Crítica de ‘Garra’ (Jeremiah Zagar, 2022), ¡en tu cara! | Netflix

Sandler interpreta a un cazatalentos de baloncestistas en horas bajas que, estando en el extranjero, descubre un jugador con enorme talento pero con un pasado difícil. Sin la aprobación de su equipo, decide llevarse el fenómeno con él, dándoles a ambos una última oportunidad para demostrar que son dignos de la NBA.

‘Garra’, lo de siempre pero genial.

Al final ‘Garra’ nos muestra una historia del baloncesto perfectamente conocida. Los que van perdiendo o el talento desaprovechado es algo que jamás pasará de moda en el mundo del cine, puesto que alimenta el deseo de mejorar y de crecimiento personal, de llegar a donde se quiere llegar o a donde se cree que se debe estar. Al final todas las películas con temática deportiva tienen un guion parecido: va bien, algo pasa, hay que buscarse las habichuelas, parece que va bien, recaída, última oportunidad y a triunfar… ¡pero como funciona!

En ‘Garra’ Adam Sandler da vida a un miembro del mundo del baloncesto que desea ser entrenador asistente con todas sus fuerzas, pero cuyo capacidad de scout, de cazatalentos, es impresionante. Para poder cumplir su sueño en los banquillos debe encontrar una pieza clave, y ahí aparece el talento y la oportunidad. Pero la diferencia de ‘Garra’ conforme al guion comentado está en la calidad y veracidad de la mayoría de los aspectos que trata en su metraje.

Clichés, guion y ritmo musical.

‘Garra’ funciona como una oda al amor por el baloncesto. Adam Sandler tiene un personaje que adora este juego y que focaliza todas sus fuerzas en que el mismo siga siendo limpio, bello y una fuente de oportunidades para cualquier deportista que necesite esto. Clichés de cintas deportivas tiene, como debe ser, pero desde el primer instante de películas hasta que aparecen los créditos vemos un cariño y un respeto al juego plausible y directo, sin esconderse y sin dejar de lado la historia completa de la película.

Humor, tensión y leves toques dramáticos alimentan esta historia guionizada por Taylor Materne y Will Fetters, quienes utilizan un lenguaje divertido y sencillo para explicar cada movimiento que la película realiza. En el tema musical hay que levantarse y aplaudir, pues son el complemento ideal y perfecto para todas las escenas que van sucediéndose en la propia cinta; desde los entrenamientos y su ritmo acelerado que asemeja la tensión y ritmo de lo que está realizando el jugador hasta la música más tranquila cuando las cosas van funcionando. Grandísimo trabajo de Dan Deacon.

En el apartado interpretativo tenemos a Adam Sandler volviendo a demostrar que las películas de humor «rancio», permítaseme, no es lo único que sabía hacer y que han dejado de ser películas entretenidas para estar un rato sin pensar. Ha sabido meterse y meter a su sello en proyecto importantes, fuertes y con ideales interesantísimos. Su papel en ‘Garra’ es precioso y la forma de interpretarlo impecable. Sorpresa mayúscula es Juancho Hernangómez, puesto que creo nadie esperaba que sus aptitudes para la interpretación llegasen a este nivel. No es perfecta, obviamente, pero si convincente, creíble y digna de alabar.

El resto de integrantes de ‘Garra’ cumplen a la perfección con sus papeles y siguen alimentando la historia, al igual que la mayoría de los instantes de jugadores reales que podemos encontrar dentro de la película: Iverson, Dončić, Trae Young… todos ellos parece que simplemente están por estar, pero suman.

En definitiva.

En definitiva, sabes lo que vas a ver y lo que te van a contar en ‘Garra’, pero lo hacen muy bien y de manera muy ágil y divertida. Tiene las sensaciones que esperabas encontrar y posee todos los clichés deportivos en su justa medida, dejando pues que el público se entretenga y vaya queriendo poco a poco que las cosas de nuestros protagonistas salgan bien. Una preciosa película de baloncesto, de superación y de vida. Una jugada estupenda.

Tráiler de ‘Garra’.