Crítica de ‘El bosque de Karadima’ (2015, Matias Lira)

Cartel de El bosque de Karadima

Título original: El bosque de Karadima

Año: 2015 (Chile)

Duración: 98 min.

Director: Matias Lira

Reparto: Benjamín Vicuña, Luis Gnecco, Ingrid Isensee, Renato Jofré, Francisco Melo,Gloria Münchmeyer, Andrés Reyes, Osvaldo Santoro, Christian Sève, Marcial Tagle, Ricardo Alfonso Vergara, Pedro Campos

Guion: Alvaro Díaz, Elisa Eliash, Alicia Scherson

Fotografía: –

Música: –

Género: Drama

Sinopsis: Protagonizada por Luis Gnecco y Benjamín Vicuña, se basa en hechos reales: las denuncias de abusos en contra del sacerdote chileno Fernando Karadima. El proceso de investigación para reconstruir la historia duró 3 años.

Crítica de ‘El bosque de Karadima’

por Lourdes Lulu Lou

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«Réquiem por la inocencia de un niño«

«El santito», cura encargado de la parroquia del bosque con un hechizo y don especiales pues, declaración personal de una de sus fieles ovejas del rebaño es desde el principio, me sentí cautivo y seducido por el carisma de la voz del padre, sólo así se explica parte de la hipnosis, devoción y rendición sumisa que le practicaban sus «zapatitos», como gustaba llamarlos.
El tema escuece, es conocido, ninguna novedad, a estas alturas, descubrir un nuevo caso que añadir a los abusos a menores llevados a cabo por representantes de la iglesia, santidad demoníaca que actúa en nombre del Señor y a través de él, con el uso de su nombre en vano, logra abastecer su lecho de víctimas inocentes en manos de quien lleva a satanás dentro.
«No siempre me veo, pero siempre estoy», espeluznante idea cuya dirección corre a cargo de Matias Lira, que ofrece la crónica de este escándalo chileno que todavía levanta ampollas, hoy en día, entre la población, con la elección de lapsus temporales, hacia variables pasados que se mezclan con el perturbado presente, para su exposición y narración, y cuya alternancia permite a la audiencia redondear la historia y recomponer toda la tragedia vivida.
Sólo que, no sales totalmente afectado, ni satisfecho,después de ver y escuchar su relato, los personajes no son redondos ni están claramente expuestos dentro de su agonía y martirio, su dependencia, esclavitud psicológica y beatitud anímica queda pendiente de mayor énfasis, concreción y profundidad.
Cumple lo suficiente para dejar clara la relación de años y cómo influyó en este joven que expresa «me sentía un hombre normal y corriente y no el ser iluminado que aspiraba a convertirme a su lado», pero no incide en el negro, en la inmundicia, en la oscuridad adyacente, ni en las formas de atrape, en la necesidad de servidumbre, el fervor por su obediencia o la facilidad de caída en tan enigmática trampa.
Tu recuerdo no queda traumatizado o impactado por lo declarado, la visión de los sucesos no deja huella marcada o impresión vergonzante que inquiete al alma y agite al corazón; es llana, llena de inmensos grises que no esclarece, ni evidencia, ni despeja, recatada en imagen y sentimientos que le acompañan no osa bajar a los infiernos y mostrar lo que allí se cocía, se queda en un cómodo limbo que permite describir la narrativa de los hechos y guardarse de la impudicia y obscenidad que vive en su interior.
‘El bosque de Karadima’, aire algunas hojas, pero no la arboleda entera en su frondosidad.
Al lobo se niega a abrir, el niño, pero el lobo está, y la sangre, como mermelada vieja, salpica el piso, y la espuma se hizo rosa, y el falo peludo del lobo que no era caramelo, serpentea en el suelo…

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  • 5.5/10
    Realización - 5.5/10
  • 5.5/10
    Fotografía - 5.5/10
  • 5.5/10
    Montaje y Edición - 5.5/10
  • 5/10
    Música - 5/10
  • 5.5/10
    Guión - 5.5/10
  • 5.5/10
    Interpretaciones - 5.5/10
5.4/10

Resumen

Lo mejor: El atrevimiento del tema que trata para la región de que se trata.
Lo peor: la escasez de medios con los que cuenta para profundizar y explayarse.

Tráiler de El bosque de Karadima

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