Crítica de ‘Belle’, volver a encontrar tu voz (Mamoru Hosoda, 2021) | Sitges

Sitges se llenó de color y emoción cuando ‘Belle’ fue proyectada el pasado día 10 de octubre en el Auditori del hotel Meliá de la ciudad. ‘Belle’ es una magistral obra que consigue aunar el imaginario colectivo, que con el paso de los años se ha generado en torno a la cinta Disney de ‘La Bella y la Bestia’, con una historia actual y vibrante en todos los sentidos.

Suzu es una joven de 17 años que, tras perder a su madre, se traslada a vivir con su padre a las afueras de la prefectura de Kochi. Con el corazón roto y distanciada del mundo, descubre «U», un espacio virtual en el que asume el rol de «Belle».

Hablar de pérdida y soledad es, como todos sabemos, delicado a la par que complejo. Cada uno afronta la pérdida a su manera, y ser capaz de transmitirlo a otros requiere de una delicadeza extrema que permita crear un personaje o situación con la empatizar. Los personajes que se nos presentan, cada cual a su manera, intenta sobrellevar las dificultades que la vida les lanza, pero sobrevivir no es lo mismo que vivir, y esas es una de las grandes reflexiones que nos deja esta cinta a través de las experiencias y cotidianeidad de su protagonista.

Suzu es una joven que ha perdido la alegría de vivir, dentro de una profunda depresión, aunque acompañada y arropada de seres queridos, se limita a ver pasar las horas hasta que un día encuentra algo con lo que distraer su mente, el mundo de ‘U’. ¿Y qué es el mundo de ‘U’?, Pues no es ni más ni menos que una aplicación que toma mediciones biométricas del usuario creando a través de ellas un avatar con el que poder reinventarte tantas veces sea como necesario. Para muchos, un mero entretenimiento, una forma más de ocio, para otros, como Suzu, la vía de escape perfecta para olvidar lo que la compunge en la vida real.

Los espacios virtuales cada vez son más difíciles de desvincular de la realidad tangible. La inmersión continuada en el mundo digital a la que nos vemos sometidos diariamente, normalizan unos conceptos, modos de vida y de interrelación personal que hace unas décadas se antojaba como sacado de una obra de ciencia ficción muy futurista. Hoy es algo a lo que todos podemos vernos accediendo si nos dieran la oportunidad. Un mundo de ensueño, en el que todo es posible, en el que el anonimato es clave, donde poder sentirse libre para transformarnos en quien nuestro corazón nos dicta verdaderamente deberíamos ser y no aquellos humanos que las sociedad espera de nosotros.

Es impresionante vivir en ‘U’. La experiencia sensorial que vivimos a través de la protagonista nos deja anonadados, y aún así es extrañamente acogedor. Lo dicho, algunos de nosotros no estaríamos tan extrañados de poder pasear por allí. No hay imágenes que aquí podamos poner que hagan justicia al impecable y brillante color que se encuentra en el mundo de U. Y ya no hablemos de las recreaciones del castillo de Bestia, brutales. La cinta merece la pena por muchísimas cosas, pero si eres fan del clásico o te has criado con él, vas a quedar fascinado con la recreación que aquí se hace. Es como una versión 7.0.

‘Belle’ deslumbra con su color, pero sobre todo con una banda sonora preciosa que retumba en el pecho con su intensidad y mensaje. Por ello, no se entendería ‘Belle’ sin el trabajo de Taisei Iwasaki, creador de la banda sonora que es el alma indiscutible de la cinta. Técnicamente una maravilla, su historia no se queda a atrás, introduciéndonos en esos temas que ya hemos mencionado al principio de soledad y aceptación en una época demasiado vanidosa y supérflua.

En la recta media final descubrimos que hay mucho más tras ‘Belle’. Nuevos personajes, con problemáticas muy complejas asociadas a sus comportamientos, y una resolución de las mismas quizá demasiado raudas, poco explicadas e incluso metidas diríase, con calzador. Aunque esas, deberás descubrirlas tu mientras ves ‘Belle’.

Porque debes verla, vibrar con ella y, por supuesto, averiguar quien es Bestia, porque siempre será un punto de inflexión en la existencia de ‘Belle’, y aquí no iba a ser menos.

Tráiler

Otras cintas que hemos disfrutado en Sitges, y que para nada se parecen a esta son: