Crítica de ‘Un caso Francés’ Cuando la prensa juega ser policía

Serie basada en uno de los casos de asesinato más destacados, enigmáticos y no resueltos de los tiempos modernos en Francia, que ha obsesionado al país con multitud de condenas, giros judiciales y progresos en materia de ADN. El caso de Grégory Villemin, un niño de cuatro años hallado muerto atado de pies y manos en el río Vologne en 1984, a siete kilómetros de su domicilio, cambió para siempre el enfoque de los medios de comunicación y de la justicia sobre una investigación.

‘Un caso francés’ llegará a Starzplay el 24 de octubre. Es una serie de factura francesa y un excelente retrato de un suceso que marcó la historia reciente de Francia, por su transcendencia, por la incapacidad del sistema para resolver el caso y sobre todo, por la inclusión de la prensa y su repercusión más que negativa a la hora de resolver el caso.

Un caso aún sin resolver

Cuando hablamos de series policiacas o que están relacionadas con un crimen, como espectadores, el resultado final esperado, es la resolución de dicho crimen. ‘Un caso francés’ nos avisa desde primera hora de que eso no es lo que vamos a ver en esta serie. Resulta difícil su visionado, si lo que esperas es saber quién mató a Grégory Villemin. Sin embargo, si consigues entender que ‘Un caso francés’ es más que la historia de un crimen, la serie dejará huella, y la recordarás durante mucho tiempo. Es una crónica verídica, con personajes eso sí, pero que tiene como fin, el de dar luz y ayudarnos a darle perspectiva a una historia, con muchas sombras y muchos puntos de vista, que a día de hoy sigue siendo controvertida.

La documentación y la información recabada para esta serie ha sido tan extensa, que el relato rezuma verdad por todos lados. A pesar de ahondar muchas veces, en situaciones privadas de la familia Villemin, de los periodistas o de los propios policías, la serie no parece hacer aguas en esas situaciones, de hecho, le dan aún más verdad a la historia que se nos cuenta. Todo ello, gracias a un extraordinario guion que mezcla con inteligencia y muchísimo acierto hemeroteca y vida privada de los personajes.

La prensa y su implicación en el caso Grégory

Haciendo uso de dos personajes ficticios para retratar los dos extremos de la prensa francesa implicada en el caso Grégory, la serie es todo un acierto en este aspecto. No tropieza, y sale airosa de una situación controvertida, la de mostrarte abiertamente todos los puntos de vista, para que seas tú como espectador el que te posiciones de un lado u otro, como si estuvieras viviendo el caso de nuevo. Y aquí, ‘Un caso francés’ se hace fuerte. Es capaz de ambientar al espectador en 1984, y lo que es aún más difícil, de impregnarle hasta las trancas de ese clima tenso, desagradable y sobre todo turbio que envolvió al caso Grégory.

Todo lo que rodea a la prensa, es el punto fuerte de esta serie, ya que, ‘Un caso francés’ enfrenta dos generaciones de periodistas, dos modus operandi a la hora de cubrir un caso de tal repercusión. Y por encima de todo, la serie muestra con una crudeza y una verdad abrumadoras, la caída en cadena de un caso que parecía muy bien montado y a priori, rápidamente resuelto, que fue pudriéndose poco a poco, por la inclusión de la prensa, hasta el punto de enfrentar dos versiones, y poner en jaque al sistema judicial francés. Nada que no veamos todos los días en los medios, ante un caso de repercusión, y que por fin alguien se atreve a mostrarnos en forma de serie.

Es estremecedor, y hasta doloroso, ver como el caso va alejándose de su objetivo, condicionado por una lucha de egos que busca ganar por encima de la verdad o la justicia. El guion es tan brutal y potente en este aspecto que hace de ‘Un caso francés’ una sobresaliente obra para disfrutar como espectador. Cuando la ves en su totalidad, consigues comprender la vuelta de tuerca de los guionistas, a una historia criminal que podría ser común, pero que consigue sobresalir, como thriller y como historia que cuenta un hecho real.

En conclusión

Hay momentos que la crudeza es máxima, arropada por unas interpretaciones sobrecogedoras de personajes excelentemente montados para conducir las emociones del espectador y empapar al mismo con la angustia y desesperación de unos padres que buscan justicia. ‘Un caso francés’ tiene muy claro su objetivo, y en ningún momento tiene intención de emocionar a nadie con lo que cuenta. La historia es una crónica y una crítica a los medios de comunicación, y su carroñería a la hora de cubrir una historia jugosa.

Técnicamente sobresaliente, se pretende con ello transmitir el ambiente turbio y sombrío que rodeó al caso, y lo consigue con creces. El hilo argumental, por su parte, consigue un equilibrio perfecto entre la opacidad del caso y la búsqueda continua de esperanza por parte de los padres de Grégory. Es una serie muy bien montada y muy estudiada desde el guion que, a diferencia de otras series similares, no se queda a medias y consigue transmitir en todo momento, la tensión y la oscuridad que a día de hoy rodea al caso Grégory.