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‘Bob Esponja: Un héroe fuera del agua’ (Paul Tibbitt, 2015)

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En mayo de 1999, Nickelodeon estrenaba en televisión una serie de dibujos animados protagonizada por una esponja marina que vive en una piña debajo del mar. Nadie en ese momento imaginaría que ‘Bob Esponja’ se convertiría en una de las series más iconográficas no sólo del canal de animación sino también de una generación entera de niños. Nueve temporadas realizada, una más en proceso, y niveles de audiencia que han ido hacia más la han convertido en la serie con más éxito de Nickelodeon, con permiso de ‘Rugrats’ y ‘Los padrinos mágicos’.

Su popularidad era notable cuando se estrenó su primer filme, ‘Bob Esponja: La película’, en 2004, que seguía los tradicionales trazos de película proveniente de serie. Se trataba de un episodio largo en el que la esponja vivía una emocionante aventura junto con su fiel amigo, Patricio, una estrella marina. Sin embargo, se ha tardado 11 años en estrenar una segunda película. En esos años, el personaje se ha vuelto más icónico y le ha permitido tener ya una fuerte base de seguidores que sobrepasa el momento serie-película.

En medio del océano, un pirata trama un intrigante plan. Mientras, en el caos ha colapsado Fondo de Bikini, la receta de las famosas Cangreburgers ha sido robada y todo apunta a ser una conspiración de Plakton en la que parece que Bob Esponja es su cómplice. Sin embargo, se trata de un malentendido. Para demostrar la verdad, Bob Esponja irá en busca de la receta. Para ello, se pondrá en marcha junto con Patricio, Calamardo, don Cangrejo, Arenita y también Plakton, el archienemigo de don Cangrejo. Pero el camino no será fácil y sólo el trabajo en equipo les podrá ayudar.

Si algo se nota en este segundo largometraje es el cambio de imagen al que someten a su personaje protagonista. Mientras que en ‘Bob Esponja: La película’ se relata un episodio largo, en ‘Bob Esponja: Un héroe fuera del agua’ se muestra una historia alocada aventura con toque psicodélicos. El realizador, Paul Tibbitt, es también director de la serie de televisión, consiguió convencer al creador del personaje, Stephen Hillenburg, que desde el estreno del primer filme sólo ejerce de productor ejecutivo en la serie, escribiera una historia original para la película. La combinación Tibbitt-Hillenburg funciona estupendamente y trae a la mente los primeros episodios de la serie, cuando era más atrevida y aún no conocía la fama.

La principal virtud de esta secuela es que parte de un argumento que se va desgranando poco a poco. Es cierto que un aroma a episodio alargado tiene, especialmente en sus inicios. Sin embargo, los giros de argumento y ciertos juegos de historias entrelazadas convierten a esta propuesta en algo original fuera de lo usual. Los diferentes formatos de animación, de la puesta en escena original en animación tradicional se pasa al stop-motion y al 3D, y los diferentes géneros que toca, se pasa del cine apocalíptico, al cine de aventuras, rozando el de intriga y con viajes en el tiempo incluidos, hacen de ‘Bob Esponja: Un héroe fuera del agua un curioso collage animado que evita convertirse en un pastiche de imágenes gracias a su extraño tronco narrativo que, aunque a primeras incoherente, gracias al entrelazado a mitad de metraje hacen que cobre sentido lo que se está viendo.

Es verdad que recuerda a ‘La Lego película’ en algunos momentos, aunque ésta tenga mayor ambición argumental. Esta nueva película trae lo mejor del humor de la animación que se hizo a inicios de los 90, ciertas reminiscencias ‘Tiny Toons’ existen. ‘Bob Esponja: Un héroe fuera del agua’ puede no estar hecho para todo el público y, quizás, quien lo disfrute más sea el que siga la serie de televisión. Sin embargo, lo que sí es seguro, es que quien vea esta propuesta se reirá, disfrutará y tendrá un momento lleno de felicidad azucarada algo canalla e irónica. Cine familiar bien hecho y eso siempre se agradece.

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