremo. Entonces, ¿qué es lo que puede fallar? Pues el no haber tenido tanto detalle en la historia y en los demás personajes. ‘El desafío (The Walk)’ no ofrece nada fuera de lo común en ese aspecto que otros biopics ya vistos. No es algo malo, ya que la trama es solvente, para tampoco es excepcional. Eso sí, no consigue deslumbrar como lo hizo James Marsh con el documental ‘Man on Wire’.

Con lo cual, ‘El desafío (The Walk)’ es una obra magistralmente en lo visual y meramente notable en los demás apartados. Con un intérprete también excepcional que es capaz de transportar al espectador a unas alturas increíbles, ofreciendo un espectáculo artístico que consigue que, sólo por ver al funambulista caminar, merezca la pena verla. No apto para personas con vértigo, ya que es una auténtica montaña rusa de sensaciones y con unas vistas excelentes.