Antoine y Olga son una pareja francesa que se instaló hace tiempo en una aldea del interior de Galicia. Allí llevan una vida tranquila, aunque su convivencia con los lugareños no es tan idílica como desearían. Un conflicto con sus vecinos, los hermanos Anta, hará que la tensión crezca en la aldea hasta alcanzar un punto de no retorno.
Cuando ‘As bestas’ se cruza delante de tí y comienza a mostrarte lo que va siendo vas entendiendo, como espectador, muy poquito a poco lo que va sucediendo en la pantalla. Vendida para el público como el western rural de Sorogoyen, si me llama la atención como en ‘As bestas’ tenemos varias películas dentro de una. A saber contamos con la parte thriller y ese estilo tan vertiginoso que genera en la mayoría de las situaciones un thriller de calidad reconocida; también contamos con ese propio western que se comentaba, en diversas escenas que te llegan a la mente como el típico duelo del salvaje oeste o los propios Saloon donde por un vaso de whisky puedes acabar con una bala en la cabeza. Pero no queda ahí, puesto que ápices de terror se camuflan en la oscuridad de ciertas escenas y un drama acaba por aparecer en la obra también. Sin duda algo difícil de calificar pero tan sencillo de disfrutar que abruma.
Si bien pensamos en ‘As bestas’ como película general y no dividiéndola en todas las películas que, de manera clara, se pueden vislumbrar en la misma, tenemos delante nuestra una historia cuyo guion es una creación poderosísima y bella por parte de Isabel Peña y el propio Rodrigo Sorogoyen. Cada palabra que emana de las bocas de los protagonistas es embelesadora y determina tantas connotaciones que es difícil no dejarse llevar, esas palabras que van cosiendo el traje de la película, con esa creación lenta y tranquila, casi como de artesanía, preparando un escenario para el ejercicio final. Sin duda ese guion es una de las columnas del templo que resulta ser ‘As bestas’, pero como buen templo necesita de más columnas que sostengan semejante monumento, y la hay dos aspectos a tener muy en cuenta.
El primero que llama la atención es esa ambientación tan maravillosa de la aldea gallega en la que se enmarca la película. Ahí un trabajo de fotografía soberbio (Álex de Pablo de es culpable) colocan al espectador en ese lugar húmedo, frío y poco acogedor. Esto produce un estado generalizado de incomodidad que no parece encontrar sosiego ni cuando entra dentro de los hogares de los protagonistas, y en leves pinceladas de la película esta fotografía se muestra amable con el espectador. Sin duda es un trabajo cuidado, profesional y digno de aplaudir. Y el segundo sería esa banda sonora, esa música creada por Olivier Arson que no da tregua ni descanso, que alimenta los instantes de tensión, de calma, de agobio, de enfado… cada nota que aparece en la película tiene un porqué, y con un buen hacer magnífico.
La creación de unos personajes inmensos es uno de los pilares fundamentales para que ‘As bestas’ sea lo que es y esté considerada como tal. Inviable disfrutar de la película sin que estos personajes sean lo que son y se adhieran a la historia de la manera que lo hacen. Antoine, a quien da vida Denis Ménochet, es un hombre con convicciones claras cuya grado de desesperación alimenta al del espectador y lo seduce; un hombre lleno de bondad que enseguida te pone de su parte; Olga, interpretada por una Marina Foïs magnífica es de una curiosidad asombrosa, puesto que contamos con dos personajes muy diferenciados en la primera y en la segunda parte de la película. Su interpretación es inmensa, ovacionable. Y después tenemos a los hermanos, interpretados por un Luis Zahera cuya capacidad para aterrar y generar tensión no tiene ni nombre, y se regocija en sí mismo sabiendo de sus aptitudes para ello. Su personaje es todo lo que no desearías encontrarte y, hacer eso, de sobra es sabido que es de una complejidad bárbara. Diego Anido es el otro hermano en cuestión, un personaje a la sombra del mayor que basa en su perdida mirada el hecho de seguir mascullando ese ambiente de mal rollo que se encuentran en las relaciones personales de esta aldea gallega. Los personajes creados en ‘As bestas’ son de la mejor y más completa colección de figuras jamás juntadas en una película, por su forma y la manera de complementarse y relacionarse.
Que Rodrigo Sorogoyen sea sinónimo de calidad no es una sorpresa para nadie a estas alturas del guion. Su cine, madurado y con un sello personal bastante pronunciado en la mayoría de las obras que realiza alcanza un nuevo punto con ‘As bestas’; un nuevo punto en el que instaura el desasosiego y la angustia continuada en el espectador, en el que instaura la tensión como elemento recurrente, sibilino pero perenne en su metraje; en el que instaura como ha de hacerse una película que agobie y desespere, que asuste incluso en determinados momentos. Un nuevo punto alcanzado que hace que ‘As bestas’ sea una película tremendamente intensa a pesar de su calma y completamente magnífica en su acabado final. Una maravilla absoluta.
Tráiler de ‘As bestas’.
¿Nos encanta?
Overall
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Originalidad
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Fotografía
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Montaje y edición
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Música
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Guion
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Interpretaciones